¡Reencarne en un calzado! (OneShot)

Life 16: Mi Final.

Aquel calzado se había movido.

Como si estuviera poseído saltó de un lado a otro en toda la habitación.

Eso es algo que me dejo impactada, no era nada normal.

Un objeto inanimado no puede moverse, es imposible e inaceptable.

¿Un mimic? Fue la única opción, pero según los cuentos de mi abuelo ellos son criaturas ociosas y perezosa que no les gusta moverse.

Casi siempre toman forma de Cofre para atraer a presas fuertes, en su mayoría humanos codiciosos, y comerlos.

¿Un mimic en forma de calzado? Es imposible.

Pero al ver como aquel objeto se transformaba, como su cuerpo se abría y múltiples hileras de dientes aparecían mientras de deboraba ferozmente a la presa que caze, quede en duda.

¿Estuve utilizando eso todo este tiempo? Eso daba miedo.

¿Por qué no me devoro desde el primer momento? Estaba confundida.

Aun así aquella cosa volvió a su posición habitual como si no se fuera movido, como si no quisiera ser descubierto.

Aquel día, al 'levantarme', tuve la encrucijada sobre si seguírlos usando o no. Pero aún con esa duda habia una verdad, eso me estuvo ayudando hasta la actualidad.

¿Será que eso es el tercer traidor? Si es así entonces no tengo nada que temer, o eso antes de salir de la mazmorra.

Al día siguiente descubrí que su diseño había cambiado, cosa que me sorprendió mucho. Pero eso reafirmó mi pensamiento.

Con tantos enemigos ninguno podríamos solos, y con la misma duda de ser traicionado no se ha mostrado.

Comprendiendo eso seguí utilizándolo como normalmente lo hago, pero con más cuidado.

Si necesitaba mantenimiento, lo limpiaba. Si le pasaba algo, intentaba arreglarlo. Después de todo era mi nuevo compañero, mi único aliado hasta el momento.

Junto con ello, como si fuera una especie de alianza, nuestro rendimiento incremento a un ritmo alarmante.

[***]

Pero después me di cuenta de que no eramos los únicos en aumento.

Comparando con nuestro crecimiento, multitudes de enemigos empezaron a aparecer, cada uno más fuerte que el anterior.

Y a pesar de poder enfrentarlos, los numerosos ataques consecutivos no eran nada ligeros. Hasta la nueva espada en mi única mano no paraba de temblar por la fuerza faltante al empuñarla.

A este paso voy a morir. Con ese miedo solo pude refugiarme en una Zona segura, donde ningún monstruo puede entrar.

No me pensaba retirar sin luchar, aún si debo derrotarlos de uno a uno. Lo continuaré haciendo hasta que no quede ninguno.

El que hayan muchos monstruos aquí también significa que mi marido tiene menos enemigos.

Con ese pensamiento tranquilizador pude continuar durmiendo.

Pero... Todo se fue de cabeza.

Alguien estaba entrando en la Zona segura rodeados por monstruos.

Eso indicaba que no era nadie que subestimar. Sería imposible para cualquier ser viviente que no fuera parte de la mazmorra.

Un Golem. Gruñi al pensar en la identidad de aquel intruso.

Los Golem son los guardianes mismo de la Mazmorra, deberían estar en la parte más profunda de la Mazmorra. Al no tener vida pueden ingresar a cualquier parte sin ninguna restricción.