PRÁCTICAMENTE EN PROBLEMAS.

XXXIX

ELTON

Llego a mi casa y a la primera persona que veo en cuanto entro por la puerta es a mi hermana, que no tiene buena cara especialmente.

—Hola.—saludo cortante posando las llaves sobre la mesa del salón—¿Qué haces despierta?

—Hola...—dice incorporándose en el sofá y no dirigiéndome la mirada en ningún momento—Estoy mirando la televisión.

Tiene mal gesto, como si le hubiera ocurrido algo malo.

—¿Y esa cara?

—La que tengo.

—Ya sé que tienes esa cara. Me refiero a qué cojones te ha pasado.

—Cosas mías...

—Me lo puedes contar.

—¿Desde cuándo te importo?

—¿Estás tonta? Desde siempre. Eres mi hermana.

Me siento a su lado en el sofá y se levanta de un brinco alejándose rápidamente.

—¿Se puede saber qué coño te pasa?—la pregunto.

—Nada. Si me dejaras tranquila estaría mejor.

Se va corriendo a su habitación y cierra la puerta con pestillo. Trato de abrirla pero no lo consigo.

—¡Mia abre la puta puerta!

No oigo nada al otro lado conque decido irme a mi habitación. Mi hermana es demasiado rara pero nunca ha tenido ese comportamiento cargado de...¿Miedo?

Voy a mi habitación indignado y me desnudo y me quedo en calzoncillos. Me meto en la cama y pienso en mandarle un mensaje a Emma pero no quiero agobiarla. Tengo que darle su espacio. Además, mañana la volveré a ver, si es que no me salto las clases con Tom.

Me llega un mensaje al móvil y miro rápidamente pensando que puede ser ella pero es Jess:

Hey guapo ;)

Ver su mensaje me ha sorprendido bastante. Después del día que he tenido hoy con Emma me siento mal si la respondo. Pero, ¿desde cuándo me importan los sentimientos de los demás? Ni siquiera me importan los míos. Decido dejarle el mensaje en leído y apago el móvil y me quedo frito.

***

Por la mañana decido ir a clase y esta vez no es por Emma, que conste. Están empezando a acercarse los exámenes finales y no me he enterado de absolutamente nada. Ni siquiera se exactamente que narices me tengo que estudiar. El instituto es una mierda.

Me ubico con Charles y el equipo de rugby entrenando. El entrenador lleva semanas machacándonos, por lo menos a ellos. A mi me lleva machacando unos dos días pero ya se me han hecho eternos. Deseamos ganar al Portland sea como sea. Sería una victoria que merecería ser conmemorada como se debe. Un gran paso hacia el futuro de nuestro equipo de rugby del Garfield High School.

Interrumpe mis pensamientos el lanzamiento de la pelota de Neithan hacia mí. Últimamente congeniamos demasiado en el campo, pero solo en el campo. La atrapo en el aire al instante y comienzo a correr tanto como mis piernas me lo permiten. Esto de ser "back" me deja satisfecho. Los "backs" suelen ser los jugadores más rápidos y ágiles y creo que siempre que estoy en el campo lo demuestro. Finalmente marco un "try" y todos vienen corriendo donde mi alegres y se abalanzan sobre mí.

—¡Vamos a ganar joder!—chilla el entrenador saltando de alegría y abrazando al chico que está de prácticas.

Todos se echan a reír y entre las carcajadas miro un momento hacia las gradas y me encuentro con Emma. Posee una sonrisa de oreja a oreja y por unos instantes cruzamos miradas. Se que yo también la estoy sonriendo porque siento como las comisuras de mi boca se elevan.