Mejores Amigos•Wos

03

Bianca

Me desperté por los gritos de mis hermanas, que por los que se escucha se estaban peleando por una mochila. O debe ser por cualquier otra pavada pero son re exageradas las locas.

Me levanté de la cama para ir a gritarles que se callarán, porque no pienso levantarme quiero seguir durmiendo.

Generalmente me despierto como a las seis de la mañana por la facultad, pero hoy es domingo y recién son las nueve de la mañana a si que quiero dormir más.

–¡CÁLLENSE UN POCO PENDEJAS DE MIERDA, QUIERO DORMIR!

–DECILE A MORENA QUE ME DE LA MOCHILA–grito Sofia enojada.

–ES MI MOCHILA, YO LA VOY A LLEVAR–dijo Morena. Y siguieron forsejeando la mochila y gritándose un montón de cosas.

–Para que quieren la mochila, si tienen una banda ahí–me miraron enojadas y todavía forsejeando.

–Porque mamá nos dijo que mañana va a venir la tía y nos va a llevar al cine y yo le dije a Morena que quería llevar está mochila y ahora me la quiere sacar.

–¿Qué tía?–las tías que tenemos son re insoportables

–La tía Feli, la única tía que es capas de llevarnos a algún lugar, si las otras son re ortivas y nos viven retando por cualquier cosa– tiene razón Morena.

Feli es la hermana de mi mamá y todo lo contrario a ella y las hermanas de mi papá.

La tía Feli no es como las tías chismosas que siempre miran lo que subís a las redes sociales para después contarle a tus viejos, ella es como una amiga.

Te aconseja, te ayuda en lo que necesitas, es tu cómplice y siempre te apoya en los que quieras.

Ella siempre fué así como extrovertida y alegre.

Tiene 31 años, es soltera, siempre tiene sus novios o no se si les puede llamar así pero bueno.

–¿Cuando viene me dijiste?

–Creo que hoy a la noche o mañana no sé– dijo de mal humor porque se descuidó y Sofi se la saco rápido.

Pero después fue y seguían peleando.

Cómo siempre.

–!Dejen de pelear loco!– grite pero no había caso, son el agua y el aceite.

–Ya fué matense–me fuí a abajo a desayunar. Ahora ya está, ya me había levantado y no me puedo volver a dormir.

Estaba desayunando en la cocina y entro mi mamá.

–Hija me voy a comprar un par de cosas y también la comida para hoy a la noche, vamos a comer con la familia y también viene tu tia Feli– asentí y me dió un beso en el cachete– Cuida que tus hermanas no sé maten tanto.–dijo y después salió.

Termine de desayunar y me quedé sentada ahí con el celular.

–Hola loca–levante la vista y estaba Valen con Santi.

–Hola Valen y hola Santi– los saludé con la mano.

–Hola Oli, ¿Y las chicas?–siempre estaban juntos los tres, son inseparables.

–Estan arriba, estaban peleando fíjate si podés entrar sin que te revoleen algo.–rió y subió.

–¿Qué onda vos, todo bien?- preguntó apoyándose en la mesada

–Bien, estoy aburrida no se qué hacer. Mi vieja se fue a comprar la comida para hoy a la noche, y hoy viene mi tía Feli

–Que suerte, esa es la única tía buena onda–es verdad, era la única que nos aguantaba a nosotros y a nuestras cagadas.

Pero lo notaba raro, como si me quisiera preguntar algo.

–¿Vos estás bien? ¿Me querés decir algo o que pasa?

–No nada aburrido. Te quería preguntar si podés cuidar a Santi un rato, porque viste que mis viejos se fueron y yo me tengo que ir.–dijo rascándose al nuca–Va yo te digo como también tenes que cuidar a tus hermanas qué sé yo.

–Sí no hay drama, total se queda ahí con las nenas... ¿Y a dónde tenés que ir?–si re chusma ya sé.

–Es que me tengo que juntar con alguien– dijo haciendo referencia a la última palabra. Y ahí entendí.

–Ah, si no hay problema andá–ahora tengo que hacer de niñera

–Gracias genia–dijo sonriendo.

Me dió un besito en el cachete y se fué.

Me quedé mirando a un punto fijo pensado en que todos esos sentimientos confusos están volviendo.

Porque aunque me haga la tonta yo se que muy en el fondo no quiero que Valen sea solo mi amigo.

Y eso es horrible porque arruinarimos la amistad, además estoy completamente segura de que el no se fijaría en mi de una forma amorosa

Tengo miles de recuerdos lindos con el

Como esa vez que teníamos 14 años y estábamos en el techo de su casa viendo las estrellas, como que no me comportó como antes, como una verdadera mejor amiga. Como que ahora me quedo embobada viéndolo y no sabiendo lo que me pasa.

•Flashback•

Estábamos en el techo de la casa de Valen, acostados viendo las estrellas a las doce de la noche, porque no nos podíamos dormir. Valen estuvo re bajón todo el día porque hace bastante tiempo le gusta Tatiana, una chica del cole y le pidió para salir, pero le dijo que no porque estaba saliendo con otra persona y encima lo tiró re abajo.

–Oli– hizo una pausa y lo miré– gracias por estar conmigo siempre–es re tierno.

–Siempre voy a estar para vos Valen.

–Yo también siempre voy a estar–nos quedamos mirando con una sonrisa.

–¿A vos no te gusta nadie?– preguntó mirando las estrellas. Y lo dude bastante porque es este momento quería matar a Tatiana y quedarme toda la vida con Valen. Pero no me quiero confundir, porque siempre vamos a ser amigos.

–No por ahora no me gusta nadie–dije mirando las estrellas también.

–Dale ¿Posta? ¿Del colegio tampoco?

–No, son re densos en el colegio.

–Si en eso tenés razón, hasta piensan que somos novios los boludos–Siempre nos burlaban porque pasábamos mucho tiempo juntos.

–Si re cualquiera imaginate– dije nerviosa ya que yo ya me lo había imaginado y fue raro pero no tanto, en realidad fué lindo, pero solamente son eso, imaginaciones.

–Mal re raro seria, pero–hizo una pausa y se dió vuelta para mirarme y yo también me di vuelta, quedando frente a frente–prometeme que siempre vamos a ser mejores amigos a pesar de todo. Aunque peleemos, no nos hablemos o cualquier otra cosa nunca nos vamos a olvidar del otro–levantó el meñique.

–Te lo prometo Valen siempre vamos a ser mejores amigos y siempre vamos a estar el uno para el otro–junté mi meñique con el suyo.

•Fin del flashback•

Y después de años ese sentimiento raro volvió. Esa noche fue re linda. Aunque después de un rato una vecina armó un re bardo porque pensó que éramos unos chorros que querían entrar a la casa y nos re cagaron a pedo. Pero fue divertido como todas nuestras aventuras.