Noche sin estrellas - Tanjiro x Kanao

Sin luna

Al día siguiente Kanao no lo volvió a ver, según escuchó Tanjiro e Inosuke habían ido a encontrase con Zenitsu para ir a alguna misión.

Se sentía mal, realmente lo último que se esperaba era que el pelirrojo llevase algo tan pesado sobre sus hombros y peor, que nadie supiese de eso.

Sin embargo esos pensamientos fueron rápidamente olvidados gracias a su entrenamiento y a su espada.

Luego unas semanas, el trío de cazadores volvió a la Finca Mariposa.

— ¡Tanjiro! — Naho corría hacia él y lo abrazaba

— Naho-Chan, buenas tardes — Él correspondía el abrazo de la pequeña a la vez que miraba a Kiyo acercarse

— Buenas tardes, Tanjiro-san, Inosuke-san, Zenitsu-san — Les sonrió, luego de hacer una reverencia corrió hasta Naho y también abrazó a Tanjiro.

— Buenas tardes, Kiyo-Chan — Con su sonrisa como siempre, Tanjiro las saludó.

Al alzar su mirada se encontró también con la violeta mirada de Kanao, que presenciaba todo sin decir nada.

— Kanao-san — Le sonrió, esta vez una sonrisa distinta a la de Naho o Kiyo, una con algo de tristeza — Buenas tardes — Ella lo miró, luego se dio la vuelta y caminó hacia la cocina.

Detrás de ella Naho se le acercó y habló en voz baja — ¿Porqué lo ignoras, Kanao-Chan? — Un tono preocupado salió de ella

Kanao paró de caminar y miró a Naho — ¿Importa si le respondo o no? —

Naho asintió — Importa, porque él podría pensar que lo odias y eso haría que se distancie de ti y todo se vuelve incómodo —

Kanao siguió caminando — Lo siento — Siguió caminando en dirección a la cocina.

No fue hasta la noche que pudo volver a encontrarse con Tanjiro.

Él estaba sentando en el borde de una de las salidas hacia el patio de la Finca Mariposa, patio que aveces usaba para practicar.

En el mismo lugar que ella hace algo de tiempo lo vio desahogar esos sentimientos que guardaba de todos.

Él la volteó a mirar, ella solo se quedó viéndolo esperando un saludo de su parte, pero ese dichoso saludo nunca llegó.

Tanjiro se levantó de su puesto y empezó a andar hacia el algún lugar fuera de casa.

¿El Karma? ¿Eso era? Ahora que ella quería intentar hablarle, él la evita ¿Enserio?

Suspiró, seguramente más tarde lo vería.

Pero no fue así, a la mañana siguiente le informaron que el trío de cazadores se había ido a hacer misiones.

Nuevamente, algunas semanas pasaron hasta poder volver a ver a este trío de cazadores.

Esta vez había algo raro en Tanjiro, ella estaba segura de que evitaba su mirada, era algo... cortante.

Luego de su jornada de entrenamiento, se sentó en el suelo, el césped bien cuidado causaba cierta sensación de comodidad en ella.

— Kanao-san, buenas tardes — Detrás de ella, Tanjiro habló — ¿Terminando su sesión de entrenamiento? —

Ella abre su boca, pero no dice nada, solo le sonríe y asiente.

— Oh... — El aura pesada del chico se alivianó un poco — ¿No entrenas con Shinobu-Sama? —

Ella negó — Aveces — pudo sentir al chico sentarse en el césped, a varios metros de ella, una distancia demasiado exagerada.

A unos 5 metros Tanjiro habló — Vaya... yo creía que los tsugukos y los pilares entrenaban juntos siempre — Le sonrió, esta vez una sonrisa un poco más alegre, pero con la misma tristeza que la última vez.

¿Qué hacía? ¿Se disculpaba con él por su forma de actuar? ¿O simplemente dejaba que él diera rienda a la conversación?

Sacó su moneda y la lanzó al aire, una mirada curiosa por parte del pelirrojo no pasó desapercibida por ella.

Cara para pedir perdón, cruz para no hacerlo.

Atrapó la moneda y miró el resultado: Cruz.

— ¿Qué haces? — Tanjiro la miraba curioso

— Decido que hacer — Le sonrió, la misma sonrisa falsa que siempre mostraba

Tanjiro solo siguió viendo la moneda — Dice cara y cruz ¿Verdad? — Ella asiente — Mm... ¿Porqué? —

Ya se había preparado para ser ignorado, pero ella rompió sus expectativas.

— A mi... no me importa nada, Kanae, mi hermana mayor para ayudarme con eso me dio esta moneda, la uso cuando quiero decidir i elegir algo y nadie me ha dado alguna orden — Mira la moneda en su mano y sonríe, esta vez una no tan falsa, seguramente por recordar a su hermana.

— ¿No te importa nada? — Tanjiro pregunta, ella solo responde con un movimiento de cabeza, arriba y abajo asintiendo.

Él pensó en algo, de lo que iba a decir ahí dependería su relación ella de ahora en adelante, si causaba una buena expresión, quizá y se gane la amistad de la chica, si no, las cosas se tornarían peores.

— No creo que haya nada que no importe, Kanao - La nombró sin ningún honorífico, una clara apuesta — Tu corazón debe hablar en voz muy baja, sigue esa pequeña voz, Kanao — Él le sonríe, aun a la distancia —  El corazón es el que nos mueve, y puede fortalecerse infinitamente, asi que sigue a tu corazón — Tanjiro le sonríe aún mejor, estaba expresando todos sus sentimientos en esa sonrisa.

Ella permaneció callada, pensado.

Él debía actuar rápido o todo se iría por la borda.

— ¿Me la prestas? Hagámoslo a tu manera — Se levanta de su puesto y camina hacia ella —

Kanao al inicio estaba algo desconcertada — Uh, Ah, Si — le entrega la moneda y él da unos pasos hacia atrás

— Cara si empezarás a oír a tu corazón, Cruz si no — Tanjiro toma la moneda y la lanza al aire, a una altura donde la poca luz que el atardecer delante de ellos le permita ver.

Cuando la atrapó miró contento a Kanao.

— ¿Cuál crees que salió? — Sonrió como niño chiquito viendo un juguete nuevo

Kanao no había visto bien ¿Cruz? Casi siempre que ella quería algo, le salía lo contrario.

Tanjiro levantó su mano y miró el resultado — ¡Wuju! ¡Cara! — Sonrió y caminó hacia ella — Yo gané —

Kanao al ver ese lado feliz del chico solo asiente — Tú... — Al sentir sus manos ser envueltas por las del chico se calla

— ¡Escucha a tu corazón, Kanao! ¡Te aseguró que todo irá de bien en mejor cuando lo hagas! — Se levanta — Iré a ver a Zenitsu, adiós — Empieza a correr

— ¡Espera! — Sin pensarlo mucho ella grita, cuando él la mira pregunta — ¿Cómo hiciste para que saliese cara? — Él solo sonríe y se da la vuelta "Suerte" pudo leer ella que susurró.

Suspira, su corazón latía a mil y sentía sus mejillas algo calientes.

— Idiota — Murmura y guarda la moneda — Seguir a mi corazón eh... — Sonríe — Intentémoslo.