Lover Of Mine// Teen Wolf

4: "Declaran la guerra".

Derek accedió a acompañarla a la salida más cercana con un simple: "Sígueme".

Ambos caminaban en silencio. Luz, mirando su espalda cubierta de cuero negro y la parte posterior de su cabeza. Ninguno de los dos parecía tener la intención de generar una conversación. No podía evitar preguntarse que podría estar haciendo él en el bosque. Derek cada tanto echaba miradas hacia atrás para observarla por un segundo antes de volver a voltear.

¿Se habría preocupado Stiles al llegar a la casa y no verla ahí? ¿La estaría buscando? No creía tener un vínculo tan cercano a Stiles como para que se preocupase por su integridad, pero por lo menos debería extrañarle que haya estado fuera tanto tiempo.

Otra cosa que le preocupaba era el hecho de que estaba en el bosque con un completo desconocido y acababa de anochecer. ¿Estaría buscando a la chica desaparecida igual que ella? Mierda, ¿se habría llevado él a la chica y ahora la estaba secuestrando a ella?

A Derek no le pasó desapercibido el olor a miedo que la joven emanaba, tampoco el extraño aroma dulce que desprendía.

-Unos cuantos metros y estaremos devuelta en el pueblo –dijo para tranquilizarla.

-Bien. -Respondió ella con un hilillo de voz antes de aclarar su garganta-. ¿Por qué estás en el bosque de todas formas? ¿Estás buscando a esa chica desaparecida?

-No –dijo cortante.

- Entonces, ¿qué hacías en el bosque?

-No veo porque sería de tu incumbencia, niña.

Derek se detuvo en seco haciendo que ella también lo hiciera.

-Solo trataba de ser amable, ¿sabes lo que es eso?

-Silencio –dijo él tajante.

Abrió la boca ofendida.

- ¿Disculpa?

-Dije silencio -repitió en un susurro-. No estamos solos.

Luego de unos segundos de absoluto silencio penumbroso la tomó de la mano y la escondió detrás de un árbol enorme, de forma que sus dos espaldas se apoyaron en la madera. Luz se inclinó para observar mejor, pero el hombre presionó su brazo sobre su abdomen impidiendo que se mueva.

Su pecho subía y bajaba con terror cuando de repente, una docena de hombres armados surgió de la nada detrás de ellos. No los veían, pero Luz tenía una vista perfecta de todos ellos. Eran cazadores y no parecía que estuvieran buscando a esa chica Lydia. Parecía que estaban a punto de atrapar a su presa.

-Señor, aquí hay huellas. -Se oyó una voz con acento extraño. ¿Francés?

-Son dos -respondió otra voz, pero esta era la de un anciano-. Dos hombres lobo.

Abrió los ojos como platos. Iban detrás de Scott.

-Aquí hay más. -Agregó otro, por suerte aún más lejos-. Se dirigen hacia el norte.

El grupo entero se movilizó detrás de ellos y se alejaron en la dirección opuesta. Derek esperó un buen rato antes de seguirlos.

-La salida está a diez metros por allí. Sal de aquí lo más rápido que puedas.

-Espera... ¿Qué? -Luz agarró el puño de su chaqueta tomándolo por sorpresa-. ¿Vas a seguirlos? ¿Acaso no viste sus armas?

Él se zafó de un tirón.

-Sí. Las ví. Por eso te tienes que ir ahora.

Se alejó corriendo con una velocidad sobrehumana, dejándola sola.