C u a t r o

577 62 13
                                    




Miércoles, 8:00 a.m

Se encontraba en su jornada usual de trabajo, hoy el día estaba muy hermoso, por lo tanto iba mucha gente al lugar para desayunar. Iba de un lado al otro atendiendo y llevando los pedidos de los clientes.

la campanilla de la entrada sonó, giró para observar, era él, lo vió dirigirse a una mesa individual.

- Vas tu? - habló su compañero.

- Claro - respondió Boggi intentando que no se note su alegría por ver al rubio de ojos claros - Buen día Iván! - habló animadamente cuando ya se encontraba frente a él.

No sabía por qué se encontraba tan feliz, Boggi no era así, siempre intentaba ser lo más amable posible pero no le gustaba hablar mucho, menos ser tan alegre.

- Buen día Boggi - habló Ivan regalándole una pequeña sonrisa - Cómo estás? - antes de que pudiera responder siguió hablando- Veo que hay mucha gente, seguro estás muy ocupado, no quiero retenerte -

- No te preocupes, me encuentro bien... Gracias por preguntar - en realidad no había empezado el día de la mejor manera, su madre había llamado temprano y no hizo nada más ni nada menos que tirar abajo a su hijo, cómo siempre hizo desde que su padre se fue de la casa, pero se encontraba bien por el hecho de cruzarse con el rubio, su presencia mejoraba todo - Qué deseas para desayunar? - preguntó observándolo detalladamente, mentiría si dijera que existen facciones más perfectas.

El rubio leyó la carta de la cafetería pero no le interesaba tanto la comida, sólo había ido para ver al castaño al menos un rato. Pidió cualquier cosa y siguió con la mirada a Boggi aún que éste último no lo notara.


Boggi le llevo el pedido a Iván dedicándole una leve sonrisa y luego de decirle que lo disfrute se retiró a seguir con su trabajo.

De a ratos su mirada chocaba con la del rubio "casualmente" según él.

Al terminar de desayunar, el rubio se acerco a pagar su cuenta y luego de saludar a Boggi se dispuso a irse.

El castaño se entristeció un poco pero el rubio dijo que vendría por él cuando finalice su horario, estaba emocionado por verlo nuevamente.

"Yo te cuido"


Las palabras de Iván resonaron en su mente.

Bog tenía miedo.

"Y si Iván siente lástima por nosotros?" habló triste su subconsciente. "Seguro nos ve como un niño torpe que no sabe cuidarse solo" "Nuestra madre tiene razón, vinimos a éste mundo para estorbar, no servimos para nada"

Las inseguridades invadieron otra vez, tomando el control de todo y logrando que el castaño se angustiara.

Sólo quería llegar a su casa y llorar mucho hasta que cese el sentimiento horrible de tristeza que traía consigo.



Agarró sus pertenencias y se dirigió a la salida con la mirada perdida en el suelo, al fin había terminado la tortura, ya no tenía que fingir que nada le pasaba, unas lagrimas rebeldes se deslizaban por sus mejillas.

Alguien tiró suavemente de su brazo evitando que siguiera caminando.

- Acaso te olvidaste de mi? - preguntó Iván divertido, Bog no respondió, no quería que lo viera así, se sentía muy tonto, pero para su mala suerte el rubio ya había notado que estaba mal.

Éste ultimo cambió su expresión a una preocupada rápidamente, no le gustaba ver mal al castaño, no sabía exactamente por qué, pero sólo quería verlo sonreír.

- Qué pasa pequeño? te hicieron algo? estás bien? - se acerco más a Bog tomando su rostro entre sus manos y acariando delicadamente - No estés así por favor - suplicó el rubio sintiéndose mal repentinamente, no entendía que le podría haber pasado para tener la mirada tan apagada.

Boggi intentaba hablar pero no lograba decir nada, sólo lloraba intentando calmarse.

El rubio atrajo al castaño en un abrazo, que claramente aceptó, lo necesitaba.

Ya no recordaba lo que era abrazar, hace mucho tiempo que no tenía relaciones afectuosas con otras personas.

Sí, un abrazo no era la gran cosa para otras personas, pero para alguien que no recibe contención y amor desde hace tanto tiempo, es mucho.

Sin dejar de abrazarlo, Iván guió a Bog hasta el auto.

Tuvo que soltarlo para que se subiese y poder subir él también. Pero mientras que manejaba, con su mano libre sostenía la mano del castaño, quería llegar lo antes posible y no soltarlo más pensaba el rubio. Por otro lado Boggi se encontraba observando por la ventana del vehículo, sumergido en sus pensamientos para nada buenos, no podía evitar ser así.

Al llegar al apartamento de Bog, ambos bajaron en silencio y entraron al hogar de la misma manera.

El castaño desapareció unos minutos dejando al rubio solo en la sala de estar.

El menor volvió con acolchados en manos, se sacó sus zapatillas dejándolas tiradas por ahí y fue directo a acomodarse al sofá junto con el mayor que previamente estaba descalzo.

Se abrazaron nuevamente pegándose lo más que podían al otro, se cubrieron bien aunque no interesaba tanto ya que se proporcionaban calor mutuamente.

Iván acariciaba con ternura al menor intentando hacerlo sentir mejor. Aunque también le gustaba estar así con él, podría acostumbrarse.

Boggi de a ratos apretaba al mayor cuidadosamente disfrutando la cercanía y toques ajenos, cómo si lo fuera a perder o no volviera a repetirse nunca más tenerlo así.

- G-gracias - susurró el castaño.

- Por qué? - preguntó confundido Iván.

- Por estar aquí conmigo - admitió.

- No me agradezcas, no me gusta verte mal, sabes? - ojos claros chocaron - No nos conocemos mucho, pero quizás yo pueda ayudarte y... Tu puedas ayudarme a mi.





——————-

Hola amores, cómo están? ☺️

Perdón por inactividad, he tenido un problema con la cuenta, pero ya volví y con muchas ideas para avanzar en ésta historia!

Si hay alguna falta de ortografía o algo no les gustó, avísenme. ❤️

An.

INSECURE | boggivanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora