Día 5 - Mariposas
— Esta vez no hay sipnosis, tan solo... sueños.
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Cuando el día se cae y la noche desciende, las sombras a su alrededor se convertían en su únicas amigas, la luz y la oscuridad se volvían lo mismo para él y realmente aborrecía aquello.
Horacio odiaba la noche, odiaba el momento en que todo se ponía oscuro, aunque de por sí todo en su vida había perdido color luego de ese día, el peor momento era cuando el sol se escondía tras el horizonte, dándole paso a la luna, siendo que para muchos era brillante y hermosa, incluso él también solía pensar eso, pero, como pueden ver, eso dejó de ser así.¿Pero por qué? ¿Qué hacía que odiase tanto la noche? La respuesta era simple pero tan compleja a la vez: Dormir.
Bueno, no dormir como tal, sino el soñar, le aterraba el tener que cerrar sus ojos, que su cerebro recreara las imágenes de ese día como si de un disco rayado se tratara, un bucle del que le era imposible salir, siendo tan solo capaz de despertar a la mañana siguiente, y siempre de la misma forma... inundado en lágrimas y hipidos.Pero no lo podía evitar, el cansancio del día a día siempre podía con él, hacía que su cuerpo, adolorido por las heridas provocadas en el trabajo y fuera de el, cayera sobre su desordenada cama, siendo prontamente abrazado por morfeo, hasta caer en el mismo sueño profundo de siempre.
Y cuando llegó la hora, aquellas acciones se repitieron una vez más, pero hoy algo era distinto, lo sentía, sabía que algo iba a cambiar, siendo confirmado una vez abrió lo ojos, dejándole ver una vista totalmente diferente a la que estaba acostumbrado.Dentro de su sueño todo era distinto ahora, ya no se encontraba en aquellas montañas carentes de color, ya no era un triste atardecer lo que iluminaba el lugar; todo aquello fue remplazado por un hermoso prado de un vibrante verde, las rosas parecían brillar ante la luz del sol, un tarde preciosa y agradable que dejaba resaltar en el cielo azul las pocas nubes que lo decoraban. Era tan relajante, tan tranquilo, le transmitía la calma que desde hace tanto tiempo no había sido capaz de sentir ¿Podría ser mejor?
Siendo una respuesta afirmativa por parte de su subconsciente, vio a lo lejos un gran roble alzarse en medio de ese bello prado, se acercó con curiosidad, notando cada vez más los detalles, parecía estar sacado de un cuento de hadas, el tronco y las hojas eran de tonos un tanto más oscuros que todo lo demás a su alrededor, pero sin dejar de ser llamativos, varias lianas decoradas con jazmines caían con delicadeza desde la copa del árbol hasta la sombra que este dejaba en el pasto, allí mismo donde ese atractivo hombre ruso, que tan bien conocía, estaba recostado. Disfrutaba del lugar tanto como él, la serenidad en su rostro lo denotaba, le alegraba tanto verlo así, bueno, en realidad se alegraba de tan solo verlo.
Corrió hasta donde el ex-comisario se encontraba acostado, lanzándose sobre él sin lastimarlo, mientras lo abrazaba con fuerzas, siendo rápidamente correspondido por el mismo. El olor de su colonia se mezclaba tan bien con el aroma de los jazmines a su alrededor, inundado sus pulmones y actuando como un sedante para su cuerpo, el cual, anteriormente se sentía tan frío y solitario, y ahora era rodeado por el calor que su querido ruso le brindaba.
– ¿Disfrutando del ambiente? - preguntó con una sonrisa el chico de cresta, hace tanto que no lo hacía, era raro hacerlo de nuevo, pero no se sentía mal, al contrario, le gustaba.
– No más que tú - respondió en un tono suave, devolviéndole la misma sonrisa - me gusta tanto volver a verte feliz.
– Seré feliz siempre que estés a mi lado.
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💫〖𝐕𝐨𝐥𝐤𝐚𝐜𝐢𝐨 𝐖𝐞𝐞𝐤〗💫
FanfictionPor que el amor de estos dos dura tanto que siquiera una semana es suficiente para describirlo. 💫;; Libro para poner todas mis historias del #ClownVolkacierwerk. Asi que preparen sus pelucas 💫;; No sé que puede llegar a haber dentro de este libre...