KiriBaku Month 2020

19 de agosto

• Yōkai AU •
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*Hengeyōkai: son los yōkai con apariencia animal que tienen la habilidad de transformarse, generalmente, en humanos.

#Hay muchos tipos de Hengeyōkai, pero, en este one shot, Bakugō es del tipo "Orochi" (serpiente) y Kirishima del tipo "Kitsune" (zorro).

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Kirishima y Bakugō son Hengeyōkai. Yōkai con apariencia animal, capaces de transformarse en humanos, sin embargo, y a pesar de su transformación, muchas veces no pueden cambiar algunos aspectos tanto corporales como sociales. Como los ojos, colmillos, cola y bigotes; así como su actitud y alimentación.

Pero Eijirō, por su parte, es un Yōkai tranquilo y pacífico. Él prefiere vivir alejado de los humanos y, de ese modo, no verse afectado por sus problemas y temores.

No quería ni imaginar lo que le pasaría si se topaba con un cazador.

Sin embargo, su amigo Katsuki es distinto a él.

Le gusta presumir su poder y supremacía con los humanos.

Aún así, a Eijirō le gusta pasar tiempo con la gran serpiente Katsuki.
Principalmente porque es un tipo muy guapo, su ojos se sienten bendecidos de poder ver tal belleza inhumana.

Y sabe bien que Katsuki se siente cómodo junto a él.

Después de todo, este mismo se lo ha dicho.

- ¿Vendrás mañana? -preguntó el rubio en su forma humanizada, sin embargo, sin poder deshacerse de sus colmillos y teniendo su mitad inferior aún transformada en una larga cola escamosa

Kirishima, quien estaba también en su forma humana (con sus colmillos, cola y orejas a la vista), asintió con alegría.

- Por su puesto, no te dejaría solo en este lugar tan aburrido -respondió, consiguiendo que Bakugō, lentamente, desenroscara su mitad inferior de su cuerpo

- Más te vale, o sino bajaré a buscarte y te comeré -amenazó

Pero Eijirō simplemente asintió, saliendo de entre los anillos que la cola de Katsuki generó al rededor de su cuerpo, bajando con cuidado del árbol, volviendo a su forma animal una vez estuvo ya en el suelo.

Sin embargo Bakugō, a pesar de su tamaño, come presas pequeñas (como ratones o algunos animales domésticos de los humanos), incluso aunque da la impresión de poder comerse hasta a un zorro.

Como Kirishima...

Pero no es así, Bakugō no come zorros.

Y Eijirō sabe que, en parte, eso lo hace por respeto a él.

Cosa que agradece mucho en realidad.

Porque, de otro modo, no sabe si la relación que ellos llevan iría tan bien como está llendo ahora.

El zorro dió una última mirada a una rama alta y gruesa, casi en la copa del árbol, observando el cuerpo de una serpiente de, al menos, 9 metros mirándolo fijamente.

Nos vemos mañana.

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Perdón que sea cortito, no se me ocurrieron muchas cosas con este tema :''