01 {𝐏𝐢𝐨𝐠𝐠𝐢𝐚}

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Lluvia

Jungkook caminaba deprisa bajo la incesante lluvia. Estaba nervioso, pero sentía la necesidad de estar junto a él. Aquella mirada había
tocado su alma, resucitándola con emociones que creía apagadas desde antes.

Desde que despertó sintió que debía buscarlo, y cuando encontró el papel con su dirección, supo que nada lo detendría.

Llegó al pequeño edificio y subió despacio las escaleras hasta el último piso. Podía
dar la vuelta y escapar, pero continuó y se detuvo frente a la puerta entreabierta.

Entró haciendo a un lado sus nervios, un olor a café recién preparado le dió la bienvenida.

Presentía en que terminaría esa inesperada visita, y estaba dispuesto a disfrutar lo que
él le había prometido con sus ojos. Miró alrededor, y vió varios cuadros acomodados sobre el piso.

Era agradable estar ahí. Le bastaba ver esas pinturas para darse cuenta de la pasión que él escondía dentro de su alma, que presentía también con los besos que ansiaba probar.

-Esto es una locura- murmuró para sí, e intentó dar la vuelta para escapar, pero
escuchó su voz profunda y se detuvo en seco.

-Te esperaba- le dijo mientras salía de una de las habitaciones, Jungkook se estremeció.

Se volvió con lentitud hasta quedar frente a él, respirando agitado. Lo miraba casi sin parpadear, y él temblaba de la emoción.

Era imposible no sentirse afectado; su aspecto de bohemio le otorgaba un toque de extrema sensualidad. Llevaba un suéter
holgado y jeans desteñidos con salpicaduras de pintura, y la barba de algunos días sólo aumentaba su imagen tan varonil.

-¿Cómo sabías que vendría?- preguntó intentando disimular su perturbación.

-Simplemente lo intuí- respondió, acercándose más a él.

Jeon Jungkook estaba a su merced, ya no podía pensar, sólo sentía que estaba vivo y que era un joven chico esperando perderse en medio de la pasión que él despertó con su profunda mirada y su aliento a café que quedó sellado sobre sus labios rosados.

Taehyung acarició su mejilla, luego deslizó el índice por el cuello y se detuvo en el borde superior de su camisa, la cual estaba húmeda y dejaba a la vista sus bonitas y blancas clavículas.

Jungkook cerró los ojos y Kim observó su rostro de facciones finas. El cabello negro resaltaba la blancura de su piel.

Él era su musa que hacía tiempo estaba buscando, y el chico, como si se tratara de agua, se había metido en sus pensamientos.

-Abre los ojos, por favor- murmuró ronco, y Jungkook obedeció -Quiero que veas el efecto que provocas en mí.

Jungkook descubrió el deseo filtrándose por los matices de sus ojos avellanos, y sonrió feliz; nunca nadie lo había mirado de esa manera.

Taehyung tomó su mano y la llevó hasta su pecho.

-¿Sientes cómo late mi corazón?- le preguntó a media voz, y Jungkook asintió con la cabeza, incapaz de decir palabra, Taehyung sonrió de medio lado -Voy a besarte... Y voy a adorar tu cuerpo como nadie lo ha hecho.

Y sin prisa cubrió su fina y suave boca con la suya, como si el deseo quemara en su interior, dispuesto a salir de su pecho y arrasar con todo a su paso, fundirse entre las llamas de la pasión que poco a poco emergían de entre las suaves caricias de sus belfos juntos.

Con sus grandes manos tomó su estrecha cintura mientras se pegaba más a su cuerpo. Y Jungkook no se quedó atrás, con sus brazos enroscándose en el cuello contrario, lo atrajo más hacia sí, uniendo sus pechos.

𝑳𝒊𝒏𝒅𝒂 𝒄𝒂𝒔𝒖𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 ♡ 𝖙𝖆𝖊𝖐𝖔𝖔𝖐! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora