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Martes, 9:00 a.m

Se cepillaba los dientes lo más rápido que podía mientras se cambiaba, claramente se había dormido, iba demasiado retrasado.

Salió apurado de su departamento asegurándose de cerrar bien la puerta con seguro. Se apresuró lo más que pudo para evitar perder más tiempo del que ya perdió.

Entró al lugar mentalizándose para lo que se venía, su jefe odiaba que llegaran fuera de horario. Se dirigió al baño de empleados para ponerse el uniforme, intento ser lo más discreto posible.

Pero al parecer hoy le iba a salir todo mal, chocó con su compañero haciendo que tire un pedido. Se escucharon las tazas de vidrio romperse contra el suelo, Boggi cerró los ojos.

- Gnatovich! - una voz enojada se hizo presente, era su jefe - A mi oficina, ahora mismo -

Se disculpó con su compañero por haber chocado contra él y fue cabizbajo hacía la oficina del señor Thomas.

"Estamos en problemas por tu culpa, no debiste quedarte hasta tarde despierto"  Su subconsciente lo regañó.

Se sentó en la silla en frente al escritorio de su jefe, mientras el susodicho observaba por la ventana dándole la espalda.

- Ya es la tercera vez en el mes - habló tranquilo - No sólo tienes el descaro de no cumplir el horario sino que también llegas y haces un desastre - estaba molesto, lo sabía.

- Lo siento mucho señor Thomas, no pude dormir bien debido a que mi madre está muy enferma y me tiene muy preocupado su situación - mintió, lo último que le preocuparía era que le pasara algo a esa mujer - Le prometo que no volverá a suceder -

El señor Thomas lo miró sin expresión alguna. Seguramente estaba pensando despedirlo y eso lo angustiaba, sin ese trabajo no podría pagar la renta de su departamento, ni alimentarse, ni nada, la idea de volver a la calle lo atormentaba.

- Está bien Gnatovich - suspiró cansado - Pero ésta es la última vez que se lo dejo pasar, la próxima no voy a dudar en despedirlo - su tono serio lo intimidaba - Yo le aconsejaría que no haya próxima -

- Muchas gracias señor - agradeció sincero - No va a haber próxima, seré más responsable, lo juro -

- Eso espero, retírese antes de que cambie de idea - Boggi se levantó y salió apresurado de la oficina.

Ahora sí llegó al baño sin causar ningún desastre y pudo cambiarse tranquilo para luego iniciar con el trabajo.

-

El día transcurrió normal, mucha gente entraba y otros se iban ya satisfechos. El lugar siempre trabajaba bien, era muy conocido, se encontraba en una zona moderadamente transitada, era bastante cómodo para ir en familia, con tu pareja, amigos, o simplemente ir solo.

Vio a todo tipo de personas, menos a la que quería ver, al parecer no volvería a cruzar al rubio de ojos claros, se entristeció un poco por eso, en serio se había interesado en conocerlo y tener un amigo, pensó que era su oportunidad.


Ya había terminado su horario, tuvo que quedarse más de lo habitual para recompensar su llegada tarde. Agarró sus pertenencias y se retiró. En el camino decidió ir al supermercado ya que le faltaban varias cosas en su refrigerador.

Compro lo necesario, no era mucho ya que era para él solo y generalmente no terminaba comiendo nada, estaba muy mal pero bueno, hacía lo que podía para obligarse a estar bien pero simplemente no tenía ganas y nada lo motivaba, era un asco sentirse así. Volvió a su camino, se encontraba medio lejos de su departamento y ya se estaba haciendo tarde, no era de andar mucho a estas horas.

Caminaba con temor, no le gustaba estar solo, lo odiaba. A lo lejos podía visualizar a un grupo de hombres, no se veían para nada amigables, el sudor empezó a aparecer en su cuerpo, no se atrevía a pasar por ahí, pero tenía que hacerlo para poder llegar. Los nervios le ganaron y decidió doblar por una calle desconocida.

Empezó a escuchar voces detrás de él.

Se escuchaban pasos en su misma dirección.

Volteó disimuladamente. Efectivamente lo estaban siguiendo. Apresuró el paso. Ellos también lo hicieron. Boggi sentía que iba a morir, rogaba porque alguien lo ayudara.

Escuchó una bocina cerca suyo, un auto había frenado junto a él, rápidamente se acercó a pedir ayuda.

Era él. Era Iván. Sus suplicas de ayuda habían servido de algo.

- Sube - sonaba preocupado.

Subí, no sabía como agradecerle.

- Muchas gracias, en serio, creí que me iban a alcanzar y robarme y golpearme y dejarme tirado ahí - me temblaba la voz.

- Tranquilo, estoy feliz de haberte encontrado en el momento justo - habló dulcemente - No te pasó nada, estás bien - quería abrazarlo - Te llevaré a tu casa, si ? - asentí intentando tranquilizarme - Que hacías tan tarde solo ? - preguntó.

- E-es que hoy llegué tardé al trabajo y tuve que quedarme y luego recordé que tenía que hacer las compras... - seguía asustado - N-no se... no se que hubiera pasado si no aparecías - mi cuerpo temblaba -

- No te preocupes Bog - apoyó su mano sobre la mía mientras que con la otra conducía - Yo te cuido - un pequeño sonrojo apareció debido a eso.

Nunca nadie le había dicho que lo iba a cuidar, lo hizo sentir especial.


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Holis, muchas gracias por leerme en el capítulo anterior, estoy muy feliz!!! 🥰

Ojalá éste también les guste ❤️

An.

INSECURE | boggivanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora