Capítulo uno

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Capítulo uno.

Mi respiración es acelerada, corro a la nada, alguien me persigue pero no logro saber quién es, mi cabello se me interpone en los ojos, me impide la vista junto con la oscura noche en la cual no se ve ni siquiera la luna. Volteo la mirada mientras corro, quiero ver que tan lejos va de mí, no logro visualizarlo así que supongo que me perdió de vista, aún así prefiero comenzar a caminar para poder descansar, pareciera que hubiese corrido por horas, pero sólo fueron unos minutos.

Tras quedarme parada sin hacer nada más que regular mi respiración prefiero sentarme en el césped húmedo y descansar, cierro los ojos y apoyo mi cabeza en el tronco de un árbol grande y viejo que estaba detrás de mí, mi chasquilla rojiza está pegada en mi frente por el sudor.

El silencio era rotundo, no se escuchaban más que los grillos, comencé a relajarme, de a poco me comenzó a dar sueño, estaba exhausta, cerré los ojos. Estaba profundamente dormida, pero en mis sueños lograba ver a aquella persona que me perseguía. Era un hombre, un hombre alto y fornido, su mirada es seria, sus ojos representaban furia y junto a ellos tenía una cicatriz.

Desperté exaltada, mi respiración volvió a acelerarse, me levanté del suelo y comencé a mirar para todos lados para poder asegurarme de que aquel hombre no estaba cerca, no lo estaba, pero comencé a sentir pasos, pasos a lo lejos, eran lentos y cuidadosos. Sin dudarlo dos veces comencé a correr a la nada, los pasos comenzaron a acelerarse, y los comencé a sentir cada vez más cerca. Corría con todas mis fuerzas, corría sin parar, hasta que dejé de sentir los pasos, me detuve y me di la vuelta para intentar localizarlo, pero no lo encontré. Sentí a alguien detrás de mí, frené y cuidadosamente, me di la vuelta y lo vi, aquel hombre estaba frente a mí. Lancé un grito.

-Ammy...Ammy despierta- escucho una voz a lo fondo que se me hace familiar, Caitlin.

Me restriego los ojos y lentamente los abro, bostezo y me apoyo en el respaldo de la silla, comienzo a mirar para todos lados y me doy cuenta que mis compañeros de aula salen al patio, diablos, me quedé dormida en clases. Caitlin está a mi lado, mirándome fijamente con una leve sonrisa en sus labios rosa.

-Buenos días dormilona.

-Hola- digo entre bostezos.

-Dormiste toda la clase de Anatomía.

-Lo sé ¿Rovelguard se dio cuenta?- digo mirando rápidamente a su asiento, está ella sentada anotando algo en un cuaderno.

-La verdad es que si lo hizo y dijo que te suspendería de la clase- dijo soltando con tono serio.

Me levanto del asiento rápidamente y voy directamente hacia Rovelguard.

-Maestra Rovelguard, le pido que no me suspenda...tuve una mala noche, no he dormido bien y de verdad necesito esta materia y...

-Ammy ¿de qué me hablas?- dijo confundida. Volteo la mirada hacia donde está Caitlin, ella sonríe.

-Disculpe...no era nada de tanta importancia- dije bajando la voz y dirigiéndome a mi asiento. Caitlin está sentada en mi mesa riendo entre dientes, me estira los brazos para darme un abrazo, pero se lo rechacé.

-Uy, se enojó- dijo sonriendo, intenté mostrarme seria, pero sus ojos celeste cielo se miraron unos contra otro, colocándose turnia, haciendo que quitara la seriedad de mi rostro y comencé a reír mientras guardaba mis cosas para irme a almorzar.

Caitlin es un poco más alta que yo, su tez es blanca y suave; su cabello color cenizas. Tenía unos ojos de color celeste cielo que siempre estaban delineados con color negro. Sus labios eran bien formados de color rosa suave, no necesitaba ponerse labial. Ella era una "chica perfecta".

-Adivina- dice sonriendo y muy emocionada- llegará un chico nuevo.

-Futura víctima tuya.- digo desinteresada.

-Se llama Esteban Draiflod, tiene nuestra edad y será nuestro compañero de aula- dice sin escucharme-. Creo que es muy apuesto, varias lo dicen.

-No me interesa Caitlin- digo tomando mi mochila- sé que el pobre se acostará contigo y...

-¡Hey! no juegues con mi pasado- dice seria.

-Ok, estoy bromeando- digo riendo- es mi venganza.

-Ajá- dice un poco molesta.

-Oye ya...vamos a comer algo, mira que me muero de hambre.

-Está bien- dice tomando su bolso dirigiéndose a la salida, pero antes de que ella salga entra el director Parker junto a un joven.

Aquel era igual que Claus, alto, sus ojos eran café profundos, su rostro era trigueño, labios carnosos, cabello oscuro...diablos.

-Oh, menos mal que hay alguien- dice arreglándose la corbata junto con la voz- él es Esteban Draifold, su nuevo compañero.

-Hola- dijo saludando con la mano, estaba nervioso- dígname Esteb.

-Hola- dijo sonriendo Caitlin- soy Caitlin y ella es Ammy.

-Disculpe Señor Parker- dije colocándome la mochila- No es por cuestionar su autoridad...pero ¿cómo pudo entrar a mediados de semestre?

-No te incumbe- dijo firme- Señor Draifold, tiene dos nuevas amigas.- dijo marchándose.

-Hola- dijo nervioso soltando una risita.

-Hola.-dije dirigiéndome a la puerta.

-Hey, Ammy- dijo Caitlin acercándose a mi- vamos, háblale.

-Ya le dije "hola".

-Dile algo más...no sé.

-Algo más- dije mirándolo. Me mira confundido- listo.

Me di la media vuelta y salí del aula dejando a Caitlin y a Esteban solos, mientras me dirigía a cualquier parte, no quería estar en la escuela, total ya era tarde y sólo se quedaban los de castigo.


Nunca te dejaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora