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Lunes, 7:00 a.m

"Otro comienzo de semana" pensó Boggi, se levantó y comenzó a alistarse para irse a trabajar, se miró en el espejo de su armario, no le gustaba lo que veía, estaba ojeroso y su expresión deprimiría a cualquiera.

Agarró un abrigo y bajó a la cocina a desayunar, no tenía ánimos de comer pero luego se le bajaría la presión como anteriores veces. Se obligó a comer dos tostadas con mermelada y agarró las llaves para luego salir y emprender su camino hacía aquel lugar que odiaba tanto.

Trabajaba en un café de mesero, su jefe no era tan amoroso que digamos y sus compañeros eran unos completos tontos, la única razón por la que seguía ahí era que necesitaba el dinero, le pagaban lo justo como para mantenerse.

Lo bueno es que no quedaba tan lejos, sólo eran 5 cuadras. Llegó, murmuró un "buen día" que claramente nadie le devolvió, ya estaba acostumbrado, pero a veces le gustaría que alguien sea amistoso con él. Intentó sacar sus pensamientos negativos y empezó con su jornada.



La campanilla de la entrada sonó indicando que alguien había entrado, era un chico, estaba solo, se sentó en una mesa de dos. Mi compañero de turno se encontraba en su descanso de media mañana, así que tuve que atenderlo.

- Buenos días, bienvenido a tata bakers - intente sonar simpático, pero no es lo mío - Qué desea ordenar ? - pregunté.

- Hola! - me sonrió.

"Linda sonrisa" pensé

- Es la primera vez que vengo, me gustaría desayunar algo liviano - realmente estaba muy perdido observando sus orbes celestes, jamás lo había visto por aquí, de ser así lo recordaría - Qué me recomiendas ? - siguió, pero me encontraba ocupado mirándolo detalladamente, quizás más de la cuenta.

El chico tenía una expresión de confusión, no me percaté de que no le había respondido, lo miré tanto que seguramente podría pintar su rostro tal cual es con sólo recordarlo, desvíe la mirada avergonzado, quería desaparecer.

- Lo siento - me disculpe, podía sentir mis mejillas calentarse - Es que me recuerdas a alguien - mentí.

- Oh... no te preocupes, no me molesta -

- Voy a traerte la carta con los especiales de hoy, ya regreso - Él asintió.

Me retiré en busca de la carta, se la llevé, ordenó lo que iba a desayunar y fui a pedirlo a la cocina.

Lo miraba disimuladamente desde el mostrador mientras comía, "Diablos boggi, deja de acosarlo, qué sucede contigo?"  me regañé internamente, pero parecía que mis ojos sólo querían verlo.

Cuando terminó de comer, se acercó al mostrador para pagarme.

- Podrías decirme tu nombre? - preguntó entregándome el dinero - Obvio si tu quieres, no quiero ser indebido -

- Bogdan - respondí algo tímido, no solía hablar con las personas que iban al lugar, sólo les preguntaba qué querían pedir y ya.

- Lindo nombre, yo soy Iván - me sonrió otra vez - Espero volverte a ver Bogdan, fue un gusto conocerte - dijo y se retiró.

- Igualmente - susurré para mi mismo observando como se alejaba.


El resto del día transcurrió aburrido, el clima estaba bastante horrible y casi no venía gente, así que nos dejaron irnos antes, agradecí internamente y agarré mis pertenencias para irme.


Al llegar a mi departamento tiré las llaves y el abrigo por ahí, y me dirigí a mi habitación para encerrarme a ver películas. La mejor parte del día era cuando volvía, no más hablar con personas detestables, no más aguantar a mi jefe odioso o a mis compañeros, sólo éramos mi cama y mis viejas películas románticas.

Sí, quizás era solitario y triste, pero nunca logró tener un amigo para compartir y hacer las cosas que hacen los amigos, las veces que intentó acercarse a alguien terminó lastimado. Y ni hablar de su tonta familia, no tenía trato, ellos vivían muy lejos en otra ciudad, jamás los llamaba y ellos tampoco se preocupaban por él, no lo querían.

Una ola de recuerdos se avecinó, logrando deprimirlo, sería otra larga noche dedicada a pensar en su vida imperfecta.

Hasta que recordó a aquel chico que atendió en la mañana, quizás nunca lo vuelva a ver, no sabía nada más que su nombre.

"Ojalá lo vuelva a ver" pensó ilusionado.





Lo que Boggi no sabía era que él también vagaba en los pensamientos de Iván.


Quizás, sólo quizás, ambos habían quedado con ganas de saber más del otro.




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Espero que les guste el inició de ésta historia, yo estoy demasiado emocionada sinceramente, le tengo fe. 😊

Gracias por leerme!

An.

INSECURE | boggivanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora