- Hace unos días que Jace no me dirige la palabra, entiendo que esté enojado, pero no me dejaba hablar con el en la escuela. Helen tiene la idea de ir a su casa y hablar con el, si bien ella no entiende nada, dijo que me apoyaba y que le contara cuando estuviera lista.
- ¿Entonces irás con el chico y le vas a llorar para que sean amigos otra vez pero que entienda que aún lo me puedes decir nuestro secreto?.- Pregunta Diego.
- Si, algo así.- Asiento.- Y... Creo que es buen momento, su madre justo se fue a trabajar.- Digo viendo el reloj.
- Bien, te acompaño.- Demian se levanta y toma mi pequeña mochila y yo asiento.
Desde el día de mi pelea con Jace me he quedado con los chicos en la cabaña después de la escuela y regreso a casa una hora antes de que lleguen mis padres.
- Te veo afuera.- Demian besa mi frente y sale.
- Escuchen chicos, si me quiere escuchar que bien, si no lo hace me dolerá pero no le podré decir, no los dejaré solos. No ahora.- Les sonrió.
- Comienzas a sonar como una verdadera alfa.- Luther se limpia una lágrima falsa.
- Ay amiga, no quiero llorar.- Conan le sigue el juego mientras parpadea seguido y se da aire con las manos.
- Muy graciosos.- Susurro.- Bien, debo irme, deséenme suerte.
- ¡Suerte!.- exclaman los tres.
Al salir era evidente, estaba mi lindo y gran lobo negro, este me señala su lomo y me subo aferrándome a su pelaje. Emprendiendo un camino silencioso.
- ¿Tuyo?.- Escucho en mi mente.
- Mierda, fuiste tú?.- me giro un poco para ver a Demian.
- Te explicaré eso cuando estemos de regreso en la cabaña.- vuelvo a escucharlo.- Aunque me sorprende que en tan poco tiempo puedas lograr escucharme, intenta hablar un poco en tu mente, veré si puedo escucharte.
- Esto es una locura ¿Cómo puedo hacer eso?, Escucharte.- Le hablo de la misma forma.
- Ya nos podemos comunicar en mi forma animal, es una habilidades de las que te había hablado el día que fuimos por la manada. La manada así se comunica cuando está en su forma animal.
- Ya veo.
- Así que... ¿Tu lobo?.- Demian lanza un gruñido como si se estuviera riendo.
- Para con eso.- Respondo sonrojada.
Estábamos por llegar a la entrada del bosque cuando una silueta se posa delante de esta. Era Jace.
- ¿Alyssa?.- Jace abre los ojos y me mira alarmado. No era para más, estaba viendo a su amiga arriba de un feroz e imponente lobo negro, el mismo del otro día.
Demian se da la vuelta y comienza a correr rumbo a la cabaña. Ahí entendí que debía de esconderme y al llegar entro a la cabaña. Demian estaba a mi lado en su ahora forma humana, la puerta estaba cerrada y podía escuchar como llamaban a la puerta con desesperación.
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La Protegida
Người sói¿Recuerdan que cuando niños sentíamos que la luna nos seguía a donde fuéramos? Mamá siempre me dijo que la luna me protegía, a donde fuera estaba conmigo y nunca me dejaba sola por muy nublado o tormentoso que estuviera. Tal vez lo que realmente me...