14: Un día casi hermoso.

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No tengo ganas de levantarme de la cama, se siente tan cómoda, parece como si estuviera durmiendo sobre algo esponjoso y tan suave, pero me rendí ante mi estúpida necesidad de abrir los ojos

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No tengo ganas de levantarme de la cama, se siente tan cómoda, parece como si estuviera durmiendo sobre algo esponjoso y tan suave, pero me rendí ante mi estúpida necesidad de abrir los ojos. Mi visión empezó acostumbrarse al entorno, puedo ver: un escritorio de madera sin nada encima de él, un armario muy parecido al mío, la diferencia sería el color y... ¿zarpazos en la pared? Me levanto y me fijo en la cosa con la que me acurrucaba y no me quería despertar.

―Oh... Es una estola. ―La levanté de la cama, era un poco pesada, pero era tan suave que no evité hundir mi rostro en ella como un completo imbécil.

Levanté el rostro y miré un poco la habitación de Sesshomaru, estaba muy brillante gracias a la luz del sol que se colaba por la ventana, no es como la imaginé, ya que es un poco sencilla: no hay nada decorando las paredes ―además de esos zarpazos―, incluso la bandeja sigue en el suelo.

Me imagino que Sesshomaru se habrá ido a una de sus muchas misiones. Estaba tan cansado ayer que me dormí de inmediato, a pesar de sentir como si una hilera de dientes intentara clavarse en mi brazo. Reviso mi brazo y no encuentro marca alguna «debí haberlo imaginado».

Salgo de la habitación con una sensación de pesadez en los hombros. Me dirijo al baño para poder cepillarme los dientes, no soporto mi aliento, y creo que Sesshomaru tampoco pudo soportarlo, a pesar de que prácticamente ayer no quería que me saliera de su habitación, se veía un tanto vulnerable, pero me alegró que me dejara verle de esa manera, eso lo hacía verse más...emocional.

Cuando me estaba cepillando los dientes, me reproché, ya que recordé en que le pregunté por su tutor anterior, debí haberlo hecho sentir incómodo con esa pregunta, soy un completo idiota.

Me dirigí a mi habitación para vestirme. Vi la hora de mi celular, eran las diez, ¿tanto dormí? Suelo levantarme a las ocho, que Nanako me prepare el desayuno y un buen café a esas horas, ya ella se encargó de condimentar mis bebidas para que mejore mi nivel físico, ya que soy un olvidadizo.

Fui directamente a la cocina, estirando mis brazos y me espalda.

―Perdona Nanako, me levanté tard... ―me silencié al ver a Sesshomaru sentado en el comedor, leyendo el diario del día, levantó la mirada cuando me escuchó.

―Buenos días, joven Zero ―me dijo.

Parpadeo varias veces sin poder creerlo al principio y luego sonreí, me alegra saber que su secuela pasó.

―Buenos días Sesshomaru, buenos días Nanako.

―Buenos días, joven Zero. Es extraño, se levantó tarde esta vez ―expresó ella con buen humor, me ofreció un pan relleno de queso y un buen café extranjero, traídos de Colombia.

―Sesshomaru hechizó esa cama ―bromeé―. Estaba tentado a seguir durmiendo.

―Estuviste hablando dormido ―comentó Sesshomaru, no me sentí avergonzado, muchas personas saben que a veces hablo mientras duermo―. ¿Quién es Ichiru?

NODUS TOLLENS (BL/Crossover)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora