Era 31 de Julio de 1980 un día normal para cualquier otra persona, excepto para dos y los amigos de estos.
En una habitación del hospital «San Mungo» se hallaba una mujer pelirroja haciendo un gran esfuerzo.
Porqué? Se preguntarán
Fácil, en aquel mo...
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Severus Snape, profesor de pociones en Hogwarts, se encontraba frustrado e irritado
¿Por qué?
Resulta que en ese preciso instante se encontraba en el mundo muggle pues por un favor que le debía a Minnie, compañera de trabajo, él estaba entregado las cartas a magos hijos de muggles
Y había tenido que soportar a muchos mocosos y padres preplejos al enterarse de la magia
_Estas son las últimas -dijo con alivio- ¿"Orfanato Wool's"? -por unos momentos pensó en su amigo Tom- Mientras más rápido acabe, más rápido saldré de este tormento -sin leer para quienes eran dirigidas las cartas-
“Para Harrison Ryan”
“Para Agnes Hyla Lawrence-Snyder”
¬ Minutos después ¬
&& Orfanato Wool's &&
Snape estaba a las puertas del "hogar" de las últimas personas a las que debía entregarles las cartas
_Han mejorado el lugar -notando las reparaciones- Bueno sigamos con esto -tocando la puerta-
Espero solo unos cuantos segundos para que la puerta fuera abierta pero una chica de 20 años con cabello rubio y ojos castaños
_Disculpe señor, viene aquí para adoptar a algún niño? -preguntó educadamente-
_Lamento decirlo que no señorita, más bien vine para entregar las cartas de admisión a dos jóvenes de aquí -respondió-
_Ohhh -no parecía muy sorprendida- Entonces eso tiene más sentido, pero no recuerdo que ellos hagan hecho algún examen de admisión -extrañada-
_Disculpo interrumpirla, pero usted sabe a quienes me refiero? -con curiosidad-
_Serio un delito no saberlo -comentó con gracia- Pero mejor pase -haciéndose hacia un lado dejando pasar a Severus- Lo mejor será que la directora se lo explique -avanzando-
Snape intrigado le siguió en silencio hasta el despacho de la dueña del orfanato
_Sra. Risa, puedo pasar?
_Pasa Angélica -se escuchó detrás de la puerta-
El experto en pociones recordó que su amigo le contó sobre la dueña del lugar pero el nombre que le había dicho era totalmente diferente