Capitulo 10... Café

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Usualmente en Los Ángeles el clima era muy bueno, pero hoy no era el caso, una fuerte lluvia cubría las calles de la hermosa ciudad soleada.

Mire como la lluvia caía de forma brusca en el jardín de Kendall tratando de convencerme de que había tomado una buena decisión en dejar Londres por unos días, al menos hasta que la prensa se aburra.

Joseph finalmente había fallecido.

¿Me sentía triste?

No lo sabía.

Ni siquiera sabía cómo sentirme.

Al menos la mano de Kendall me mantenía con los pies en la tierra.

- ¿Estas segura de no asistir al funeral de tu padre?.- pregunto en un susurro, mire sus ojos llenos de preocupación y no pude evitar reír, estaba recargada en el marco de la puerta junto a mí.

- Aunque no lo estuviera no podría asistir. - respondí segura, ella me miraba confundida. - estoy a muchas horas de diferencia. ¿Crees que estoy haciendo mal?

- No, no lo creo. - respondió de forma apresurada. - pero tengo el presentimiento de que no estás del todo segura.

Di un paso hacia ella y abracé su cuerpo, su brazos me rodearon y me quedé callada por un instante.

- Todo el mundo me pregunta si estoy bien. - me queje. - no estoy segura de cómo me siento al respecto.

- Tus hermanas asistieron. - murmuró en voz baja.

- Ellas no tienen razón alguna para odiarlo. - murmure en voz baja. - Katherine y yo tenemos una razón para odiarlo.

- Si, lo sé, pero... – la voz de Kendall se apagó y subió sus manos a mis hombros donde masajeo ligeramente.

- Kendall, siento como si peso de encima se cayera de mis hombros. - explique. - sé que murió, pero... Siento que al final puedo dejar todo para empezar de nuevo.

Kendall asintió no muy segura.

- He estado pensando, en tomar unas largas vacaciones. - confesé de forma soñadora. - viajar, tomarme el tiempo para conocer, el tiempo para estar con mis hermanas y para estar contigo. El tiempo para descansar.

- Me alegra saber que estás pensando en ti. - hablo Kendall dejando un beso en mí mejilla. - estoy totalmente de acuerdo con todo lo que tengas en mente.

- Se que tienes que trabajar, pero ¿te gustaría hacer el primer viaje conmigo?

- Nada me haría más feliz que estar contigo. - respondió emocionada, pero había algo en su voz, no sonaba tan segura de sí misma comparada con su emoción

Ella estaba preocupada por mí y de la forma en que hui de Londres en cuanto Joseph murió, los paparazis me seguían y no me daban respiro, era como si mágicamente todo el mundo recordará que yo era su primer hija.

- Te amo. - me recordó dejando un beso en mis labios.

- Yo también lo hago.

Me gustaba la forma en la que mi corazón se descontrolaba cuando ella decía eso, me hacía feliz y en estos momentos, el dolor que sentía dentro de mí era tan grande.

Escondí mi rostro en el hueco de su cuello. Y disfrute de la suave voz del televisor mientras respiraba su aroma.

Si, quizás mi corazón latía con felicidad, pero estaba segura de que, en mi caso, no todo podía ser perfecto.

Solo me preguntaba hasta cuando sería así.

- Diablos, hoy es un día realmente frío. - me queje temblando por el frío mientras me aferraba a mi grueso abrigo.

Hearts Don't Break Around HereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora