𝑹𝒆𝒕𝒂𝒛𝒐𝒔 𝑵𝒆𝒋𝒊𝑻𝒆𝒏

Su majestad Neji. One-shot

"Si me caso algún día, sin duda quiero que sea por amor"

Una larga capa beige cubría la mayor parte de su cuerpo y su cara, los nervios lo tenían muy a la defensiva, pero ya no aguantaba, no podía estar ni un momento más en ese asfixiante lugar al que su madre y padre llamaban hogar. Por lo menos necesitaba despejarse un rato.

No se le era permitido salir a menos que llevara su "acompañante real", pero se logró escabullir por las cartas a su favor que tenía. Sus padres no sabían que su querido hiperactivo y rubio acompañante real tenía una relación a escondidas con su querida hermana menor, Hinata, por lo que era simple deshacerse de él, encima de ello, lo tenía a su favor por el simple hecho de que no los delataba de su romance prohibido, y por supuesto que no lo haría, su hermana tendría el mismo lastimoso destino que él, y mínimo merecía ser feliz aunque fuera un poco.

Una vez encargado de que nadie se diera cuenta, se escabulló por las puertas de servicio con ayuda de su personal. Finalmente pudo salir del lugar para tomar un respiro.

Caminaba por las calles de su querida aldea, en la que en sus 24 años jamás había podido conocer del todo, no le permitían salir casi nunca y cuando lo hacía, era con muchas restricciones, por lo que antes de perder su libertad, quería conocer más aquel lugar en el que iba a liderar.

Era increíble poder ver la forma en la que la gente caminaba felizmente en el pueblo, la manera en la que el pueblo se veía tan iluminado, se perdió de tantas cosas.

Estuvo paseando por todo el lugar, maravillado de poder ver a las familias felices, a los niños corriendo por todos lados, a las parejas paseando... El lugar que en un año más estaría gobernando, y quería hacerlo de manera correcta, por eso deseaba conocer un poco a su pueblo. 

Era complicado salir porque aunque el pueblo no lo conocía casi gracias a sus múltiples viajes a sus países vecinos y de que casi no salía por las restricciones que le ponían, si lo podían reconocer por sus ojos, ya que eran una característica particular de toda la familia real Hyuga, y aunque no todos los de su sangre precisamente tenían un título de realeza, si todos vivían el los asentamientos de la mansión de su Clan. Y aunque su carácter era mayormente frío a todo lo que tuviera que ver con la familia real, cuando comenzó a pensar en que no conocía absolutamente nada del lugar en el que gobernaría, sus ganas de querer salir se dieron a relucir.

Al caminar por el bosque, pudo notar a una persona que practicaba técnicas ¿ninja? Se sorprendió al ver que era un ninja. Su familia también tenía dones de ninja, en la antigüedad a eso se dedicaba su clan al igual que muchos otros de las monarquías de otros países, y por eso es que sus ojos eran tan particulares, era un kekkei genkkai, pero a partir de que existió la corona dejaron de lado todo aquello de la vida ninja para dedicarse exclusivamente a la realeza. 

Sabía también que el país del fuego era ninja, pero muy pocas y reducidas veces presenció lo que era un auténtico entrenamiento ninja, por lo que ver a alguien que lo hacía le impresionó totalmente.

Se escondió entre algunos árboles para poder observar mejor, para después percatarse que era una persona que era cubierta casi totalmente por una capa negra, pese a ello, no parecía que le estorbara ni un poco en todo lo que hacía, tampoco podía saber del todo bien si era hombre o mujer debido a que también le cubría su cabeza.

Vio que aquel ninja se detuvo de su entrenamiento, y más bien, se quedó totalmente parado, por lo que no vio venir el momento en que una arma pasaba rozando su hombro, en ese momento realmente palideció, se había percatado de su presencia al parecer.