Ángel Del Mar ♡ 𝙹𝚊𝚌𝚘𝚋 𝙱𝚕𝚊𝚌𝚔

꧁CAPÍTULO VI꧂

Llevábamos diez minutos andando por el bosque de camino a la casa de mi familia. Era todo bastante incómodo ya que nadie hablaba. Pensaba que cuando los viera después de todo este tiempo tendríamos conversaciones infinitas de todo lo ocurrido en estos tres años. Eddy miraba a Rosalie de vez en cuando y luego se volvía y observaba uno por uno a los que tenían la piel más oscura como Leah. Parecia más bien que los estuviera vigilando.
Lo peor es que yo estaba en el medio de ambos grupos junto a mi hermana y sinceramente no era muy cómodo. Se podía ver en el ambiente la rivalidad que se tenían unos a otros. Menos mal que entre los árboles llegue a percibir el tejado de lo que podía ser su casa. Cuando nos acercamos más supe que era el hogar de mi familia por lo que me habían hablado de ella Edward, mi cuñada Bella y mi encantadora sobrinita Renesme o Nessi como la gusta que la llamen, aunque no se porque.

No podía parar de contemplar su maravilloso hogar que comparada con la de Alaska es mucho más bonita. La casa tenía dos plantas; la fachada del primer piso era negra y la parte de arriba de color marrón. Lo tenía todo; su garaje, su patio, una terraza arriba y una entrada de lo más bonita con sus escaleras para acceder mejor a la puerta principal. Pero claro no podía olvidarme de los enormes ventanales que me encantaban, porque seguro que se podía ver todo el bosque que hay alrededor.

Cuando termine de recorrer cada centímetro de la casa con la miraba y volver al mundo real, me di cuenta de que Rosalie y Bella estaban hablando con mi hermana de nuestras habitaciones. No paraban de decir que nos encantarían ya que las habían decorado ellas.

-Peque, te va ha encantar la tuya.- Empezó a comentar Rosalie con una enorme sonrisa que pocas veces muestra, solo con las personas que más confía.- Me he encargado personalmente de ella, no he dejado entrar a ningún duendecillo.- Dijo en un tono más bajo guiñandome un ojo, a lo que yo no pude contener una pequeña risa.

-Ros, seguro que me encantará.- Le respondí todavía con la sonrisa.- Y gracias.- Lo último lo dije en un tono más bajito para que solo ella lo escuchara y al no decir nada más nos dimos un abrazo.

Caminando las cuatro hacia la entrada no pude evitar fijarme en la cantidad de vampiros que había alrededor de la casa, se que son inofensivos pero al haber tantos y además juntos me ponía algo nerviosa. De repente alguien me da un empujón sacándome de mis pensamientos y como no estaba atenta acabo en el suelo.