Johnny es el amor de mi vida

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Era 1984 cuando mi mamá me arrastro con ella a otra mudansa.

Ya estaba cansado de ir de ciudad en ciudad, pero no podía molestarme con mi mamá, ella hacia lo que podía. Pasaron las horas luego de que el auto dejara de funcionar y tuviera que empujarlo, pero por fin habíamos llegado a nuestra nueva casa, una vecindad podrida y barata pero casa al final de cuentas.

Aun recuerdo la decepción que tuve cuando vi que la piscina estaba más vacía y seca que mi vida amorosa.

Durante nuestra estancia conocí a un señor chino de la tercera edad, no parecía muy estrafalario pero tenía sus raresas como sus arbolitos asiáticos.

Paso el tiempo hasta que empecé a tener amigos, me invitaron a una fiesta en la playa. Ahí lo conocí, Johnny Lawrence. Al principio me pareció el típico chico problema, con su carácter rudo y sus amigos motociclistas arruinado la fiesta, pero luego nós miramos a los ojos. No puedo explicar como paso, sin embargo fue una sensación hermosa, sus bellos ojos azules me habían atrapado en su interior, jamás había sentido algo así con ninguna chica.

Y siento que él también sintió lo mismo al verme.

Amor a primera vista. Pero yo no era homosexual, o al menos eso es lo que sabía, nunca antes había sentido atracción por un chico.

Entonces tuvimos una pequeña pelea, pues intente acercarme a él luego de que no parábamos de mirarnos mutuamente. No sabia bien lo que iba a hacer, no quería llegar y decirle -Hola, soy Daniel, me gustas- seria muy patético e incomodo.

-Hola- me atreví a decirle, pero fue igual que saludar una pared, ni siquiera me regreso la mirada, como si fuera un fantasma y él no pudiera escucharme. -Soy Daniel.

-¿Que quieres?- me dijo en un tono tosco.

-No... nada- conteste nervioso -Yo sólo quería...

-No perdemos el tiempo con perdedores hermano- dijo otro de los chicos con chaqueta.

-Dejalo- exclamó el chico rubio. -Soy Johnny Lawrence.

-Daniel Larusso, -le conteste. -tienes un lindo cabello.

Diablos se me salió.

-¿Eres maricon?- me pregunto el tercer amigo de Johnny. -Jaja Johnny, le gustas al flaquito, ya tienes novio.

-¡Callate!- le grito - No soy maricon.

-Enseñale Johnny.

Y entonces me empujó, eso me había molestado y me levante de la arena dispuesto a pelear con el chico que hace unos segundos me parecía lindo.

Pero tropeze porque él se quito y me esquivo, eso me enfureció más y lo volví a intentar, pero sucedió lo mismo, y entonces alcancé a golpearlo en la cara, pero me lanzo un puñetazo al estomago que me dolió.

Me quede ahí tirado en el suelo con la cara llena de arena mientras ellos se iban en sus motocicletas.

Pasaron los días y los encontré en la escuela, lo que faltaba. Entonces Johnny se me acercó cuando sus dos amigos no estaban con él. Me agarro de mi camisa y me arrastro al baño de hombres, pensé que me quería dar otra paliza, pero para mi suerte no fue así, me soltó y vigilo que no hubiera nadie más adentro

-Oye lo siento, por lo de la fiesta en la playa.

-No me interesa -bufe molesto y apunto de irme, pero me empujo a la puerta de un pupitre en cuanto había dado dos pasos.

-Escuchame, no suelo disculparme así que más te vale valorarlo.

-No quiero tus disculpas.

-Oye de verdad lo siento, no tuve opción.- dijo y me paso delicadamente su mano por mi mejilla.

Yo sólo quería irme de ahí, gritarle, tal vez golpearlo y huir. Aunque al parecer él tuvo otros planes, sé acercó a mi, yo temblé un poco del terror y baje la mirada, estaba muy cerca y me agarro del mentón para obligarme a verlo.

-De verdad siento lo que paso- dijo de manera seductora. -Pero me dolió el puñetazo.

-Cree.. Creme yo...yo igual lo lamento.

-Tienes unos ojos bonitos- me dijo y se acercó a mi oído para decirme - y me encantan tus labios -susurro.

Me dio un escalofrío por todo el cuerpo y él lo noto, lo siguiente que supe es que me comía la boca el mismo chico rubio que me había golpeado y dejado adolorido.

Debí haberlo alejado, debía estar molesto con Johnny, pero su beso era tentador, un vicio adictivo, mi corazón latía tanto que podía escucharlo.

Sé separó, yo quería seguir besándolo, esos labios venenosos de cobra que fueron mi perdición.

-¿Te gusto?- comento cínico con una sonrisa ladeada. -Si quieres más te veo en el arcade esta noche.

Y se fue.

No sé que fue lo que me impulso a ir, tal vez fue la satisfacción que me dio su beso y la tentación que tenía de recibir otro igual.

Pedí permiso a mamá diciéndole que no tenía tarea y me despertaría temprano a pesar de que no durmiera bien. Ella dudo pues mañana era apenas el segundo día de clases, pero la convencí.

Al salir me encontre con el Sr. Miyagi, lo salude sin darle mucha importancia, lo ayudaba en su casa pero no teníamos una relación muy cercana.

Llegue al arcade, y estuve un buen rato en los vídeo juegos esperando ver a Johnny, pero no estaba por ninguna parte, temía que no apareciera y llegue a pensar que no vendría.

Luego sentí que algo me golpeaba la nuca, y vi que caía al suelo una pasa. Luego sentí otra golpearme otra vez y volví la cabeza para buscar al responsable. Heche un vistazo panorámico y vi a Johnny a lo lejos comer una pasa con esa característica sonrisa suya, me estaba molestando.

Eso me hizo enojar un poco, solamente quería burlarse de mi, así que me giré con el seño fruncido dispuesto a irme, pero Johnny me alcanzo y me volteo de un hombro.

-Hey tranquilo, no te enojes precioso.

-Dejame.

-Vamos, no puedes odiar a alguien tan guapo como yo.

Su arrogancia y egolatría era algo irritante, mas aún así me divertí con él esa noche, luego me acompaño por un callejón algo oscuro, vigilo que no hubiera nadie y me dio otro de sus deliciosos besos.

-¿Dime, quieres ser mi chico? Pero nadie puede saber lo que tenemos, ¿entiendes?

-Lo entiendo.

-¿Entonces que dices?

-Si, me encantaría.

-Buena decisión hermosura.

-¿No tienes una novia pública que estés engañado conmigo verdad?

-Nene, soy muchas cosas pero no un infiel.

-¿Puedo confiar es que me serás fiel?

-Claro, tú flojito y cooperando.- y me beso de nuevo, pero esta vez más corto y menos apasionado. -Nos vemos Danny.

Y se fue entre la oscuridad.

Yo regrese a casa, me acosté en mi cama y me quede pensando mirando el techo. Ahora tengo un novio clandestino, un secreto de amor, que locura, no sé que vio un chico tan guapo y fuerte como Johnny en mi, un niño delgaducho y débil, pero lo que si sé es que Jonny Lawrence es el amor de mi vida.

No Vales Más Que Yo (Daniel X Johnny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora