Capítulo 5

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---Algunos años después----

La relación entre Jason y Dick era de respeto, aunque a Dick aún le dolía no poder estar como antes con él, Damian y Jason solo se toleraban por el bien del cachorro, lo demás estaba casi como siempre, aunque la confianza que había entre Dick y el menor de los Wayne era casi nula.

La pequeña Helena había desarrollado un apego muy grande por sus "tíos" que la visitaban cada mes y jugaban con ella, a tal grado que en una que otra ocasión Jason le había dejado su chamarra favorita a la pequeña para que le dejara ir, con la promesa de volver por ella, pero eso no le molestaba, la pequeña era adorable y esperaba que su infancia fuera feliz, Roy estaba encantado con ella, era la bebé que no podía darle a Jason pero le hacía feliz que también le quisiera.

En esos meses habían decidido empezar trámites para solicitar papeles de adopción, era un largo proceso, bastante complicado y con muchos requisitos, pero habían decidido que eso era lo que querían hacer, Roy entro a trabajar en la empresa de su mentor Oliver, le daba una buena paga con la que podrían completar para una casa en Star City, sabían que no eran candidatos fuertes por ser una pareja poco habitual, pero iban a luchar porque todo saliera bien para darle a un cachorro la familia que merecía.

Habían ido a Gotham ese fin de semana para celebrar el séptimo cumpleaños de la pequeña, habían estado buscando el regalo perfecto toda esa semana, hasta que encontraron algo que posiblemente sería adecuado.

Al llegar a la mansión solo estaba la familia más cercana, Alfred los recibió y condujo a la sala, donde dejaron su regalo.

—¡Jay! ¡Roy! Que bueno que llegaron, creí que se habían olvidado de mí— Llegó diciendo una pequeña pelinegra, que portaba un gorro de cumpleaños y un vestido azul que la hacía verse de lo más adorable. 

— Jamás nos olvidaríamos de ti, pulga. Sabes que eres nuestra princesa y que estamos perdidos sin ti — respondió Jason mientras la cargaba para darle un abrazo familiar junto con Roy. 

La fiesta había sido bastante divertida, la comida deliciosa, solo Alfred podría lograr algo así. Ya casi cuando todos se iban decidieron que era la hora de abrir los regalos.

Empezando por el de sus tíos favoritos, la pequeña se apresuro a ver qué era, saltando de emoción al ver una chamarra de su talla que hacía juego con la de sus tíos, tenía escrito en la espalda “Pulga menor” en letras pequeñas, en la parte inferior, ella les agradeció el regalo, le gustaba mucho el estilo de sus tíos y se dió cuenta que en las chamarras de ellos también había algunas leyendas que eran “Papá pulga” (Jason) y “Mamá pulga” (Roy), una idea que surgió al visitar una de las tiendas, habían hablado previamente con los padres de la niña, para evitar conflictos. 

La pequeña abrió los demás regalos y la fiesta terminó, pero ellos debían quedarse una noche más en Gotham, esa fiesta solo había sido una excusa para convocar a los demás vigilantes, se habían dado varios disturbios en diferentes puntos de la ciudad por causas desconocidas para Damian.

Por lo que siguiendo el consejo de Bruce, convocó a los demás para pedir su ayuda, habían mandado a llamar a otros, el caos que se extendía como pólvora y necesitaban ponerle fin, por lo que el plan a seguir era fácil, dividirse en equipos para ir a diferentes puntos y erradicar la amenaza. Dick junto con Bruce, Clark y Lois se quedarían en casa por cualquier situación, para ayudar a Alfred en caso de emergencia. Artemis esperaba a Roy y Jason en el punto de encuentro que le habían dicho. Damian iría con Kori y Tim, mientras que Jon haría equipo con Conner y Selina,  se suponía que nada podía salir mal, pues habían estudiado la zona y a quienes lo causaban, pero no contaban con que ya los esperaban.

Un grupo extremista, antiguos seguidores del Joker bajo el mando del Acertijo, habían hecho que las pandillas se pelearán por ciertos territorios, para irritar a los ocupantes, esperaban a la artillería pesada para acabar con ellos y de esa forma hacer salir al Batman original, era una venganza personal. Por lo que no esperaban ser acribillados en cada punto que revisarían esa noche, lo que parecía ser una inspección de rutina se convirtió en una masacre, sangre, pólvora y gasolina eran los aromas que cubrían a la ciudad, muchos de los extremista no les importaba continuar vivos, siendo usados como bombas humanas, querían purificar la ciudad y hacer salir a su antiguo némesis, aquel que destruyó a su Dios, a su adorado Joker.

Selina murió al intentar detener a la turba que se disponía a llegar a la mansión, ese era su objetivo, Tim y Damian habían quedado inconscientes después de que Kori los salvará de explotar por una de las trampas del acertijo, llegando a la mansión.

Jason estaba sacando del fuego a una muy herida Artemis y un inconsciente Roy, mientras se dirigía de regreso a la mansión en uno de los vehículos, logrando flanquear parte del perímetro al usar sus bombas contra ellos, si bien estaba fuera de práctica, sus sentidos se habían agudizados y la adrenalina estaba a tope por ver a su familia herida, llegaron a la mansión, donde sin haber visto unos de los secuaces de Nygma le disparaban en la espalda a Jason, pero Roy había sido más rápido y se interpuso en el camino de las balas, muriendo al instante, mientras le disparaba los pocos rivales que habían en pie, Artemis decidió sacrificarse al estrellar el auto contra uno de los "sacrificios" cargados de explosivos que estaban en la entrada del camino que llevaba a la mansión, Conner y Jon habían controlado a otra parte de aquella turba, junto con Kori.

Jason había sido herido, dando muy cerca del corazón, 

Lo habían ingresado a mansión, su hija lloraba, estaba asustada por todo el alboroto que se había formado alrededor de su hogar y al ver la sangre en el Alpha se puso histérica, los demás trataban de ayudar, pero Jason estaba cansado de pelear, por lo que en algún punto cerró los ojos y sin más, su espíritu fue libre de ese cuerpo terrenal.

--Algunos días después---

Estaban velando a sus muertos en una zona de la mansión, al final todo había sido una matanza, muchos heridos y demasiados muertos, la pequeña estaba destrozada, porque hacía poco que se había enterado de que Jason era su verdadero padre, lo había leído en unos papeles médicos de cuando ella enfermó, entendiendo el porque su papá Damian de repente había cambiado con ella, y del porque mamá siempre había guardado las fotos y cartas de aquel Alpha en uno de los cajones de su armario, lejos de todo, cómo una pequeña máquina del tiempo que consultaba cuando las cosas no iban bien.

Dick se lamentaba por todo, una parte de su familia y corazón había muerto con los que ahora estaban bajo tierra, había causado daños que pensó podría reparar con los años venideros, al saberse ya la verdad de todo, pero no fue así.

Todos sabían que la vida no era lo que habíamos planeado, pero no podías hacer nada más que aceptar los hechos que te da, la pequeña Helena cada año en su cumpleaños iba al cementerio a dejarle rosas a su padre, lo tuvo poco tiempo pero sabía que siempre le acompañaría.

Nota del autor:
Gracias por haber seguido está historia, espero que les haya gustado este último capítulo.

Hasta luego criaturitas, cuídense y nos leemos en otra ocasión.

El llanto del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora