¿Por qué Lily Evans?|Desde diferentes perspectivas

Todo es culpa de la pelirroja

Ya eran pasada la media noche, la luna estaba en su pleno esplendor. En lo profundo del bosque prohibido, aparentemente oculto, se encontraba un grupo de estudiantes, en su mayoría Slytherins. La mayoría estaban algo nerviosos pero emocionados a la vez, querían que ya llegara su señor oscuro para que este los confirmara dentro de su privilegiado bando. Lucius Malfoy, el que se comunicaba más con Voldemort, informó a sus demás compañeros que esa noche fue la elegida por el señor tenebroso para por fin ser mortífagos oficialmente y tener la marca tenebrosa tatuada en su piel. Corría una suave brisa fría que a varios les provocó un escalofrío, no sabían con exactitud a qué hora llegaría Voldemort, solo les tocaba ser pacientes.

—¡¿A qué hora Malfoy?! ¡Qué te dijo!—exclamaba desesperada Bellatrix.
—Solo me dijo el lugar, nada más; las mejores cosas toman su tiempo, Bella—insistió el rubio.

Severus de encontraba a un lado de Regulus, ambos parecían ser los más tranquilos pero en el fondo eran todo lo contrario: no piensan que se arrepentirían de este enorme paso, pero algo, o más bien dicho alguien, los hacía dudar. Para Severus era Lily y para Regulus era Sirius; Los dos jóvenes estaban conscientes de que una vez dentro, tendrían que serle leales a su señor hasta la muerte, por ende, serían enemigos de su amor de toda la vida "la sangre sucia" y de su hermano "el traidor a la sangre", respectivamente. Una capa de humo negra se les apareció en el centro de su círculo que habían formado, había llegado el momento. Lord Voldemort estaba allí presente acompañado de dos de sus más fieles mortífagos hasta el momento; Bellatrix lo admiraba con mucha devoción.

—¡Mi señor! Es un placer estar aquí con usted—saludó la pelinegra Black.
—Si, si, vine solo por un instante—avisó Voldemort—informales las nuevas noticias—ordenó a uno de sus acompañantes.

El mago oscuro se fue de allí junto a su querida serpiente sin decir nada más, dejando intrigados a todos los presentes a excepción de sus dos mortífagos.

—¡¿Qu-qué?! ¿Por qué se fue?—exclamaba Bellatrix—¿no se supone que el señor nos tatuaría?
—Silencio Black; el señor tenebroso nos encargó que les explicáramos lo siguiente: se posponerá su iniciación—avisó un mortífago.
—¿Y podemos saber la razón?—preguntó Lucius seriamente.
—Nos enteramos que varias personas en el colegio están detrás suyo, los vigilan y siguen cada uno de sus pasos. No es prudente en este momento incluirnos, sería muy obvio.
—¿Pero cuando nos volverán a invocar?—intervino Yaxley.
—Les avisaremos cuando sea conveniente; por ahora vuelvan a su escuela y sean cautelosos.

Ambos hombres encapuchados desaparecieron, dejándolos al grupo de Slytherins sumamente confundidos.

—Asquerosa sangre sucia, ella tiene la culpa de todo esto. Su séquito de basuras es el que está detrás de todo esto; me las va a pagar—murmuraba Bella muy cerca de Snape, no exactamente con la intención de que él la oyera.
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Lily Evans
Desperté rodeada de un delicioso aroma, me revolví en mi cama pero no sentí a James por ningún lado, abrí con pesar mis ojos y me percaté que estaba completamente sola; hoy era sábado y pensé qué tal vez se había ido a Hogsmeade con sus amigos, este pensamiento me dejó un poco triste, yo quería pasar todo el día con él.

Bueno... se acostumbró a estar sin ti, ¿No?

Unas pequeñas lágrimas salieron sin pensarlo de mis ojos; supuse que estaba así de sentimental por mi período que me había llegado hace dos días, aunque eso no quitaba el hecho de que estuviera triste. Me paré de mi cama para ir al baño y limpiarme un poco los ojos y lavarme los dientes, ya podía caminar mejor gracias a las medicinas de la enfermera. Volví nuevamente a mi habitación y me metí entre las mantas quedando sentada, hoy no tenías ganas de salir en lo absoluto, si James se había ido con sus amigos, yo me quedaría aquí estudiando o también invitaría a algunas de mis amigas si es que no estaban ya ocupadas.