Cuando era pequeña me perdí en el bosque, aún tengo vacíos en la memoria, recuerdos borrosos; lo único claro en mi mente es el rostro de una mujer, no sé qué tiene pero su recuerdo me genera tranquilidad y paz. También esta una voz que me dijo que no me separe del lobo, que él sería mi guía y protector.
Desde el día en que me perdí, durante un mes tuve visiones y pesadillas, veía y oía cosas. Mis padres decidieron que era mejor alejarme del bosque y mudarnos.
Hoy después de siete años volveremos a nuestra casa. El pequeño lobezno ahora es un imponente lobo gris, impresionantemente más grande que los normales, siempre me sigue a todas partes y nunca se separó de mí. Mis padres ignoraban el hecho de que la gente veía a Ciel como un perro y no un lobo en todo su esplendor.
-vamos Ciel, ¡¡corre!!¿Ya te cansaste? Uy, perro viejo-sé que si le digo perro se enoja, me detuve y gire para verlo y se lanzó encima mío- muévete bestia no respiro- digo entre risas y él se baja para comenzar a lamerme toda la cara- awwww ¿Quién es mi lobo hermoso?
-¡Cassie!-escuche el grito de mis padres llamándome desde la casa, estaba corriendo y jugando con Ciel desde la mañana en el bosque ya que sería nuestro último día aquí. Corrí con Ciel por el bosque hasta llegar a casa.
-madre, padre ¿ya nos vamos?- cogí una toalla que había dejado en las sillas de la terraza para secarme el sudor.
-si pequeña, ¿te despediste del bosque?- ella sabía que le tenía gran cariño a ese bosque, fue el único en que encontré paz luego lo que paso hace 5 años.
-si ,- le conteste sonriendo, papá se aproximó a nosotras y puso un brazo en el hombro de cada una.
-bueno mis preciosas mujeres, volvamos a casa-nos abrazó a ambas y mi miro a mi madre- nuestra pequeña debe estar ahí para cumplir veinte.
Aún no entendía por qué teníamos que volver y porqué justo para mi cumpleaños número veinte.
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Cuando volvimos a casa Ciel se emocionó y salto de la camioneta, corrió y salto por todo el patio baje del auto para jugar con él, me miro y lanzo un aullido alto para luego correr al bosque.
-¡Ciel vuelve!- mire a mis padres- iré tras él, luego los ayudo a desempacar.
Corrí por el mismo camino que Ciel, siguiendo la marca de sus huellas. Aun recordaba la gran mayoría del bosque, todo lo que pase aquí vino a mi mente abrumándome, sacudí la cabeza en un intento de sacar esos malos recuerdos. Seguí corriendo hasta llegar al lago, nunca me había acercado mucho ya que mamá siempre me dijo que no era seguro, de pronto imágenes borrosas se proyectaron en mi mente, figuras de forma extraña salían del agua y detrás de los arboles; comencé a retroceder, tropecé y caí sobre unas ramas causándome raspones.
Oí algo moverse detrás de nos arbustos a dos metros de mí, no puede moverme, estaba demasiado asustada como para mover un musculo. Detrás del arbusto salió un chico más alto que yo, tez clara, a pesar de que no estaba muy cerca se podían divisar pecas en su nariz y mejillas, cabello negro azabache y ojos azules con manchas verdes alrededor de la pupila, buen cuerpo... muy buen cuerpo, espera...esos ojos...son iguales a los de Ciel.
Él se acercó un poco y lo confirme, son los mismos ojos.
-¿Cassie?
-¿Ciel?- dijimos al unísono.
-Cassie esto te lo puedo explicar en casa, este bosque no es seguro- ¡¿Cómo es posible que Ciel sea ese adonis?!
-¡¿Ciel?! ¿Cómo es que? ¿Tu? ¿Porque?- estaba muy confundida, ¿Cómo era posible que mi lobo...ahora sea un chico?
-Cassie...- no logre escuchar más de lo que dijo, caí inconsciente. Lo último que sentí fueron unos fuertes brazos cargarme.
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Me desperté al sentir a Ciel saltar en la cama, era muy tierno verlo jugar y hacer travesuras, me vio a los ojos y los recuerdos de ayer me cayeron como un baldazo de agua fría, que digo fría ¡helada!
-¿Ciel?-no sé ni porque le pregunte o le hable siquiera, pero sin duda no esperaba una respuesta de su parte.
-¿si hablo no te desmayaras de nuevo verdad?- habló aún siendo lobo poniendo ojos de cachorrito.
-Ay dios mío- sentí de nuevo un mareo.
-¡no te desmayes!- a Ciel lo envolvió un muy leve halo de luz y en cuestión de microsegundos ya tenía al mismo chico que vi ayer y me sostuvo evitando que me desmayara.
-Es imposible... ¡¿me volví loca?!- escuché la risa de Ciel y fue hipnotizante...¿que rayos me pasa? debo dejar de pensar así sobre mi lobo.
-Esto será complicado de procesar- se acercó y deposito un suave beso en mi frente, la mujer del bosque y todo lo que paso ese día volvió a mi...el ser que me perseguía ,la profecía, el collar, todo-¿estás bien?
-¿Qué eres? ¿Qué me hiciste?- puse mis manos a los lados de mi cabeza, tener tanta información de golpe me provoco jaqueca.
-Si piensas que soy un hombre lobo pues no lo soy, soy mucho mejor que eso...- comenzó a decir con aires de grandeza.
-Ciel ve al grano- pero que ego el de mi lobo.
-soy un guardián, mitad humano mitad animal y los seres humanos comunes nos ven como animales domésticos, por ejemplo a mí me ven como un perro-hizo una mueca de desagrado al mencionar perro- Cada guardián tiene una conexión especial con su dueño, si uno de los dos está en peligro el otro lo sabrá, o si le sucede algo a uno, el otro lo sentirá, en varios casos el guardián siente más que el dueño. Podría seguir contándote de todo, pero tenemos cosas que hacer, al menos tú si- lo mire confundida- trabajo Cassie.
-¡Oh mierda!- Salí rápido de la cama y me saque el camisón con el que dormía y comencé a buscar la ropa que tenía lista ayer.
-¿Cassie? ¿Te han dicho que tienes un cuerpo muy lindo?
-¡NO ME MIRES PERVERTIDO! ¡TAPATE!- comencé a lanzarle todo lo que tenía a la mano.
-Tranquila no es nada que no haya visto ya- en ese momento sentí como todo el calor subió a mis mejillas.
-¿tú...dime que tú no...ya me viste...?-no podía articular muy bien las palabras.
-No, no te preocupes, siempre aparto la vista.
Me tape y me fui al baño para darme una ducha y terminar de alistarme.
Hola mis amores! Arriba les deje una idea de como podría ser nuestra querida Casiopea.
L@s amo, les mando un beso.
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Las Cinco Herederas
FantasyCorría por el bosque, mis entonces pequeñas piernas dolían por el esfuerzo físico, pero no podía parar sino aquella sombra me atraparía... -Veo que has llegado, por fin-detrás mío estaba una mujer con belleza sobrehumana-ven querida Casiopea, acompá...