5

1.2K 121 156
                                    

🔞

.
.
.

ー ¡Que yo no he sido, jodel!

El de cabellos rojizos corría con una sonrisa en su rostro del de coleta, tratando de esquivar la mayoría de puñetazos que iban hacia su persona. Soltó una fuerte carcajada cuando fue atrapado, removiéndose con fuerza entre los brazos de este, tratando de liberarse.

ー¡Eras el único que estaba en la armería, cabrón, te comiste mi puto almuerzo! ー Gritó con notorio enojo el mexicano, soltando al adverso.

Joder... ー Susurró con cansancio la tercera persona en el lugar, observando las estupideces de sus compañeros.ー ¿Ya terminaron? No pueden estar todo el día haciendo el gilipollas.

ー ¡Pelo si comenzó Emilio! ー Refutó el asiático, apuntando al nombrado.ー Él está lompiendo huevos.

ー Yun se robó mi comida. ー Argumentó el de coleta, cruzándose de brazos, mirando fulminante al adverso.ー Ya acéptalo, joto.

ー Joto tu puta madle. ー Susurró Kalahari tratando de ocultar su sonrisa, caminando rápido hasta el segundo jefe para ocultarse tras el cuerpo de este.

Vamos a ver... Emilio, saca dinero de mi billetera y ve a comprar alguna mierda. ー Ordenó el pelinegro, apretando con suavidad el puente de su nariz mientras cerraba sus ojos.ー Y tú ve a hacer tu trabajo, Xiaomi.

ー Debes dejar de esconderte tras tu noviecito, cabrón. ー Gruñó Emilio rendido, observando a ambas personas frente a él.

Ciela boca, no soy malicón.

ー Pero bien que te gusta la verga, ¿no, pendejo?

ー En serio ustedes van a hacer que me salgan canas. ー El pelinegro simplemente observó a ambos, soltando un suspiro.ー Yun, hoy estarás solo, con Emilio iremos a la reunión con la mafia de armas, Evo y Gringo vendrán en algunas horas, no mates a Jack.

ー Me cago en puta. ー Refunfuñó con un puchero discreto el pelirrojo, asintiendo obediente.ー Le quitas la divelsión a todo, Almando.

ー Tú solo obedece.

ー Hazle caso que de seguro después deja que le comas la verga. ー Comentó entre risas el de coleta, corriendo en dirección a la salida cuando notó la mirada molesta de su jefe.ー ¡Te mando ubicación cuando termine de comprar! ー Gritó antes de salir por las rejas, dejando a ambos mafiosos solos.

ー Iré por mi coche, no la líes. ー Advirtió Grúas, mirando desafiante al menor.

ー ¿Y si mejol te quedas conmigo? ー Preguntó con una sonrisa el asiático, acercándose peligrosamente al pelinegro.

ー No la líes, Kalahari. ー Volvió a repetir con voz demandante Armando antes de dar media vuelta y caminar hacia la salida, dejando a Yun solo.

El pelirrojo bufó y se cruzó de brazos, observando al mayor hasta que desapareció de su vista. Dio la vuelta y se encaminó hasta el mueble de las armas, buscando entre los estantes la llave que había robado del taller, después de todo, era su arma favorita.

все вместе (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora