Nicolás
No soporto la angustia de no saber nada de Vaiolet. Me siento responsable de todo esto, Evan tiene razón no cumplí con mi promesa y ahora me siento como la peor mierda del mundo.
Recuerdo como le excitaba bañarse en sangre apuñalando a esos hombres, es demasiado buena para defenderse por sí sola, pero eran mucho contra ella sola. No puedo arrebatarle la vida a sangre fría a una persona, simplemente no puedo hacerlo así sea el más cruel y malo, no entiendo cómo funciona eso.
Me impresiona su experiencia lidiando con hombres, su fuerza, agilidad y precisión son magníficas. Pero no pude hacer nada y como siempre terminó salvando mi vida.
Escucho que tocan a la puerta, tomo un cuchillo que se encontraba en la mesa. Abro la puerta lentamente y un hombre entra, pero le amenazo con el arma blanca, pero de un movimiento me tira al suelo para después colocar el cuchillo en mi cuello.
Es Noah...
─ ¡Eres un imbécil! Por eso es que se llevaron a Vaiolet
─Yo no soy un asesino, no utilizo la violencia para hacer el mal
─Será mejor que te calles antes de que me arrepienta de dejarte vivir, ¿Dónde está Evan?
─Salió con Candela, su pareja
─¡Vaya! No sabía que alguien podría fijarse en ese ruco─ me ayuda a ponerme de pie, eso es bastante extraño.
─Cuando encuentre a Vaiolet me la llevaré de inmediato, ya me cansé de este jueguito estúpido de las escondidas, ¡Por mí que le maten al padre!
─Se nota que no te has tomado el tiempo de conocer a Vaiolet
─La conozco tanto que me sé de memoria el sabor de su piel
─¿Crees que eres el único? Yo fui el primero
─Pero es conmigo con quien prefiere estar─ eso último hace que mi rabia y el estrés quieran desatarse en su cara.
─Haré que te mande al carajo, no la mereces
─ ¿Quién eres tú para decidir qué es lo mejor para ella?
─Soy mejor que tu─ se limpia el sudor de su rostro y toma rápidamente la navaja para tratar de atacarme, pero lo esquivo, de una patada le hago que la tire. Le doy oportunidad de que se ponga de pie para seguir la pelea.
Trata de darme un golpe en la cara, sostengo su brazo y de un movimiento lo tengo debajo de mi besando el suelo.
─Basta hombres ¿Por qué se están peleando en esta noche tan amena? ─ escucho una voz a nuestras espaldas.
Un poco adolorido se pone de pie Noah y lo ve con cara de asco. Es un hombre igual de mayor que Evan, tiene pinta de ser un hombre sin oficio ni beneficio.
─ ¿Tú debes ser Nicolás verdad? Has crecido mucho desde la última vez que te vi─ levanta sus cejas en complicidad lo cual me hace aborrecerlo, pues la última vez que nos vimos fue cuando intentó abusar de Vaiolet.
Es un pedófilo de mierda...
─ ¿Quién eres tu mamarracho? ─ dice Noah y no puedo evitar reírme de eso.
─Soy Mark, mi hermano Evan me pidió de favor que lo ayudara en una importante misión y aquí estoy queridos.
─Y no pudo buscar mejor ayuda─ digo de manera sarcástica viendo a Noah.
─Como sea yo vine escoltado por los hombres de Evan y mañana llegarán mis hombres junto con Rafael, no podemos perder a nuestra socia estrella─ me guiña el ojo.
─Sólo te importa para que sea tu instrumento de distracción y te salve el culo ¿no es así?
─ ¡Más vale que cierres la boca o te la corto en este mismo instante! ─ dice empujándome Noah.
─ ¡Calmados hombres!
─Veo que ya se están conociendo─ dice sonriente Evan lo cual me desconcierta aún más. ─ Candela encontró donde esta exactamente Vaiolet, así que mañana mismo vamos por ella─.
Al fin una buena noticia, aunque será difícil lidiar con estos personajes...
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Dulce Sabor Inmortal
Ficción GeneralRenunciaré al mundo sólo por probar el dulce sabor de la inmortalidad en sus tentadores labios... Nicolás va en busca de Vaiolet su primer amor. Esta dispuesto a todo por tal de encontrarla, pero ella no es la misma chica de la que el se enamoró, ah...