Si bien el plan era ir por la manada no me podía arriesgar y solo dejar sola a Alyssa, no sabemos si hay cazadores escondidos que solo esperan el momento de atacar. Eran las 9PM y decidí ir a casa de Alyssa y contarle, lo más probable es que no regresemos hasta el domingo por la mañana. Me encaminé a la entrada del bosque por donde se había ido hace unas horas y seguí el rastro de su olor, que a diferencia de muchas personas era muy agradable.
Al llegar toqué su puerta y me abrió una mujer castaña, su madre, supongo.
- Hola, ¿puedo ayudarte?.- Me sonríe amablemente.
-Eh... si, estoy buscando a Alyssa, soy un compañero suyo.- Muestro una pequeña sonrisa
- Oh, entonces pasa.- Se hace a un lado dejándome entrar.- Está en su habitación es la última en el pasillo.
Agradezco y subo las escaleras hasta llegar a la última habitación, el olor se intensificó dejándome claro que estaba ahí, cuando iba a tocar me interrumpió su voz.
- Está abierto Demian.- Escucho del otro lado.
Abro la puerta y la encuentro dando la espalda a la puerta mientras veía a la ventana que dejaba ver la hermosa luna.
- ¿Cómo supiste que era yo?.- Le digo, aunque ya sabia la respuesta.
- No lo sé, solo... sentí que estabas ahí.- Se gira a verme
- Deja de verme así.- Me siento en la orilla de la cama.- Ven, te voy a explicar porque te sientes así.- Doy unas palmadas a un lado de mi y ella obedece.
- ¿Y bien?.- Las luces estaban apagadas y solo reflejaba la luz de la luna dejándome ver una pequeña sonrisa que tenia, sus ojos marrones se veían más claros debido a la luz que le reflejaban... linda.
- Te sentirás así a partir de hoy, tus sentidos se agudizan y otros se desarrollan más, puedes sentir la presencia de alguien de la manada, es importante y necesario ya que, así puedes identificar quienes son de los nuestros y quienes no.- Hago una pausa y la miro, Maldición, no sé que carajos me está pasando.
- Si son de su manada podré detectarlos.- Susurra para si misma.
- Nuestra manada, eres de... la familia.- Sonrió.- Otra cosa, tus lazos serán más fuertes con los chicos, en especial conmigo. Si bien todos los lobos somos una manada dentro de la misma hay pequeñas manadas, las familias por ejemplo. Nosotros cuatro somos tu manada, podrás detectar el lugar en el que nos encontremos y muchas más habilidades que te ayudaré a desarrollar conforme pasa el tiempo, tranquila.
Ella me mostró una cálida sonrisa y nos miramos un rato, la pequeña brisa que entraba le sacaba de su lugar algunos cabellos, tomé un mechón de su oscuro cabello y lo pasé detrás de su oreja. No se que hago pero me gusta, me acerqué un poco y ella igual, estábamos muy cerca y puso su mano sobre la mía, me sentía como un cachorro vulnerable ahora mismo, nuestros rostros estaban muy cerca, ¿iba a pasar?, ¿estaba bien?, ahora mismo no importaba, me sentía bien, era una nueva sensación para mi. Todo era perfecto, estábamos muy cerca y nuestras respiraciones chocaban, hasta que...
ESTÁS LEYENDO
La Protegida
Hombres Lobo¿Recuerdan que cuando niños sentíamos que la luna nos seguía a donde fuéramos? Mamá siempre me dijo que la luna me protegía, a donde fuera estaba conmigo y nunca me dejaba sola por muy nublado o tormentoso que estuviera. Tal vez lo que realmente me...