KOKOBOP World (Chanbaek)

INTRODUCCIÓN

Es lunes cuando todo el pueblo despierta y nota la ausencia del gran Sol Rojo en la cima del Monte Oscuro, el sol brilla pero no con la intensidad del otro, preocupados empiezan a hacer sus cosas, sin embargo una mujer grita al notar que no hay agua, que la electricidad tampoco funciona y que tampoco hay polvo de hada para poder volar.

YeongJun quien como cada mañana ha salido ha hacer su ejercicio matutino, ha notado la desesperación en el pueblo, así que se ha puesto en marcha rápidamente hasta los aposentos del astrólogo.

—¡MARK! —grita con toda la fuerza de sus pulmones mientras golpea la puerta con los puños.

Un somnoliento pelinegro abre la puerta mientras se frota los ojos y busca sus gafas.

—Están en tu mesa de noche, al lado de tu cama —suelta adentrándose en la habitación del joven quien se abraza a su espalda y deja un besito en su cuello.

Él mismo las ha colocado ahí antes de salir esa mañana.

—Buenos días YeongJun —suelta grave, con voz de recién levantado.

—Hola chico, sabes, algo grande está ocurriendo allá afuera —dice y se acerca a la mesita para darle las gafas, el contrario lo mira con un puchero en los labios, frunce el ceño— ¿Qué pasa?

—Mi besito.

—Tonto —dice y se acerca a dejar un pequeño beso sobre los labios ajenos— ¿Contento?

—Bastante —responde satisfecho—. Bien ¿Qué es lo que ocurre allá afuera?

—El sol rojo no ha salido.

—Eso no puede ser posible —dice confuso mientras se acerca a sus ventanas y ver el cielo, efectivamente no hay el sol—. Esto no es bueno, la central de energía no sirve sin los rayos del sol.

—Lo sé.

—Vamos por TaeYong y convoca una reunión con el rey.

—¿Chico? Deberías cambiarte, mejor, vestirte, amo tu cuerpo en boxers pero no planeo dejar que alguien más lo vea.

—Y decías que solo sería sexo.

—Y lo es, solo que soy algo posesivo.

—Bien digamos eso.

—¡TaeYong! —gritan ambos, esperando que el jefe despierte, pues ya saben el pesado sueño que tiene, sin embargo grande es su sorpresa cuando este abre la puerta ya vestido y empieza a caminar, mas bien a correr con montones de hojas que tiene que revisar pues todo el balance se ha perdido.

—YeongJun ¿Hiciste la cita con su majestad?

—Si, el debe estar esperándonos en su oficina en estos momentos— confirma el pelinegro.

—Vamos, esto es muy malo.

La situación es complicada.

Eso lo sabe muy bien, pero él como el monarca del reino, no va a dar el brazo a torcer, no va a darle al estúpido rey del reino contiguo lo que tanto anhela.

Un tratado de paz.

¿Para qué? ¿Para verse los rostros todos los días? Ni hablar, el es suficiente para ver crecer a su reino.

Dark World no es un lugar como los demás.

Ninguna tierra de seres mágicos es tan maravillosa como su tierra soberana, en su país a la mitad de todo está algo llamado el Monte Oscuro, un enorme cúmulo de tierra y rocas donde yace su enorme castillo, y alrededor de este está el pueblo.