"El desarme"

El cafécico.

POV Alba. 

Si tan solo hubiera sabido, hubiera hecho las cosas diferentes. Aquí me encontraba escribiendo sobre ella. 

Rebotan tus palabras en mi mente.

Como si pudiera verte.

Desaparecer.

Quédate.

No quiero que te vayas.

Te di todas mis armas.

Quédate.

No quiero que te vayas.

Te di todas mis armas.

Si pudiese pedirle algo ahora mismo sería eso que se quedase, si solo estuviera en mis manos. Iría a Júpiter por ella, porque ese era su mundo.

Las lágrimas no dejan de salir por mis ojos, escurren en mis mejillas y yo solo me aferro a ese gatito que un día me regaló. 

¿Por qué la vida era así? Aún recuerdo el día que la conocí. No sabía que iba a ser tan importante en mi vida, todo cambió ese día. 

En instantes tu vida da un giro y todo lo que creías querer cambia. 

Meses antes. 

Aquí estaba caminando al elevador, hoy me presentarán a mi nueva publicista para mis nuevos proyectos. Subo al elevador y pongo el piso al que me dirigía, la puerta ya estaba por cerrarse hasta que llega una chica corriendo. Quedo sorprendida por la belleza de esa chica; piel un poco bronceada, cabello rizado, y ojos profundos.

-¡Perdón! - dice la chica. 

-No te preocupes, ¿a qué piso vas? - pregunto con una sonrisa. 

-Al piso cinco. - contesta con una sonrisa. 

-¡Vale! Es al que voy yo. 

-Muchas gracias, mujer. 

¡Dios! La voz de esta mujer, es tan ASMR. ¿Qué estoy pensando? Si yo tengo novia y la amo, pero algo me hace sentir esta chica. Tal vez es simpatía. 

-¿Vas a una junta de trabajo? - pregunta Alba amable.

-Sí, tengo una junta de trabajo. 

-¡Vale! Mucho éxito.

-Y a ti mujer.

-Alba, me llamo Alba. - digo amable.

-Mucho gusto Alba, mi nombre es Ana Julieta. - dice la chica con una sonrisa.

Ana Julieta, parecía que no sabía quién era yo. Hemos llegado ya a nuestro piso, y bajamos juntas.

-Vale, mucha suerte Ana Julieta. - digo con una sonrisa. - Tal vez nos estaremos viendo. 

-Tal vez. - dice Ana Julieta guiñando un ojo. - Nos vemos Alba Reche. - termina de decir Ana Julieta caminando a una oficina. 

¿Alba Reche? Entonces sí me conoce, ¡Vaya! Está chica si que es buena en disimular, ¿la volveré a ver?

Dejo esos pensamientos para dirigirse a la oficina a la que tenía que ir. Toco antes de entrar.

-Adelante. - escucho que dicen desde adentro.