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Era un día como cualquiera, la alarma había sonado, el odiaba ese sonido por que indicaba que tendría que ir a la escuela. Pero esta vez es diferente, era su primer día en la escuela Kibougamine, el en verdad estaba emocionado pero no sabría a lo que tendría que enfrentarse al fin y al cabo, el estaba en el curso de reserva y no poseía ningún talento. Pero el no se lo pensó dos veces, se levantó de la cama y se puso el uniforme de la escuela, se arregló y bajo a la cocina a desayunar algo. Estaba emocionado por poder ir a la escuela que tanto había admirado. Cuando termino de desayunar recogió su mochila, se calzó y salió disparado rumbo a la escuela, no querría llegar tarde el primer día de clases.

Por fin llego a su ansioso destino, la escuela kibougamine, casi no se lo podía creer y de lo rápido que llego, aun le faltaban diez minutos para llegar a clase a si que a partir de ahí se lo tomo con más calma. De camino al edificio del curso de reserva se encontró a unos estudiantes del curso principal, se preguntó cómo sería estar estudiando allí pero el nunca tendría la oportunidad a si que se limitó a mirar al frente y entrar al edificio para buscar su clase.

Su primer día se le había hecho eterno los profesores eran muy estrictos y sentía que iban demasiado rápido para ser el primer día, pero era de esperar. A la hora de comer se fue a un sitio donde no hubiera mucha gente , encontró un banco al lado de una fuente , le extraño que no hubiera gente en ese sitio ya que a él le parecía bastante bonito. De camino al banco se choco con una chica de pelo y ojos rosa, al instante se percató de que era una estudiante del curso principal

–E-eh, lo siento mucho no vi por donde iba – Dijo Hajime inclinándose en modo de disculpa.
–No te preocupes por eso, fui yo la que no vi por donde andaba– Dijo la pelirrosa con una sonrisa.
Hajime se percató de que ella estaba jugando a un videojuego en su consola, le resultaba bastante familiar.

–Una pregunta, ¿eso es Gala Omega cierto? – Dijo Hajime con un tono de intriga

Rápidamente la chica le miro y le acribilló a preguntas sobre si le gustaba, si lo conocía y cosas del estilo.

–B-bueno alguna que otra vez lo he jugado– dijo Hajime en respuesta a las preguntas de la pelirrosa .
–¿De veras? Ese juego es muy antiguo casi nadie lo conoce– dijo ilusionada la chica.
–Hace tiempo que no lo juego pero la verdad me gusta – respondió Hajime a la pelirrosa
–¡Wow! No esperaba encontrarme a alguien que conociese un juego tan antiguo, y dime ¿como te llamas? Yo soy Chiaki Nanami, un gusto– anuncio sonriente Nanami.
–Ah, yo soy Hajime Hinata... del curso de reserva– respondió Hajime.
–Oh, no había conocido a nadie de allí antes. Ah tengo una idea que tal si mañana traes tu consola y jugamos los dos aquí – dijo Nanami con un tono de ilusión
–¡Claro! Mañana la traeré– respondió sonriente a Nanami.
–!Pues mañana nos vemos! Yo me tengo que ir ya, un placer conocerte Hinata-kun– dijo la pelirrosa haciendo un gesto de despedida.
–Si, hasta mañana– Hajime le devolvió el gesto y al igual que ella se marchó.

Cuando llegó a su casa lo primero que hizo fue hacer la tarea de clase y después irse a cenar, para mas tarde caer rendido en su cama, no creía que los profesores iban a ser tan estrictos pero será algo a lo que tendrá que acostumbrarse, a los pocos minutos de estar tumbado en la cama este se durmió.

Otro día más que la alarma suena y tendría que ir a la escuela, este hizo su rutina de todas las mañanas y se marchó a clases. Su día marchó de lo más normal, sin nada que resaltar excepto que las clases lo dejaban rendido, aún no se acostumbraba al nivel de esta escuela, al menos hoy su día se le hizo un poco más corto que el anterior. Hajime recordó que había quedado con Nanami en la fuente como acordaron el día anterior. Hajime salió de clases con su mochila y en ella la consola que le dijo que traería. Al llegar al lugar acordado vio que Nanami no estaba y decidió esperar un rato sentado en el banco, al cabo de cinco minutos vio a Nanami llegar, pero esta vez traía a alguien con sigo el cual le llamo la atención, este era un chico más alto que la pelirrosa, tenía una piel clara y un pelo blanco bastante esponjoso y alborotado extrañamente le recordaba a una nube.

–¡Hey Hinata-kun! Lamento haber llegado tarde, es que las clases terminaron un poco más tarde– dijo al castaño en forma de disculpa.

Cabe recalcar que esta es la primera historia/ fanfic que hago a si que aún soy muy inexperta y espero que os vaya gustando la historia. Este capítulo ha sido realmente muy corto lo siento :( intentaré que el próximo no lo sea.

Mi verdadera suerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora