Aclaración: Candy Candy y sus personajes le pertenecen a Kyoko Mizuki (Keiko Nagita) y Yumiko Igarashi.
Febrero de 1915
Estados Unidos.
*1
La guerra no se aplacaba desde aquel fatídico 28 de julio de 1914 cuando el imperio austro - húngaro, en venganza por el asesinato del archiduque Francisco Fernando ―muerto un mes atrás por un nacionalista serbio―, le declaró la guerra a Serbia y éste pidió la intervención inmediata de Rusia.
Las piezas de ese ajedrez comenzaron a moverse rápidamente y los países tomaron partido por algún bando. Alemania le declaró la guerra a Rusia y a Francia, entonces las movilizaciones germanas invadieron Luxemburgo y Bélgica. El 4 de agosto de ese mismo año, Inglaterra declaró la guerra a Alemania y envió sus primeras tropas a Mons en conocimiento de que las intenciones de los alemanes era llegar a París, sucedió entonces el llamado: "Milagro de Marne"; tras muchas bajas francesas en la resistencia y con un gran número de soldados franco – británicos lograron detener al enemigo gracias a la estrategia logística del general Jofré. Los rusos ingresaron por Austria e iniciaron la batalla de Tannenberg al invadir Alemania por el Este, convirtiéndose así en una contienda sangrienta y despiadada. Así mismo, dos nuevas naciones se unieron al conflicto: Japón, por la triple entente y Turquía, por los imperios centrales. El ataque frontal no era una buena estrategia, dejaba demasiadas bajas y escaseaban soldados, entonces para no ceder territorio se cavaron trincheras cercadas por metros de alambres de espinos. El hogar transitorio de miles de soldados. Hogares de oscuridad y muerte.
Los rumores de inmigrantes que llegaban a tierras neutrales hablaban de una guerra nunca antes vista. El número de muertes que se manejaba era alarmante, las atrocidades que el enemigo era capaz de cometer y los relatos que publicaban diarios sensacionalistas dejaban al resto del mundo atónitos y desesperanzados ante la promesa incumplida de que todo terminaría antes de la Navidad de 1914. Todas estas noticias acrecentaban la incertidumbre con respecto al futuro, además existían claras indirectas y presiones políticas de parte de Inglaterra para que Estados Unidos se les uniera a la causa. Era una realidad: la guerra seguía su curso.
El mundo se desmoronaba a su alrededor, así lo sentía ella que tenía en su corazón una irreparable pérdida, su querido amigo: Stear abatido en una misión aérea de reconocimiento. Para el Real cuerpo aéreo (RFC) [1] significaría una lamentable baja; sin embargo para la tía abuela y los familiares más cercanos era un dolor que perduraría por mucho tiempo en las oscuras paredes de la mansión de Lakewood.
Desde la colina la naturaleza inmersa entre macizos y nacientes yuyos danzantes, le parecía tan irreal. Volvió a hojear ese libro de poemas que le acompañó durante semanas y la invitaba a reflexionar, leyó en voz alta un par de versos. Suspiró. Alzó la vista al cielo, abrió los brazos y se dejó caer de espaldas sobre la hierba; en las mullidas nubes que se enfilaban ante sus ojos viajaron a su mente los rostros abstractos de sus propias dudas de infancia. No, no debía pensar en ello ahora, había muchísimas cosas en qué preocuparse como por ejemplo: ya no tenía trabajo y su llegada repentina al hogar sólo causó problemas.
—Ay, ¡cabeza hueca! ¡En qué pensabas! —se recriminó, recordando en el lío que se metió.
Charlie, un pequeño del hogar de Pony, se rehusó a ser adoptado por una pareja argumentando que tenía familia a la que quería conocer. Enseñó un sobre que contenía unas cartas y unos documentos que la hermana María y la señorita Pony revisaron, si todo era cierto, revelaba su verdadera situación: no era huérfano, tenía abuela y madre que estaban dispuestos a costear cualquier trámite para un viaje de regreso. Un regreso a Europa.
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Tiempo de respuestas
RomanceEl destino es en ocasiones caprichoso y juega con la vida de las personas entrelazando los caminos. ¿Es una respuesta al llamado de nuestras almas a reencontrarse?