SOLO QUERÍA UN BEBÉ. (26)

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-¡Quiero duraznos!-exigió aquel hermoso Omega castaño mientras acariciaba su vientre de ya seis meses.

-¡¿Más?! Ayer comiste kilo y medio de duraznos.-le regaño el pelirrojo mientras miraban la televisión.

Connor observó aquel abultado vientre, le daba curiosidad pero jamás se había atrevido a tocarlo.-¿Debería salir a conseguirlos?-le susurro a su pareja con suavidad.

-no creo que sea conveniente darle tanto.-

La puerta de aquella casa se abrió dejando ver a ese beta "mayordomo" con varias bolsas del supermercado.-he llegado.-

Taylor se levantó del sillón y corrió hacia Saúl con rapidez.-¡Dime qué trajiste duraznos!-

El beta sonrió de manera tierna, ese Omega aún parecía un niño pequeño que requería de mucho cuidado.

-por supuesto que los traje.-

-¡Si!-

-has comido muchos de esos últimamente, los ví y cruzaste por mi cabeza.-de su bolsa saco una completa llena de duraznos, misma que le entrego al Omega.

-¡Soy tan feliz!-exclamó mordiendo un fruto con mucha energía.

Liam se acercó y le miro de manera retadora.-¡Solo tienes derecho a comer uno!-

-no me prives de comer, ¡Mi cachorro necesita alimento!-

-no creo que debas decirle nada.-intervino el alfa ruso tratando de tranquilizar a su pareja.-recuerda que el embarazo es muy complicado y se puedes desestabilizar muy fácil.-Liam decidió rendirse.

♪♪♪

Todos estaban en la sala, bueno, solamente Taylor y Liam, Saúl se estaba encargando de la comida junto con el alfa ruso, por lo general siempre cocinaban ellos.

Liam se sentó junto al Omega y ambos comenzaron a comer duraznos mientras esperaban la comida.

-¿Cuándo tienes la cita prenatal?-

-mañana.-

-¿Y aún si comes como si no hubiera un mañana?-lo único que Taylor pudo hacer fue sonreír.

♪♪♪

Algunos profesores tenían dolor de cabeza, eran épocas de exámenes y aún así debían dar clases y dejar proyectos semestrales, sin mencionar que debían calificar y verificar cada uno de los proyectos y exámenes ya realizados.

Demián estaba atento a su computadora, no le faltaba mucho para terminar, pero ya sentía que no aguantaría.

La puerta de la sala de profesores se abrió de golpe, dándole paso a una beta de cabellos cortos y naranjos.-¡Demián!-

-no puede ser.-exclamó la alfa rubia mientras rodaba los ojos con molestia.-llegó el dolor de cabeza andante.-

La chica recién llegada se acercó al escritorio del alfa pelinegro, coloco sus manos sobre los hombros ajenos y se inclino para mirar lo que el alfa hacia en la computadora.

Frunció el ceño al ver que solo eran palabras y numeros.-dijiste que terminarias temprano.-

-no es verdad.-

-dejá eso y vayamos por un helado a la plaza.-hablo abrazándolo por los hombros.

Demián intento alejarla con un suave movimiento.-tengo trabajo, Paola.-

-nunca tienes tiempo para mí.-

La voz tan chillona de aquella chica logro sacar de sus casillas a la rubia de ojos verdes.

¡Solo Quería Un Bebé!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora