Enamorado Del Nerd /Frededdy/ [Terminada]

•Treinta•

-¿Tú eres Joy?- preguntó la azabache de ojos miel acercándose a la rubia

-Sí, mucho gusto- sonrió un poco apenada

-En serio muchas gracias por ayudar a nuestro hijo, no sé cómo agradecerte lo que hiciste por él-

-Oh, no se preocupe por eso- sonrió -Sólo... ¿Podríamos pasar a verlo?-

-Claro- dirigió su mirada al azabache y se sorprendió un poco al verlo -Tú... Tú eres Fred, ¿Verdad?-

-S-sí- bajó la mirada -Es un gusto volver a verla-

-Quisiera decir lo mismo- suspiró y regresó su mirada a la rubia -Bueno, Joy. Entonces sí puedes pasar a ver a mi hijo- sonrió levemente

-Muchas gracias- apretó sus labios -Fred... Fred también puede, ¿Verdad?-

-No, él no- desvió la mirada -Sé que mi niño también estuvo mal por su culpa, así que no quiero que lo vea-

-Señora, le juro que no era mi intención lastimarlo... Ambos estábamos bien y-y alguien empezó a decir cosas para que nos alejaramos-

-Aún así, no creo que a Freddy le agrade verte. Así que por favor, no entres- abrazó el brazo de su esposo -Nos vemos-

-¡E-espere! Por favor... E-en serio necesito ver a Freddy... So-solo un par de minutos, no pido más- apretó sus labios -Por favor-

-Niño, mi esposa ya dijo que no- habló con seriedad el más alto de todos

-Por favor... Se los suplico- mordió su labio y sin pensarlo mucho, se dejó caer de rodillas frente a los adultos -Por favor-

Tanto como la rubia y los mayores miraron sorprendidos al azabache, la de ojos miel suspiró y colocó su mano en el hombro del ojinegro.

-No te pongas así... ¿Tanto quieres ver a Freddy?-

-S-sí, por favor- suspiró bajando la mirada

-... Está bien, pero a la próxima no te pongas de rodillas- sonrió un poco -Sólo... No estés tanto con Freddy-

-Claro, l-lo que usted diga- apretó sus labios y se levantó del suelo

-Bueno, nosotros regresamos en un rato... Nos vemos- le sonrió a ambos jóvenes y luego comenzó a caminar junto a su esposo hacia la salida del hospital

-Fred... ¿Estás bien?- preguntó Joy acercándose al mayor

-Eh, ¿Sí? ¿Por qué?- preguntó un poco confundido

-Tú... Tú rogaste, tú nunca harías eso-

El de cabello negro no pudo evitar sonrojarse por la vergüenza, desvió la mirada y rió nervioso.

-N-no sé de qué hablas- apretó sus labios -Tengo que ir a ver a Freddy- susurró y comenzó a caminar a paso rápido hacia la habitación donde se encontraba el menor

El más alto buscaba el número de habitación donde se encontraba el moreno, suspiró al encontrarla y estando nervioso abrió la puerta con cuidado.
Entró a la habitación y lo primero que vio fue al castaño en la camilla. Sintió una punzada en su pecho y sus ojos cristalizarse, suspiró y cerró la puerta luego de entrar.

-¿Freddy? ¿Co-cómo te sientes?- susurró conforme se iba acercando al menor

El de ojos azules se encontraba con los ojos cerrados, con algunas agujas en sus brazos y con una mascarilla de oxígeno. Su rostro se encontraba con algunos moretones y su cuello tenía algunas marcas rojas.

-De haber sabido que todo esto iba a pasar... N-no me hubiera involucrado contigo- suspiró, agarró una silla para poder sentarse al lado de la camilla -En serio perdóname- apretó sus labios sintiendo las lágrimas bajar por sus mejillas -No creí... No creí q-que todo esto pasaría s-si estaba contigo- dejó caer su frente en la camilla mientras más lágrimas salían de sus ojos

El moreno comenzaba a escuchar que alguien le hablaba, con pesadez abrió un poco sus ojos y buscó con su mirada a la persona que hablaba.
Al escuchar un sollozo miró a su lado, viendo los cabellos azabache de Fred, su pulso cardíaco se aceleró un poco y con algo de temor tocó el cabello ajeno.

Fred se enderezó rápidamente al sentir el débil toque en su cabello, al alzar su mirada se encontró con la mirada azulada del más bajo.

-Freddy ¿Co-cómo estás?- sonrió levemente y con cuidado agarró la mano del menor -¿Te duele algo? ¿Qui-quieres que llame al doctor?-

El castaño quiso hablar, sin embargo un fuerte dolor en su tráquea hizo que se quedará callado, sus ojos se cristalizaron y negó levemente.

-N-no llores, ¿Sí?- se levantó de la silla y con cuidado agarró las mejillas del menor -E-estoy aquí y te voy a cuidar, no te dejaré solo- sonrió ligeramente y besó con cariño la frente del moreno

«Fred... Por favor, quédate a mi lado y no te vayas» pensó mientras las lágrimas comenzaban a salir de sus ojos.