Capítulo 1

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AGUSTINA

Había amanecido. Al parecer iba a ser un día nublado, ya que eran las 7:00am y el sol aún no se había asomado por ninguna parte con sus potentes rayos, en cambio lo único que había eran nubes totalmente grises y solitarias.

Agustina se levantó de su cama y se puso una blusa vieja de su abuelo. Le quedaba gigante pero era lo más perfecto para pasar un día sin bañar, en casa y viendo series sobre asesinos todo el día. Era el último día de vacaciones así que no haría nada más que eso, además todas las vacaciones las paso en fiestas y saliendo con amigos y necesitaba un tiempo para ella, por más corto que fuera.

Salió de su habitación intentando buscar a su madrastra.

-¿Angela?- dijo mientras bajaba las gradas. Entró a la espaciosa sala pero su madrastra no estaba ahí. La sala estaba perfectamente acomodada. Los sillones eran espaciosos y muy cómodos a simple vista, eran color vino y los almohadones eran de diferentes colores que contrastaban perfectamente en el lugar. Habían muchas fotos colgadas en la pared, muchas de ellas eran de ella pequeña o de su papá y madrastra casándose. Habían muchas flores y unas grandes ventanas que les permitían recibir luz. Agustina amaba las flores. Todo alrededor de la casa, muy costosa por estar ubicada en uno de los Residenciales más caros de la cuidad, estaba llena de hermosas flores, de todos los colores, de todos los tamaños y formas. De un modo a otro le recordaba a su madre aunque no había comparación alguna; las flores son bellas, hermosas y tienen una delicadeza que las hace ser observadas con cuidado y su mamá, era todo lo contrario, ella había hecho la vida de Agustina un infierno.

Agustina no escuchaba algún ruido más que el que ella hacía al caminar. Se suposo que su madrastra se había ido a trabajar así que se fue a la cocina por algo de desayunar. Cuando entró vio que estaba encima de una mesita que allí se encontraba su desayuno. Angela, su madrastra, siempre le dejaba su desayuno listo. Agustina se sintió bien por estar en esa casa, no por lo costosa, sino por Angela, porque era la única familia que tenía, además de su padre. Su mamá se había suicidado hace más de 5 años y desde ese entonces Agustina se fue vivir con su padre. A pesar de los malestares y dolores de cabeza que ella les daba a ellos, ella lo hacía sin querer. Ella se refugiaba en esos lugares peligrosos con sus malas amistades porque pensaba que ellos eran felices y eso era lo que más ella deseaba en el mundo: ser feliz.

Agustina agarró el plato y vió que era tocino con huevos revueltos y pan.

-Delicioso!- dijo mientras lo olía. Al olerlo vió que había una nota en el suelo. Agustina se agachó recogío la nota y esta decía:

"Agus, espero estes bien. Lo siento por irme tan rápido pero me llamaron urgentemente de la oficina, te dejo el desayuno listo y hazte algo de almuerzo. Hay dinero encima de la mesita de noche tuya para que te compres algo, lo que quieras mientras sea bueno. Si sales cierra bien las puertas. Compré más flores deberías salir al jardín a verlas. Llegaré tarde porque tengo que recoger a tu padre en el aeropuerto. Nos vemos. Te quiero".


Agustina puso la nota encima de la mesa y fue a ponerse unos jeans para salir al jardín a ver las plantas. Eso la emocionó tanto como sí le dijeran que afuera la esperaba su regalo más soñado.

CODY

-No quiero irme- dijo agarrando el brazo de su madre mientras ella cerraba la puerta por última vez. Ya habían sacado de la casa absolutamente todo, lo habían acomodado en muchas cajas, las cuales ya se las había llevado el camión de mudanzas a su nueva casa.

-Cody, hijo- dijo su madre agarrando suavemente su cara con ambas manos. -todo va a estar bien, a veces tenemos que dejar unas cosas por otras. Sé que dejas a tus amigos de la infancia y todo, pero tampoco es tan largo de aquí donde se ubica nuestra nueva casa, puedes venir cuando quieras. Además están todas esas redes sociales así que no me digas que no les volverás a hablar-. dijo eso y le besó la frente. Ella le sonrío cálidamente y él lo hizo igual.

Por dentro Cody estaba ardiendo en llamas. Él sabía que se pasaban de casa sólo porque a su madre le había gustado una casa en un Residencial en Filipz. No se cambiaban de casa porque a su padre le habían dado otro trabajo o algo así. Realmente estaba cansado que su madre aparentara algo que no era, como por ejemplo: que ellos quedaran como "personas adineradas" en ContDown, su cuidad, ahora que se iban a vivir a Filipz, una de las cuidades más caras, aunque sus padres trabajan muy duro y también se lo merecían. La razón por la que Cody no se quería ir, era porque por fin había 'calzado' perfectamente en su colegio. Salía a fiestas y salía con algunas chicas a pesar de ser uno de los mejores promedios de su colegio. Ahora con este cambio de cuidad iba a ser completamente distinto y volver a empezar era lo que lo hacía enojar.

-ANDANDO!- gritó su hermano mayor desde el carro -NOS DEJÓ EL CAMIÓN DE MUDANZAS MUY ATRÁS Y NOSOTROS TENEMOS LA ESTÚPIDA LLAVE DE LA CASA NUEVA, TENEMOS QUE LLEGAR ANTES DE QUE PAPÁ LLEGUE!- grito Patrick.

-Ayudame Cody- dijo su madre levantando unas cuantas masetas con plantas del jardín. Cody agarró de mal humor dos y se subió al carro. Momentos después su mamá se subió y Patrick aceleró rápidamente del lugar.

Cody observó por última vez el lugar de su vida, el lugar donde creció. Estaba enojado como nunca lo había estado. Quería tomarse el cambio de cuidad como su hermano Patrick, que le pareció fantástica la idea.

La mamá de Cody empezó a hablar de lo emocionada que estaba. Cody pusó los ojos en blanco y puso las masetas con las flores a su lado y buscó sus audifonos en la mochila "con cosas importantes" y los conecto en su celular. Empezó a escuchar música lo más fuerte posible mientras trataba de que la música lo tranquilizara un poco. Estaba, además de enojado, un poco asustado y nervioso. ¿qué le iba a esperar en ese nuevo lugar? ¿habrían vecinos interesantes? ¿cómo sería su colegio? ¿habrían chicas lindas? ¿sería dificil 'calzar' en su nuevo colegio? Cody suspiró ondo tratando de sacar todos esos pensamientos de su cabeza pero no pudo.

Querido Cody.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora