alex

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Hola chez, perdón por escribir pero necesito contarte esto, te acuerdas de nuestras conversaciones sobre que piensa la gente de los suicidas, pues estos días he tenido que lidiar con esos comentarios más que cuando fue por ti, siempre me dicen que entre el cielo y el infierno los suicidas están medio o que ese era su destino, que ahora una familia tendrá que aprender y por medio de eso todos obtendrán lecciones, recuerdo que contigo todos eran compasivos por la nena que solías ser, pues nadie esperaba que lo hicieras, al menos yo no lo esperaba de esa forma o en ese momento, por cierto si ves pasar a Alex salúdale es un amigo que al igual tu tenía mucho miedo y dolor, no entiendo cómo pueden culparlos, nosotros fuimos los que estando cerca no supimos abrazarlos para atarlos a algo en esta vida.

Recuerdo perfectamente esa tarde cuando después de una de tus terapias me comentaste que un día ibas a perder el miedo a cruzar las calles sin mirar para ambos lados pues te esperaba algo mejor después del choque, yo solo me rei para mi era un chiste como cuando te acostabas de cabeza al borde de un edificio para mirar el mar en el malecón, ahora vivo cerca del mar y no he visto el primer amanecer con tu café llenando el ambiente de ese aroma que llamaste la mejor droga de la vida.

Te extraño ahora mas, desearía que pudieras ayudarme a pensar en alex de otro modo, ahora solo lo pienso con sus cualidades suicidas y de cómo nadie pudo notar que estaba mal, yo al igual que contigo me aleje de el, lo vi hace semanas y luego hace unas noche me escriben para decir, 'hey julio sabes que alex se suicido' crei que había sido un chiste, y llegaste a mi cabeza porque asi fue como me entere que ya no estabas mas aquí.

Le pido a Ana que no me suelte porque estoy al borde de caer otra vez y tengo miedo chez, estoy aterrado como si tu me volvieras a dar una señal de cuál es mi lugar, necesito aferrarme mas a la vida que a la muerte, no quiero volver a ese chico que estaba muerto despierto en las cuatro paredes de su habitación creyendo que no volvería a salir que no podía superar perderte, el chico que tenía que llamar a los amigos para no quedarse solo cuando te metías en su cabeza para hacerlo ir lejos de aquí, no deseo volver a repetir esa historia de estar durmiendo en el piso en casa de su madre porque tenía miedo a que la soledad lo hiciera caer.

Y recuerdo cada carta que escribo para ti, no logre la despedida que merecías fui un mal amigo esa vez y ahora fui peor que eso, he sido egoísta toda mi vida pensando solo en recuperarme y aprender a vivir que no supe cómo enseñarles. No he aprendido a vivir asi y no quiero dejar de intentarlo pero mi cabeza no deja de repetir que ese destino espera por mi. 

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