A ti te encontré vagando por las calles, ibas con tus cascos, supongo que refugiandote, en la música.
Te ví llorar, y supe y entendí, que debía y tenía el deber de protegerte, de no dejar , que nada ni nadie te haga daño.
Con el paso del tiempo nos volvimos muy amigos, éramos nosotros contra el mundo, pero no me importaba, por que te tenía a ti y tú a mi, y eso era lo único que me importaba.
Logré que tu negra vida se fuera convirtiendo poco a poco en color y luz.