Capítulo 3

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Dick había sacado un cita con el médico hace tres días para un examen con análisis, lo más completo posible, ya que creía que tenía una infección estomacal o algo mal, porque había vomitado casi todo lo que consumía, pero le asustaba más estar esperando un cachorro, aunque con las veces que Damian lo montaba a la semana, no le sorprendería, el hijo de Thalia quería herederos, de manera desesperada. 

Llegó al edificio donde estaba el mejor médico particular de Gotham, quien ya lo esperaba en su oficina para revelar lo que los análisis y exámenes hubieran arrojado sobre su salud.

 — Sr. Grayson, los resultados muestran que se encuentra en un excelente estado de salud, me siento feliz de darle la noticia que está en estado gestante, y me parece que la siguiente semana estará disponible para hacerle la primera ecografía, porque por los resultados obtenidos de sus exámenes, tiene aproximadamente tres meses.  — Terminó de decir el médico con una sonrisa.

Dick solo asintió y tomó la receta para unas vitaminas que debía comprar para ayudar a su cuerpo con el proceso, estaba sorprendido y asustado, las fechas coincidían con la vez que su Alpha lo marcó así como con la última vez que estuvo con Jason, eso le partió el alma y esfumó la poca felicidad que le había traído la noticia de su bebé, por ahora solo seguiría con el tratamiento, sabía que su pareja estaría feliz con la noticia.

---seis meses después---

Era casi medianoche, Jason observaba el cielo nocturno desde el techo del edificio en el que trabajaba, en ese momento cubría el turno de uno de sus compañeros, esa noche estaba el cielo limpio, y las estrellas resplandecían con singularidad, había comenzado a divagar en algunos de sus recuerdos con Dick, por alguna razón sentía que él lo necesitaba, pero sabía que solo era su cabeza tratando de buscar una justificación para volver a Gotham, se había mantenido en contacto con Bruce por mensajes, no le había dicho dónde estaba, pero sabía que podía confiar en él, el tiempo había limado las asperezas que tuvieron en un pasado, era el padre que nunca tuvo, Jon seguía viviendo con ellos y aún se recuperaba, él joven kryptoniano había sufrido incluso más que él, porque de alguna manera el vínculo que tenían era muy similar al que tendrían si lo hubiera marcado, aún con el tiempo era poco probable que dejará de sentir la presencia de su Alpha.

Todd comenzaba a ser feliz, sus amigos lo apoyaron y eran una familia, algo disfuncional, pero familia, seguía viviendo con Roy y el pelirrojo parecía que no le dejaría marchar sin dar pelea, eso le alegraba, esa era la razón por la que siempre tenía cuidado en sus rondas, alguien lo esperaba en su hogar, no le abandonaría.

En Gotham, Dick entraba de emergencia al hospital, su parto se había adelantado por una semana, su embarazo fue de alto riesgo, por lo que pasó los últimos meses en cama, había tenido dos amenazas de aborto, lo que había provocado su regreso a la mansión Wayne, para que Alfred pudiera cuidar de él y ayudarle en esa etapa, mientras Damian se hacía cargo de la empresa y patrullaba la ciudad. El joven Wayne estaba feliz de tener un cachorro, pero también se preocupaba por su Omega, el parto sería la parte más difícil de ese largo proceso, muchas cosas podrían salir mal, por lo que estaba angustiado y ahora deseaba poder tener a sus dos amores sanos y salvos.

Después de una hora de estar en la sala de espera, llegaron Bruce, Tim y Alfred al hospital, para hacerle compañía, era la primera vez que veía a los dos primeros después de haber marcado a Dick, por lo que estaba sorprendido, más no lo demostró. Alfred les había comunicado la situación, serían apoyo por cualquier situación, además, eran familia al fin de cuentas.

El parto había durado casi 12 horas, había sido muy difícil con muchas complicaciones, que le costaron a Dick la infertilidad a futuro, pero su nena había llegado a este mundo, era una Alpha de preciosos ojos azules (como su madre), de cabello azabache y piel del color de la leche, su madre la sostenía mientras la alimentaba, su padre la contemplaba maravillado al igual que el resto de los presentes.

El momento era hermoso, pero Tim vio algo que lo hizo asustarse como nunca antes, ya que la pequeña poseía una marca de nacimiento cerca de su brazo muy parecida a la que Jason tenía en la espalda, nadie lo había notado al parecer.

La pequeña Helena era una bebé sana, dormilona y bastante tranquila, luego de llevarla a la mansión, Conner, Kori, Selina y Clark los habían visitado, querían conocer a la hija de la pareja, sería bien cuidada y consentida por todos.

Nota del autor:
Hola, ya se que es un capítulo más corto de lo habitual, pero espero que lo hayan disfrutado.
Gracias por leer, hasta la siguiente semana criaturitas.

El llanto del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora