KiriBaku Month 2020

5 de agosto

• Viajes en el tiempo •
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#AU sin quirks
#basado en la película "volver al futuro"

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En la residencia Kirishima, la madre del pequeño Eijirō ha criado a su hijo bajo una autoritaria ley:

- Jamás hablaremos de aquel que nos abandonó -

El teñido sabía que a ella le daba coraje hablar sobre su padre, quien ni el apellido pudo otorgarle, pero él tenía mucha curiosidad.

Tenía muchas dudas.

Es por eso que, cuando ya era hora de pedir su deseo (en su cumpleaños n° 17), no pensó dos veces lo que él, realmente, quería:

- Conocer a papá... -

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Dos años más tarde, Eijirō, quien ya contaba con 19 años de edad, se encontraba a nada de ver cumplido su sueño adolescente.

Conocer a su progenitor.

- De todos modos, y aún que quieras volver antes de tiempo, mi bebé no te lo permitirá -habló la pelirosa, colocando una de sus manos en su cadera

Kirishima la miro confuso, pidiéndole una explicación más explícita.

- Ya sabes. En caso de que resulte que no te gusta lo que ves, no podrás regresar hasta que los seis días que me pediste se acaben -explicó la chica, moviéndose para atornillar los últimos detalles que el pequeño reloj necesitaba- ¡Oh! ¡Y tampoco trates de modificar el tiempo que te quedarás allá! Porque mi bebé se estropeará -agrego, utilizando un tono serio para lo último

Kirishima miró el reloj, pensando en todos los líos que conllevaba lo que estaba apunto de hacer.

- Y... ¿Qué pasaría si tu bebé se estropea? -preguntó, temeroso, sin querer saber realmente la respuesta a su pregunta

Sin embargo, la chica no tardó en responder, como si estuviera esperando a que el teñido le preguntara eso- Te quedarás atrapado en el pasado -sonrió Mei, dando una amistosa palmadita en la espalda ajena

Y con aquello dicho, Eijiro se colocó el reloj, mirando una última vez a su amiga y agradeciendole su ayuda.

- No me agradezcas, después de todo, yo conseguiré mis propios beneficios -dijo ella, haciendo una señal de adiós con su mano, viendo al pelirojo asentir y apretar con nerviosismo el botón verde que lo llevaría al tan ansiado pasado

Un segundo, dos, tres, cuatro y, finalmente, al quinto segundo de ser presionado el botón, Kirishima se sintió mareado. Cerró sus ojos con fuerza, reprimiendo las ganas de vomitar, sin embargo, el desmayo no lo pudo evitar.

... ∞ ...

Despertó confundido. Su boca estaba seca y sus ojos ardían.

Se incorporó con cuidado en su nuevo entorno, observando su desolado alrededor.

Parecía estar en una especie de parque, pero, a juzgar por la nula presencia del sol, podía intuir que ya era de noche.

Revisó que todo en él estuviera en orden, asegurándose también de que el reloj estuviese corriendo.

Estaba bien... Estaba jodidamente bien.

- ¿Funcionó..? -se preguntó, levantándose hasta lograr divisar un pequeño bar que aún estaba abierto, de ahí salía gente vestida de manera muy anticuada