Be The One [Yoonmin, omegaverse]

5

 El día de la exposición llegó, todos estaban vueltos locos por la presentación de sus creaciones, y por desgracia para Jimin, Taehyung se lo estaba llevaba de corbata a él prácticamente desde que el día amaneció, haciéndolo correr de un lado para el otro con moldes llenos de deliciosos postres. Sin embargo y pese a la presión del momento, quien tenía intrigado a Jimin era Jungkook, quien le había platicado muy brevemente que finalmente había encontrado a alguien que hacía acelerar su corazón.

—... ¿Y bien, ya estás listo? — le preguntó todo alterado Tae.

— Quieres tranquilizarte, todo va a salir bien... — le respondió Jimin tratando de tranquilizarlo — ¿no ves qué, con tantas vueltas que das, hasta a mí me pones nervioso?

— Lo siento, tienes razón, pero es que no puedo evitarlo... Estoy muy nervioso, Minie, tú mejor que nadie sabe lo importante que es esto para mí.

— Por supuesto que lo sé, Tae, pero también sé lo bueno que eres y esa es la razón por la cual te pido que te calmes, si sigues como hasta ahora, algo puede salir mal... Solo respira, relájate y has lo que mejor sabes hacer...

— ¿Qué es?

— ¿Cómo qué? Cocinar, tontito — mencionó riendo momentáneamente Jimin, pero cambiándole el tema agregó — Quien sabe, tal vez en una de esas, te pasa lo de Jungkook y encuentras al Alfa que tanto estas esperando.

— ¿Tú crees?

— Por supuesto, uno nunca sabe... Ahora, vamos... — le dijo tomándolo por los hombros para salir finalmente rumbo al sitio de la exposición — que, si no, llegamos tarde.

* * *

Habiendo pasado alrededor de dos horas desde que comenzara la expo, todas las preocupaciones de Taehyung se vinieron abajo al notar que todo estaba salido muy bien, incluso comenzó a disfrutar de verdad sin sentirse presionado, provocando con ello que Jimin se sintiera muy orgulloso tanto de él, como de Jungkook, por todo lo que habían logrado a tan corta edad. Y como imaginaba, muchos Alfas se habían acercado a Tae para felicitarlo, aunque hubo uno en especial que pidió el mismo postre tres veces, provocando en el Omega, que las feromonas de felicidad invadieran el lugar, haciendo reír a Jimin por aquello.

—... ¿En qué tanto piensas bonito? — preguntó Yoongi al verlo pensativo después de la presentación de sus amigos.

— En nada en particular, Yoonie... Aunque, a decir verdad, estaba recordando en cómo nos conocimos — confesó mirando de frente al Alfa.

— Ya veo... — comentó Yoongi acercándose a él para darle un tierno beso en los labios — yo lo recuerdo todos los días.

— ¿En serio?

— Pues sí, es que a veces pienso en que sería de mí, si ese día no te hubiera conocido.

— ¿Cómo? No te entiendo.

— Pues verás, ese día, no me sentía bien, no estaba saliendo con nadie desde hacía mucho y me sentía algo solo, sentía que mi vida no tenía un propósito aparte de trabajar, incluso ese día Hyojin había sufrido un percance al salir de mi oficina. Así que cuando la llevé a casa, en vez de regresar a la mía, salí a la calle para despejarme un poco, necesitaba pensar, por eso abandoné mi auto en un estacionamiento de paso y comencé a caminar sin un rumbo fijo, hasta que llegué a las afuera de ese local. Los lugares muy concurridos no son lo míos, lo sabes, pero algo me hizo quedarme, entonces te vi salir del local, te veías tan relajado, concentrado y en paz, que me quedé observándote más de lo debido, yo quería sentirme justo como tú te veías... Pero entonces, esos imbéciles comenzaron a molestarte, así que me dije que tenía que intervenir, porque odié ver tu rostro lleno de terror y el resto, ya lo sabes.