SOLO QUERÍA UN BEBÉ. (34)

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Exactamente una semana había pasado, los padres de Liam habían viajado junto con los del ruso para poder celebrar la unión de ambas familias.

Literalmente todo estaba listo. La boda se celebraría en tres días.

Más sin embargo, los prometidos seguían distantes, solamente se hablaban cuando sus padres estaban presentes, por las noches, ambos dormían de su lado, su relación había cambiado.

Liam podía escuchar los suaves suspiros que su pareja soltaba al dormir, se levantó de la cama y se encerró en el baño con el celular en mano.

Comenzó a textear con una clínica especializada en abortos, pidió una cita para el día siguiente y salió del baño observando a su pareja durmiendo.

"-es normal que usted quedase embarazado, ambos entraron en celo y su alfa anudó dentro, eso es 100% efectivo. Felicidades, tiene una semana de embarazo."

Una gruesa lágrima escapó de los ojos del Omega al recordar la cita que había tenido con aquella alfa doctora, su embarazo había sido confirmado. Entre tanto alboroto por la boda se había escapado para ir a un médico especialista, quien le había confirmado el embarazo.

-prometo que seremos igual de felices que antes.-

♪♪♪

Liam despertó, se enlisto y de nuevo salió sin ser visto por nadie, estaba dispuesto a ir y desechar a su pequeña semilla... Ciertamente no. Tenía miedo, no quería hacerlo, pero amaba tanto a Connor que odiaba el ambiente que ahora existía entre ambos.

¿Podré perdonarme si hago esto?

-buenos días. ¿Programó una cita para hoy?-preguntó la chica recepcionista que debía atender a los clientes.

-s~si.-

-su nombre por favor.-

El Omega estaba temblando, su corazón latía con fuerza y su cabeza comenzaba a dar vueltas.-Liam... Liam Gonzáles.-

-un momento.-la chica busco en su computadora, Liam esperaba que su nombre no estuviese ahí. La recepcionista le miro con una pequeña sonrisa.-muy bien. Por favor espere a que el cliente que acaba de entrar termine.-

-si... Gracias.-

El dulce Omega de sentó en una silla azul un tanto alejada. Su cuerpo temblaba, le asustaba la idea de estar solo, pero más le asustaba la idea de lo que estaba por hacer.

Los minutos pasaban lento, Liam sentía que podía quedarse ahí por siglos. Sin embargo la puerta del consultorio se abrió dejando ver a una chica alfa.

-listo. Liam Gonzáles.-el Omega paledecio y se quedó sentado y pensando unos segundos, hasta que la doctora hablo de nuevo con una voz fuerte, lejos de ser su voz de alfa. -Liam Gonzáles.-

--soy... Soy yo.-

-adelante.-

-gracias.-el pelirrojo se puso de pie y con las piernas como gelatina logro entrar al consultorio, la alfa cerró la puerta y comenzó a alistarse.

La alfa pudo notar la incomodidad del Omega, tantos años de trabajo ya había desarrollado un sexto sentido respecto a su trabajo.

-¿Es tu primera vez haciendo esto?-

-lo es.-

-¿Necesitas tiempo para pensarlo?-solo se formó un silencio de algunos segundos.

Finalmente el omega asíntio.-creo... Creo que sí.-

-muy bien. Iré a ver cuántas más citas son para hoy. Regreso pronto.-la alfa salió de su consultorio, Liam se quedó de pie cerca de la entrada/salida.

Amaba a Connor, pero también quería conocer aquella carita y la voz de quién habitaba su pequeño vientre, quería luchar, iba a luchar por ese pequeño ser que ahora estaba en su vientre, no tan desarrollado, pero que ahí estaba.

Lo iba a conocer, aunque no pudiera tener a su amante a su lado, aunque tuviera que avanzar solamente en compañía de su bebé.

Los gritos de una persona conocida comenzaron a escucharse, junto a aquel aroma que tanto conocía y al que se había hecho adicto, cuando estaba a punto de abrir la puerta, está se abrió del otro lado, dejando ver a su prometido furioso y desprendiendo feromonas de amenaza.

Tras él venía la alfa doctora.-señor, no puede pasar.-

-no me toques.-el alfa alejo su brazo en cuanto la chica intento sujetarlo.

-tendré que llamar a seguridad.-

-no hace falta.-hablo el Omega avanzando hacia el alfa, sabía que si no hacía nada, todo podría terminar mal.-me iré con él.-

El ruso sujeto la muñeca del Omega mientras comenzaba a caminar alejándose de la doctora.-gracias por nada.-

Salieron de ahí y fueron directo al estacionamiento del lugar. Liam estaba asustado, no por el alfa, sino por lo que estuvo a punto de hacer.

Inconcientemente llevo su mano libre a su vientre, su pequeña semilla estaba a salvó.

-Connor...-

-no hables... Por favor.-llegaron al coche del ruso y el alfa soltó al Omega, Connor se revolvió el cabello y le dió la espalda al pelirrojo.-¿Estás embarazado?-Liam bajo la mirada y trato de abrazarse a su mismo.

Al no obtener respuesta, el alfa se le acercó y lo miro fijamente.-por favor contesta.-

-si. Pero, ¡Recién tengo una semana, si termino con esto ahora no habrá problemas después!-

-¿Por qué no me dijiste nada?-

-porque tengo miedo.-los ojos del Omega comenzaron a llenarse de lágrimas.-te amo demasiado y odio el ambiente que hay entre los dos ahora.... Me duele tanto la distancia entre nosotros... Solamente te quería de vuelta... No quería que me abandonarás.-

Connor sintió una fuerte presión en el pecho, abrazo al Omega y ambos se sintieron completos de nuevo.

-te pido una disculpa, soy un idiota por tratar de alejarme.-hablo alejándose un poco para poder sujetar con dulzura su rostro.-se que te hice daño, mi amor, mi actitud te lastimo. Pero sé qué te hice daño durante el nudo.-

-si me dolió, pero no quería que te distanciaras solo por eso... Dijiste que aún no estábamos listos para ser padres.-

-nadie está listo para eso.-suavemente le retiró las lágrimas con sus pulgares.-pero déjame demostrar que puedo ser el mejor padre para nuestro cachorro.-

-¿No me odias?-

-¿Cómo podría odiar a la única persona que he amado?-lo beso rápidamente con suavidad.-¿Quieres comer algo dulce? ¿Tienes hambre? ¿Algún antojo?-

El pelirrojo negó sonriendo.-solo quiero estar con mi alfa.-

-soy un alfa estúpido, te hice sufrir durante una semana entera.-

-pero ahora estás conmigo.-

-y jamás me iré.-Connor le beso la frente, después se puso de rodillas frente al Omega y le acaricio el vientre aún plano.-¿Que sientes? ¿Se mueve mucho?-

Liam no pudo evitar sonreír enternecido.-aún no siento nada, pero es lindo que lo preguntes... ¿Cómo supiste que estaría aquí?-

-estaba despierto antes de que salieras de casa, fingía dormir porque pensaba que mi presencia te molestaba. Algo me decía que debía seguirte, me alegro mucho de haberle hecho caso a mi instinto.-

-aunque no hubieras llegado no habría tenido el valor para hacerlo.-

-no están solos.-el alfa lo abrazo y le acaricio el vientre con suavidad.-no hay que decirle nada a nuestros padres aún, presiento que si se enteran no nos dejarán viajar a nuestra luna de miel.-

-aún no me has dicho a dónde iremos.-

-es sorpresa. Regresemos a casa.-

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¡Solo Quería Un Bebé!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora