Volviste

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Abre sus ojos desmesuradamente y lo primero que ve es un techo blanco, frunce el ceño al verlo nuevamente, pero esta vez sus recuerdos llegan de sopetón a su mente, una pequeña sonrisa de alivio se dibuja en su rostro. Todo fue un sueño, sus recuerdos están ahí.

Su vista se pasea por la blanca habitación hasta detenerla en su regazo en donde ve una cabellera rosa pálido reposar ahí, nuevamente frunce el seño, olisquea un poco el aire y el olor a lavanda acelera los latidos de su corazón. Su Omega se encuentra durmiendo aferrado a su torso como si temiera que se pueda ir a algún lado dejandolo solo. Lleva una de sus manos a la cabellera contraria y empieza a dejar suaves caricias en ella, el Omega entre sueños suspiró gustoso, Mingi sonrió por la ternura que le provocaba su Omega, siguió acariciando la cabellera contraria hasta que el cuerpo de Yunho se tensó, Mingi retiró su mano algo confundido, Yunho se enderezó rápidamente de su lugar, algo desorientado por haber estado durmiendo y también algo adolorido debido a la posición, confundido empezó a mirar la habitación hasta que su vista se enfocó en el sonriente rostro de Mingi, sus ojos inmediatamente se humedecieron y un sollozo salió de entre sus labios, el corazón de Mingi se encogió un poquito.

Yunho se abrazó a el como si tuviera miedo de que se fuera a ir, Mingi no aguantó ver a su tierno Omega así y lo estrechó fuertemente entre sus brazos, dejándose envolver por el olor a lavanda del contrario que no dejaba de llorar, Mingi empezó a acariciar su espalda suavemente tratando de consolar a su inconsolable Omega.

-No llores amor, estoy aquí, no me voy a ir a ningún lado.

-Te extrañé mucho.

Yunho apenas puede pronunciar las palabras, es un adorable mar de lágrimas que Mingi estrecha entre sus brazos consolandolo, dándole calorcito, cariño y protegiéndolo, dejó que llorase todo lo que quisiera. Cuando por fin el llanto de Yunho cesó unieron sus labios en un suave beso que agitó a ambos corazones a la par.

Después de unos días a Mingi le dieron el alta, todo estaba bien, bueno casi, porque todos habían notado el cambio del chico, quizás fue provocado por el accidente que tuvo, se ha mostrado más tranquilo pero igual de alegre, más apegado a Yunho, el Omega está más feliz por eso.

El alfa se encuentra dejando besitos y suaves mordiscos en las tiernas mejillas del Omega que suelta tiernas risitas, gustoso se deja hacer, tanto la parte humana como la animal se regocija en la atención que el alfa le ha dado desde que despertó del coma, definitivamente el accidente lo cambió para mejor. El Omega hace el amago de apartarse del abrazo pero el alfa lo abraza más fuerte, pero sin llegar a hacerle daño.

-Ya Mingi, suéltame.

El Omega puchereó en disconformidad al ver que Mingi se reusa a soltarlo, bueno, no le queda de otra que seguir abrazado por los brazos de su alfa.

-Te amo- suelta de repente Mingi haciendo que el interior del Omega de removió, Mingi antes del accidente no era muy afectuoso y rara vez le decía que lo amaba o lo quería, sus ojitos se llenaron de lágrimas.

El alfa de Mingi se puso en alerta al igual que la parte humana al percibir el cambio del aroma en el Omega.

-Amor, ¿qué pasa?- preocupado Mingi le pregunta.

-Es solo que antes del accidente no eras así conmigo.

Como pudo respondió y Mingi se sintió culpable porque no puede negar que Yunho tiene razón, incluso no le prestaba mucha atención y entiende que Yunho reaccione así ante su comportamiento.

Limpió las lágrimas que bajaban por las suaves y apretujables mejillas del omega, luego empezó a repartir muchos besitos por todo su rostro logrando sacar una tierna risa del Omega, también notando el cambio de aroma. Después de tantos besitos sus bocas se encontraron, al principio suavemente, después aquel beso se tornó más caliente, más pasional, sus lenguas haciendo contacto, a veces sus dientes.

Yunho se acomodó sobre Mingi quedando con una pierna a cada lado del cuerpo del alfa, las manos del alfa inquietas se empezaron a mover repartiendo caricias por su espalda, cintura y por aquellas piernas que secretamente lo vuelven loco, ya no está en ningún sueño, puede recorrer todos aquellos centímetros de piel sin restricción.

La ropa empezó a estorbar a la par que la temperatura empezó a subir, y también empezó a aumentar la intensidad de sus besos y sus caricias, los labios de Mingi se dirigieron al cuello del Omega repartiendo besos y dejando alguna que otra marca que al otro día no se notará, los jadeos cada vez más intensos, los movimientos de caderas haciéndose presente sin pudor alguno.

Las caricias y besos fueron infinitas, las palabras de amor no se quedaron atrás, incluso los inconvenientes no faltaron, por ejemplo se dieron cuenta que el lubricante ya había caducado, la saliva fue su compañera por esta ocasión, el interior de Yunho apretando deliciosamente al miembro de Mingi, las estocadas que en un principio empezaron lentas y suaves para no dañar a Yunho pasaron a ser desenfrenadas y sin cuidado alguno, la pasión tomando las riendas, el orgasmo fue arrasador, ambos cuerpos sudados y jadeantes se encuentran uno al lado del otro, sin importarles el desastre que son se abrazan y comparten lentos y perezosos besos.









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Bueno, lo siento por el final pero en mi defensa no sé escribir smut 🥺.....se nota mucho xdxd, eso sería, gracias por leer🥰💕 y cuidense del coronavirus😷


Confusión [Yungi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora