3. SONRÍE, SONRÍE, PEQUEÑO DAWSON

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"Sonríe, sonríe, pequeño Dawson"

Abrielle

— ¡Mira, papá, hay muchos policías en esa casa! —chilló mi hermano menor Steven, al momento en que ingresábamos a la calle, en la cual vivía Caroline, mi tía.

—Ya cállate, Steve —le reclamó mi hermano mayor Dante y ambos se pusieron a pelear. Pasamos por enfrente de la casa llena de policías casi a velocidad cero, y observé por mi ventana el panorama que me ofrecía la escena tipo CSI Miami. Una lujosa casa, dos autos del dueño, y tres autos de policía con las luces encendidas. Mi vista comenzaba a doler con tal parpadeo de luces rojas, y aún más cuando un policía hizo que mi padre se detuviera. Éste bajó el vidrio de su ventana y sin buenos modales ni ganas de hablar, esperó a que el policía le informara la razón por la cual lo hizo detenerse.

— Buenas noches —el policía, cuya sonrisa era un poco exagerada, se asomó por la ventana y nos inspeccionó: contó cuantos pasajeros íbamos y luego se dirigió a mi padre—. Es una gran familia. 

— Sí —contestó tajante papá— ¿Qué está sucediendo?

— Oh… ¿eso? —El policía apuntó a “la escena del crimen”— Estamos resolviéndolo justo en este momento.

— ¿Qué es? ¿Qué sucede? —mi padre preguntó nuevamente.

— Lo siento, no creo que deba hablar sobre esa situación justo en este momento.

— ¿Pero…todo está en orden? —papá insiste.

— Afirmativo, señor. ¿Ustedes son residentes? —negamos todos con la cabeza.

— Nos dirigíamos a esa casa —mi padre apuntó la casa vecina a la casa del  “crimen” y agregó: Vinimos a visitar a una tía.

—Uh, en ese caso, necesitaré revisar su auto.

—¿Qué usted qué? —el policía sonríe divertido.

—Eso. Ahora, bájese por favor y déjeme revisar el contenido de su auto. Luego, podrá continuar con su paseo.

Mi padre bufa y nos da una señal para que todos abandonemos el auto. Tomamos unas mínimas pertenencias y bajamos del coche. Cerré mi puerta y me di la vuelta, buscando saber qué era exactamente lo que estaba sucediendo en la otra casa. Alcé un poco mi cuello tratando de encontrar una mejor panorámica. Y lo siguiente sucedió de improviso, sin haberlo estado esperando. Abrí mis ojos y sentí asco  por el chico al que estaba observando. Sus ropas  estaban sucias y rotas, justo ahora hacía frío y él solo llevaba una camiseta rasguñada. Su cabello, revuelto y sucio, le llegaba hasta su frente y no vestía zapatos. ¿Él era un asesino? ¿Ese chico tan pobre y maltratado?

Mi hermano mayor me tira desde mi brazo derecho y me susurra:

— Ni pienses en sentir lástima por esa cosa —lo miro fríamente. Él suelta una risotada y sigue con su camino.

— ¡Suéltenme! ¡Se equivocan, ellos fueron, ellos vinieron por mí!  —le miro nuevamente y mi boca forma una “O” como reacción al ver que un policía le golpea la columna con un palo de madera.

Ayuda

Escucho dentro de mí. Ahora está mirándome fijamente. Un escalofrío me recorre la espina dorsal y me siento repudiable al sentir un leve deseo de socorrerle. Le toman de la nuca fuertemente y lo empujan al carro del policía. Se marchan.

— ¿Abrielle? —papá me llama.

— ¿Hmm…? —musito sin correr mi vista. 

—Hace bastante que han terminado de revisar el auto. ¿No vienes a casa? —entro, pero sin dejar que mi mente se deshaga de la escena de la cual fui testigo.

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2015 ⏰

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"Oye, Fea" | Harry Styles |Editada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora