Moonlight | TOG

II.

Los dos entraron en la rutina después de eso. Bam se sentaba bajo la luz durante el día (estaba bastante sorprendido cuando se despertó el día después de que Khun se había ido, nunca antes habiendo visto tanta luz), o buscaba en la cueva nuevos descubrimientos o simplemente dormía. En el momento en que la luz comienza a desvanecerse, Khun salta por la abertura con un destello de luz. Pasarían toda la noche juntos y Khun volvería justo antes del amanecer.

Cada noche, Khun traía cosas nuevas. Tenía una bolsa extraña que podía caber dentro todo tipo de cosas y se las daría a Bam. Comida, ropa, productos de limpieza, juegos, incluso accesorios.

"Puede que no pueda llevarte afuera, pero eso no significa que no pueda llevarte el exterior", había dicho.

Pero Bam lo había rechazado todo.

Había exceptuado la comida y la ropa, pero todo lo demás lo usaría y luego lo devolvería. Cuando Khun insistió en que las tomara, simplemente las puso en la misteriosa bolsa de Khun. Khun suspiró y se conformó con un pedido.

Entonces dime una cosa que quieras. Solo una.

Bam le había señalado con una sonrisa. Transmitiendo sus sentimientos sin palabras, era incapaz de hablar. Mientras te tenga a ti, no necesito nada más.

Khun había abrazado al niño contra su pecho, y si tenía lágrimas en los ojos, nadie tenía que saberlo.

Actualmente, Khun estaba ayudando a Bam con ejercicios vocales. Ambos habían llegado al punto de su relación en que Khun entendería a Bam sin que él necesitara dibujar y gesticular tanto, y Bam entendía a Khun lo suficiente como para saber exactamente qué gesto o expresión sería mejor para hacerle entender.

Pero cuando Khun se enteró de que Bam no era mudo, simplemente no estaba acostumbrado a usar su voz, insistió en que Bam practicara hablar. Así que Khun estaba ayudando a Bam a recuperar su voz.

── Está bien, intenta decir mi nombre a continuación.

── Ah... eh... oh.

── ¡Has mejorado mucho desde la última vez! ── Khun alborotó el cabello de Bam, Bam riendo y sonriendo ante el gesto.── ¡Pronto podrás hablar correctamente!

Bam sonrió y asintió. A decir verdad, él mismo estaba emocionado de finalmente poder hablar con su amigo tanto como fuera posible. Le gustaba usar gestos para comunicarse, ya que estaba acostumbrado a eso, pero también quería contarle sus historias a Khun. Quería contarle sobre el monstruo que lo cuidaba, los monstruos que intentaban comérselo, las historias de sus padres, toda su vida.

── Oon.

── Me puedes llamar Agüero .── Khun sonrió.── ¿Pero, sí?

── Gasi... ah.

── ¿Gracias? ¿Por qué?

── Ami-o.

── ¿Amigo? ¿Me estás agradeciendo por ser tu amigo?

Bam asintió con una sonrisa.

── Oh, Bam. ── Khun negó con la cabeza y abrazó a Bam.── Yo soy el que debe agradecerte. Conocerte fue lo mejor que me ha pasado.── Khun se echó hacia atrás y movió su mano hacia el cabello de Bam, ahora acortado, sabiendo que a Bam le encantaba cuando Khun le acariciaba la cabeza.── Gracias a ti, Bam. Por mostrarme que todavía hay cosas buenas en la vida.