Lover Of Mine// Teen Wolf

2: "Ella es algo"

Temprano en la mañana, se enfundó unos jeans ajustados y botas altas antes de decidir que los cambiaría por una falda corta. Odiaba la sensación de la tela dura y ajustada presionando su piel. De todas formas, hacía mucho frío en el exterior, por lo que completó el atuendo con un suéter y unas medias de algodón. Aún así, se quedó con las botas altas.

Dejó su cabello castaño suelto caer por sobre su espalda y bajó a desayunar. El sheriff ya se encontraba alistándose para salir.

-Buen día, ¿como dormiste?

-Genial, gracias.

-Hay café en la cafetera.

La chica asintió con una sonrisa y se dirigió a la máquina. Le bastó un solo sorbo para decidir que lo odiaba, era amargo y de sabor fuerte. pero el calor y la cafeína le dieron un subidón de energía que le llegó hasta los huesos.

Apresurado, el sheriff se alejó hacia la puerta.

-Bueno, que tengas suerte hoy...

-Señor Stilinski, ¿puedo hablar con usted un segundo?

Volteó a verla con la mano sosteniendo la puerta y le dio un pequeño asentimiento.

-Sé que es muy raro todo esto para usted y para su hijo, y le agradezco muchísimo que me deje quedarme unos días.

-Puedes quedarte todo lo que quieras, Luz. -Respondió con una sonrisa incómoda que hizo un pequeño pozo en el corazón de Luz.

-Solo quería decir que no seré una molestia. Cualquier cosa en la que pueda colaborar y ser de ayuda... -Se frotó un brazo, incómoda.

El sheriff vio su nerviosismo y se sintió apenado por ella.

-Luz, mi esposa te hubiera acogido enseguida. Eras su sobrina favorita cuando eras pequeña. Sé que tenerte aquí la hubiera hecho muy feliz.

Sintió que sus ojos se humedecían.

-Gracias, señor.

-Dime Noah. -El hombre le sonrió una vez más antes de abrir la puerta y colocarse su sombrero-. Coman algo antes de irse, Stiles no tarda en bajar.

-Claro.

Se cubrió los ojos con una mano mientras sus ojos empezaban a cristalizarse. Se sentía sucia, una embaucadora. Apenas conocía al hombre, pero le rompía el corazón tener que mentirle así. Nunca antes había tenido que mentir y desde que había llegado era todo lo que había hecho.

Inspiró aire con fuerza mientras se calmaba. "La misión, Luz, esto es por la misión", pensó.

No tenía apetito en absoluto, miró el reloj que colgaba sobre la pared del pasillo y se preguntó porque Stiles no había bajado todavía. Llegarían tarde si no se iban pronto, y el joven ni siquiera había desayunado.

Intentó oír algún movimiento en el piso de arriba pero no oyó nada. Se encontró subiendo los escalones y dirigiéndose a la habitación del muchacho, donde golpeó dos veces con los nudillos la puerta marrón. Apoyó la oreja sobre la madera esperando captar cualquier sonido que indicara que el muchacho estaba despierto, pero todo lo que oyó fue un pequeño silbido acompañado de un ronquido.

Exasperada abrió la puerta y lo encontró durmiendo en posición fetal abrazado a una almohada como si se tratara de un oso de peluche.

-Stiles. -Dijo suavemente, pero el muchacho masculló algo inentendible y siguió roncando, esta vez con más fuerza-. ¡Stiles!

Se levantó de un golpe y pareció frenético por unos segundos cuando se encontró con la muchacha morena sosteniendo la puerta por el picaporte. Miró hacia la ventana, hacia el sol brillante y luego volvió su vista hacia ella, notando que ya estaba vestida y lo miraba expectante.