KiriBaku Month 2020

30 de agosto

• Invierno •
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#Segundo año en la UA

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Invierno significa frío. Frío significa búsqueda de calor (Ya sea corporal o por algún medio que te lo pueda proporcionar).

Todoroki es como una fuente de calor ambulante. O bueno... Al menos su mitad izquierda lo es.

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Kirishima tiene frío. Siente sus manos, pecho, cuello y pies muy helados.

El invierno es así.  Se repite mentalmente Eijirō. Sin embargo, cuando va de camino al salón del 2A se topa con un grupo de sus amigos.

Uraraka y Kaminari están abrazados del mismo lado de Todoroki, quien no hace más que caminar con normalidad, aún cuando tiene a dos de sus compañeros abrazados a él.

Pero Kirishima comienza a sentir muchos deseos de poder ir también junto a Todoroki.

Y claro, es lo que hace.

Todoroki no se molestará.  Piensa, sonriendo mientras comienza a acercarse al bicolor, haciéndose espacio entre sus amigos, apretándose contra la mitad cálida del heterocromático.

El bicolor no parece molesto con la nueva presencia a su lado, es más, de hecho, pareciera que le divierte ver a sus amigos así de desesperados por su calor.

- Todoroki, eres como un guatero -comentó Kaminari, maravillado de aquel precioso lugar que consiguió junto al bicolor, apretadito en medio del cuerpo de Uraraka y Kirishima

Un par de ojos curioso de otros cursos se posaron sobre aquella masa de chicos, pasando junto a ellos y mirándolos de manera extraña.

"Se pelean a Todoroki" pensó con diversión la mayoría

Pensamiento que llegó a oídos de casi todos, causando diversión en la mayoría, sin embargo, hubo otros a quienes les causó molestia.

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El resto del día transcurrió extraño, no solo para Todoroki, sino que también para el pelirojo y el resto de sus compañeros involucrados en la "escena" de la mañana.

Había una tensión extraña y pesada en el salón, lo que hacía a todos sentirse incómodos.

Kirishima incluso había sentido, ya más de una vez, una mirada penetrante, profunda y molesta.

Por un segundo pensó que se trataba del bicolor, sin embargo, una vez se quedó viéndolo por un par de minutos, notó que la mirada sobre él persistía, incluso con más intensidad que antes.

Así que pensó en un apresurado plan.

Bostezó.

Un bostezo forzado pero que finalmente hizo por él lo que buscaba.

Pues lo bostezos se contagian, no podía ser solo coincidencia que ahora Bakugou se hallara cubriendo su boca para no hacer tan notorio el bostezo.

Kirishima enarcó una ceja con confusión.
¿Por qué Bakugou lo estaría mirando así? Como si estuviera enojado...

Colocó uno de sus codos apoyado en su pupitre, apoyando su mandíbula en su palma, mirando la tensa espalda de Bakugou, la cual, poco a poco, se volteó un poco, intentando mirar disimuladamente atrás.