12

190 28 22
                                    

Final

Después de la visita de Hoseok, Jimin volvió a recostarse levantándose tan solo para forzarse a comer, porque, aunque el apetito estaba siendo más demandante, las náuseas no lo dejaban mantener nada en su estómago, al menos no por las mañanas. Sin embargo, el que Taehyung estuviera prácticamente sobre él, llamándolo sin falta cada hora, lo estaba volviendo un poco loco.

—... ¿Ya comiste?

— Lo hice.

— ¿Y no has vuelto a vomitar?

— No, Tae.

— Recuerda que, si te sientes mal, tienes que llamarme en seguida.

— Lo sé, Tae, no soy un niño.

— Pero...

— Ya basta, Taehyung... — lo interrumpió — estoy acostado, ya comí lo que me preparaste, tomé mis vitaminas y despedí a Hoseok que vino a verme.

— ¿Hobi, fue a verte?

— Sí.

— Está bien, dejaré de ser una molestia, pero prométeme que no dudaras en llamarme por cualquier cosa.

— Lo prometo, ahora ve a trabajar y déjame a mí descansar...

Una hora después de cortar la llamada el sueño volvió atacarlo, sin embargo, este no duró mucho porque un mal sueño lo hizo despertarse en el justo momento en el que la puerta de entrada era tocada. Con lentitud, se levantó y caminó hasta la puerta principal encontrándose con su Alfa.

— ¿Yoongi?

Sin embargo, el Min Yoongi que se encontraba frente a él, no era para nada el mismo Alfa que conocía a la perfección. Este Yoongi tenía un aspecto terrible, grandes ojeras surcaban la blanca piel debajo de sus ojos, su cabello que usualmente estaba pulcramente bien peinado, ahora lucia raído y sin brillo, pero lo que más impresionó a Jimin fueron sus ojos, aquellas ventanas del alma que parecían estar siempre brillando cuando lo miraban a él, ahora se encontraban sin ese toque especial que siempre le había gustado, el característico color verde de su mirada parecía totalmente opaco y sin vida. Su lobo gimoteó en su interior, porque todavía se encontraba molesto con el Alfa, sin embargo, también estaba feliz de volver a sentir aquel aroma que lo calmaba y lo hacía sentir en paz. Toda una gran contradicción.

— Se puede saber, ¿Qué estás haciendo aquí? — fue lo que le dijo, sintiendo que nuevas lágrimas surgían sin querer de sus ojos, lo había extrañado tanto.

— Jimin, Jiminie, ¿es cierto?... Estás... ¿Estás embarazado?

La sorpresa cruzó la mirada de Jimin y sin ser realmente consciente de ello, una mano rodeó su estómago de forma protectora, antes de volver a hablar.

— ¿Quién te lo dijo? — dijo con algo de molestia.

— Contéstateme, ¿es cierto? — preguntó Yoongi de nuevo, haciendo caso omiso a la pregunta del Omega e ingresando finalmente al hogar de Taehyung.

— Sí — respondió con firmeza, después de todo tarde o temprano Yoongi iba a saberlo.

— ¡Oh! Jimin, yo... — comenzó el Alfa al borde de las lágrimas.

— No digas nada... — Jimin lo interrumpió — porque si vienes a reclamarme nuevamente, es mejor que me dejes en paz... ¿Sabes por qué? Porque ya no soporto esta situación, yo ya no quiero ser tu Omega.

— Entonces... Entonces, dime, ¿Cómo le hago yo para dejarte de amar? Por qué yo simplemente no sé cómo — dijo soltando finalmente gruesas lágrimas que no dudaron en bañar su rostro.

Be The One [Yoonmin, omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora