- Sinopsis -

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– ¿Y... cuál es su edad?

– ¿Disculpe, Super?—, el de mayor rango en la sala rodó sus ojos para repetir lo anterior dicho– tiene 23 años, ha estado en unas cuantas academias de entrenamiento policiaco. Al igual que en su anterior ciudad, ejercía un cargo como subinspector en jefe.

– Con que Subinspector en jefe, ¿no?

– Efectivamente señor.

– Muy bien. ¿Cuántos tenemos en lista de espera?—. acomodó sus gafas oscuras para tomar la carpeta que contenía todo el paleo con dicha información.

Respondió el de barba –Alrededor de 250 personas, señor. Le aseguro que él no le fallará, se compromete bastante con su trabajo.

Llevó una de sus manos a su lacia cabellera rubia y perfectamente peinada, para cerrar sus ojos y suspirar.

– Que pase por la mañana, ni un minuto más, ni un minuto menos. Que venga lo más presentable posible.

– Gracias señor, se lo comunicaré en seguida.— Comentó en jóven con una amplia sonrísa en su rostro.

– Buen servicio, oficial Greco.

– ¡Lo mismo digo, Super!— Exclamó desde lejos y fuera de la oficina.

Después de unos minutos, cuando el pelirubio quedó en completa soledad, se levantó y caminó con cautela por toda su gran oficina, pensando en voz alta. Para él, el expediente que le había mostrado el oficial, parecía ser totalmente pulcro y muy llamativo por el hecho de que tenía muy buenos comentarios, Gustabo no era el típico que contrataba a cualquiera que se postulace, al contrario. Necesitaba ver y comprobar por sí mismo si realmente poseía las capacidades como para poder formar parte del cuerpo, pero había algo dentro de sí mismo que no solo quería únicamente eso...

– Con que Jack Conway, ¡Já! Es un nombre un tanto... interesante.— Dijo para sí mismo, luego de ensamblar una clara sonrísa. Sosteniendo la foto del jóven de facciones firmes y sin expresión alguna.

(...)

|N/A|

Solo espero que al menos alguien lea esto.

— f.

nymphomaniac. | IntenaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora