💫〖𝐕𝐨𝐥𝐤𝐚𝐜𝐢𝐨 𝐖𝐞𝐞𝐤〗💫

💫 Día 1 💫

Día 1 - Primer beso

— A Conway le encanta ser cupido, por lo que prepara una cita para el comisario y la EMS en un baile, pero vaya sorpresa se lleva al enterarse que Volkov no sabe ni lo más mínimo sobre bailar, por lo que se ve necesitado de la ayuda de Horacio para que el ruso aprenda a moverse.

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- ¿¡Por qué mierda no me dijiste que no sabes bailar!?

- ¿¡Y ustede por qué mierda me preparó una cita a mis espaldas!?

Los gritos de ambos hombres podían ser escuchados prácticamente por toda la comisaría, los civiles miraban confundidos la puerta del despacho en la que ellos se encontraban, mientras que los oficiales intentaban alejar a cualquiera de allí, aunque eso no ayudara a que el griterío de los superiores sea menos audible.

- ¡Por que si no lo hago yo, tú no lo harás! - su cabeza ya dolía de tanto gritar, quería ayudar a Volkov, pero él parecía simplemente no querer poner de su parte, y no sabía por qué. Suspiró cansado mientras se frotaba con los dedos el puente de la nariz - Mira Volkov, algún día tendras que tener a alguien a tu lado, alguien a quién amar, formar una familia, no puedes estar todo el tiempo centrado solo en el trabajo. Estoy intentando ayudar, darte un empujón, hombre.

- Yo no necesito ayuda, Conway - cruzó sus brazos con molestia, él también estaba cansado, pero cansado de los intentos de su superior queriendo actuar de cupido - cuando este preparado ya me buscaré yo una vida.

- ¿Y cuándo se supones que lo estarás?

Bajó la mirada con vergüenza, sabiendo que, en realidad, su jefe no le estaba diciendo ninguna mentira. Desde que llegó a Los Santos, la mayor parte de sus días se los pasaba solo, por que estar rodeado de compañeros por trabajo no significaba tener a alguien realmente, el único que estaba a su lado era Conway, pero no siempre iba a estar ahí para él.

- Hagamos un trato, vas a la cita, ves si hay algo o no, si le das una oportunidad o te vas a la mierda, y a cambio no me vuelvo a entrometer en tu vida amorosa ¿Te parece? - extendió la mano hacia el ruso en señal de pacto, pero este le dedicó una mirada incrédula con las cejas encaradas, haciéndole rodar los ojos al darse cuenta de lo que en realidad quería el comisario - Y te dejaré usar el puto megáfono, pesado que andas con el megáfono de los cojones.

- Mhm - asintió con la cabeza al mismo tiempo que tomaba la mano de Conway, agitándola levemente, cerrando así ambos el pequeño trato que habían pactado - Fue un placer hacer negocios con usted.

Una vez todo acordado, estaba a punto de retirarse con una sonrisa victoriosa al ver que Conway realizaba una llamada, suponiendo que volvería al trabajo, pero al escuchar cierto nombre salir de la boca de su jefe sus pasos pasos se detuvieron en seco, agudizando sus oídos cual gato curioso para escuchar la conversación, girándose inmediatamente y sosteniéndose sobre el marco de la puerta.

- ¿Horacio? - sí, ese fue el nombre que detuvo su mundo por unos instantes, y siquiera entendía bien el por qué - Necesito que vengas a comisaría ahora mismo... ¡Me vale una puta mierda tu día libre! - hubo una pausa en la conversación, pudiendo escuchar mínimamente la voz del chico a través del teléfono, suponiendo que estaba tratando de excusarse de alguna manera para no asistir al llamado de su superior, pero no lograba descifrar palabra alguna realmente - Mueve tu culo hasta aquí si no quieres que te degrade ¡A puto alumno en pruebas, capullo!