Al día siguiente mi mayor temor era ver a Johnny y a los imbéciles de sus amigos. Sin embargo, está ves me acompañaría en la tarde el señor Miyagi para ayudarme a enfrentarlos.
Las clases fueron estúpidas como siempre, hace tiempo que había bajado mis calificaciones, así que hice créditos extras para poder pasar las materias. Johnny seguía su vida como si nada pasara. Eso me molestaba, ¿dónde había estado cuando toda mi alma se partía en pedazos por su culpa? ¿Cuando el frío me calaba hasta lo huesos porqué él se alejaba de mí? ¿Dónde estaba cuando todo mi tiempo se perdía en intentar hacerlo feliz?
Finalmente las clases habían terminado y el señor Miyagi había venido a recogerme en una camioneta.
El señor Miyagi bajo y me preguntó si sabía conducir, le dije que claro, y me entrego las llaves, pero le dije que no era tan bueno y que no tenía licencia, él respondió que tampoco tenía una.
-Entonces adelante- dije y arranque el motor, yo sabía perfectamente a dónde íbamos, vamos a buscar a las cobras a su nido.
Cobra Kai, ese dojo del demonio. Ambos entramos y lo primero que vimos fue al sensei rubio gritando "Hai" mientras sus alumnos de karate gritaban "fuerte" y daban un movimiento de dar un golpe, esto repetidamente.
Ellos estaban a nuestras espaldas así que no nos vieron primeramente. De repente el hombre vestido de negro tomo a uno de sus alumnos y lo tiró al suelo.
-Pierde la concentración en una pelea y eres cadáver.- le dijo
-Si sensei- le contestó
-¿Qué?
-Si, sensei.- le repitió.
-Arriba, sesenta lagartijas con los puños- le ordenó, luego gritó combates y todos hicieron una formación en el cuadro negro pintado en el suelo, todos actuaban como si no estuvieramos ahí el señor Miyagi y yo. - En guardia, Hai.
Una pelea comenzó frente a nuestros ojos, yo no sabía que hacer o decir para llamar la atención y el señor Miyagi observaba silencioso el ambiente, como analizando la enseñanza del sensei de cobra kai.
-No entrenamos para ser compasivos, la piedad es para los débiles- dijo el sensei del dojo. No fue hasta que Johnny, que seguía con su ojo morado por el golpe del señor Miyagi, nos miró, creo que más al señor Miyagi que a mí, que por fin tuvimos algo de atención en el lugar. -Aqui, en la calle, en competencia, si un hombre se enfrenta, es un enemigo y los enemigos no merecen clemencia, ¿Cuál es el problema señor Lawrence?
-El viejo que está allá es el que nos golpeó, sensei- le murmuró, pero lo escuché claramente.
-¿Sabe que? Mejor vamos de aquí- le dije al señor Miyagi, pues había sido su idea más que nada venir a conocer al sensei de los cobras.
-Espera...aún no- me contestó él.
-Clase, tenemos visita, formense detrás de mi- dijo el sensei, y yo pude ver cómo Johnny sonreía con malicia. Entonces él y Kresse se nos acercaron. -Sé que el otro día golpeó a algunos de mis estudiantes- le dijo al señor Miyagi.
-Temo que fue mal informado- le contestó.
-¿Llama mentiroso al señor Lawrence?
-No llama nada a nadie.
-¿A que ha venido aquí anciano?
-A pedir que dejen al muchacho tranquilo.
-¿Qué pasa? ¿Es tan marica y poco hombre que no puede resolver su problema él solo?
-Problema uno contra uno si, problema uno contra cinco es mucho pedir a cualquiera- y vaya que el señor Miyagi tenía razón, yo mismo lo sabía ahora que los había enfrentado.
-¿Eso le molesta? Bueno, podemos arreglarlo, ¿está listo para el combate señor Lawrence?
-Si sensei- le contestó Johnny.
-No más peleas por favor.- pidió el señor Miyagi.
-¡Esto es un dojo de karate, no una clase de tejido! No va venir a mi dojo a lanzar un desafío y después marcharse, ahora que su muchacho combata o usted y yo tendremos un problema.
-Es mucha ventaja- le contestó -después de todo, estamos en su dojo.
-Diga donde- le respondió amenazante.
-El torneo.- dijo el señor Miyagi refiriéndose al torneo del cartel que estaba pegado en la pared del dojo y que acababa de ver. Tras esto el sensei de Johnny se rió.
-Es muy estusiasta anciano, demasiado, pero creo poder complacerlo, ¿No es así señor Lawrence?
-Si sensei.
-Acepto.
-Solo una última petición: dejen en paz al muchacho, para entrenar.
-Es muy agresivo viejo, pero eso me gusta, me gusta, de acuerdo. - se volvió a su clase y exclamó -¡Nadie toca a la prima donna hasta el torneo! ¿De acuerdo?
-Si sensei- gritaron todos.
-Y por cierto, no crean que no sé que cinco de ustedes han estado revolcándose con este maricon. Así es señor Lawrence, se muy bien que usted y sus amigos han estado metiéndole el pito, no crea que no soy bien informado. Es claro que les contagio su homosexualidad, pero no sé preocupen, ya estaba pensando en cómo encargarme de curarlos a ustedes, y esa es la única razón por la que le concedo al anciano y al niñito este favor, por vergüenza, es lo que menos puedo hacer para compensar su falta de hombría, así que no quiero que se le acerque señor Lawrence, ni que lo toque, de ningúna forma, le queda prohibido tocarlo o golpearlo, y va para todos, si me entero que me desobedecen, su castigo para curarlos será más duro.
Johnny tenía un gran sonrojo y los ojos abiertos como platos. Acaban de exponerlo frente a todos sus compañeros de karate.
-¡¿Queda entendido?!
-Si sensei.
-Pero si no van, no habrá consideraciones, para él, o usted.- amenazó.
El señor Miyagi solo le asintió, me colocó detrás de él y nos marchamos de ese lugar.
-¡No puedo creerlo!- le reclamé al señor Miyagi.
-¿Qué?
-¡En lo que acaba de comprometerme! ¡Usted dijo que iba a ayudarme!
-Si, lo hice.
-¡¿Cómo?!- le pregunté incrédulo.
-¿Cómo? Evitandote golpes.
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No Vales Más Que Yo (Daniel X Johnny)
FanficDaniel Larusso es el novio de Johnny Lawrence. Daniel cree que es feliz y que todo está bien, quiere creer que todo es perfecto, pero la triste realidad es que esta atrapado es una relación tóxica en la que es abusado físicamente a golpes de karate...