Parte 1: Mis primeros años

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Desde el inicio yo creí que este poder era toda un bendición, sin embargo al pasar del tiempo cada vez dejo de pensar que podría serlo. Llevo años vagando por la tierra sin propósito alguno para seguir con mi existencia pero no he encontrado nada en este planeta que valga realmente la pena. Pero para que puedan entender a lo que me refiero tenemos que remontarnos al inicio de esta larga vida.

Es 1811 en algún lugar del norte de Japón, en una cabaña en las afueras de un pequeño poblado se encuentra una mujer dando a luz. Llevaba un tiempo en labores de parto.

Padre de Issei: Vamos cariño, ya casi lo logras, solo aguanta un poco mas.

Madre de Issei: Eso intento, pero la verdad ya estoy agotada. AAAAAHHHHH!!!!.

Se oye un ultimo grito antes de que lo único que se escuchara en el lugar fuera los llantos de un recién nacido.

Padre de Issei: Es hermoso mi amor, saco tus mismos ojos. Como crees que deberíamos llamarlo? 

Madre de Issei: Issei, se llamara Issei.

Mis dos padres  solamente se quedaron ahí observando el fruto de su amor, sin embargo había algo de lo que ellos no podían percatarse y era que yo, su hijo, por asares del destino termino siendo el recipiente de uno de los seres mas poderosos que el mundo haya conocido, si señores, estamos hablando del Drago Emperador Rojo o como yo lo llamo, Draig, el cual estaba sellado en un sacred gear en mi interior. El problema era que durante mi nacimiento su fragmentada alma en conjunto con una minúscula parte de su poder se filtraron directamente a mi cuerpo  generando que parte de mi corazón fuera Dragonificado y mi alma se fusiono con la de Draig.

Voz desconocida: oh, parece que después de todo estos aparatos no eran del todo irrompibles, me pregunto que efectos podrá tener mi poder en el cuerpo del mocoso a largo plazo.

Pensaba el Dragón ahora mas libre de lo que jamás había estado.

Los primeros años de mi vida fueron bastante normales. El era un niño al que le gustaba jugar con sus amigos y pasar tiempo con su padre, realmente lo único anormal de mi era que solía curarme de mis heridas con bastante rapidez algo que era extraño pero tampoco para tanto en palabras de mis padres, es mas, lo veían como una bendición. Mis amigos solían alagarme por ese don de cual desconocia la procedencia hasta ese momento . Sin embargo en una noche normal como cualquier otra lo inevitable paso.

Era una noche de otoño del año 1821, a mis 10 años de edad. Ese fue el momento en el que finalmente conocí finalmente a Draig.

Voz desconocida: Oye mocoso.

Dijo la voz en un tono bastante tranquilo, yo al oírla fui despertando poco a poco para al final no encontrar a nadie en su habitación. extrañado y algo aturdido decidí intentar volver a dormir, sin embargo justo cuando estaba a punto de volver al mundo de los sueños la voz volvió a hablar.

Voz desconocida:  Hey, mocoso, no me ignores.

Yo con algo de miedo volvi mi cabeza dipuesto a saber quien me hablo, aunque claro con un monton de miedo.

Issei: Q-Quien esta ahí (dije entre murmullos a la voz)

Voz desconocida: Pues yo mismo enano. (dijo esta vez  la voz en tono autoritario pero a lo único que le puso atención el castaño es que su brazo estaba brillando de un color rojo y tuve la única reacción que tendría un humano normal )

Issei: AAAAAhhhhhhh porque mi brazo esta brillandooooooo.

Voz desconocida: cierra la boca niño o harás que nos descubran.

En eso entra a la habitación el padre de Issei con un cara de preocupación.

Padre de Issei: Que paso? esta todo bien acá?

Issei: El InvencibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora