Belén 3

893 14 0
                                    

El papá de Belén se terminó de duchar y fue a despertar a su hija. Estaba durmiendo profundamente, pero con una nalgada cariñosa bastó para que despertara, aunque le costara un poco levantarse.

- Mi amor tienes que levantarte

- ¿Por quee? -preguntó la niña de diez años escondiendo su cara en la almohada

- Hay que ir a desayunar y tenemos un día hermoso para aprovechar

- Pero quiero dormiir -dijo tiernamente 

Para tratar de que su hija se levantara, abrió las cortinas, y el potente sol caribeño le llegó directo a la cara a Belén.

- Papiii -comenzó a quejarse, pero Andrés ya la conocía

- Vamos vamos -dijo apurándola con las manos- Si no llegamos a tiempo tal vez se acaben los waffles de desayuno

Eso definitivamente motivó a su hija, que se levantó de la cama y fue a lavarse la cara. Había dormido con su polera de pijama y su calzón, en invierno dormía con un pijama enterito, pero en esta época del año, y en el caribe, hacía mucho calor para eso.

- ¿No me baño? -le preguntó a su papá

- No, mañana te toca -le dijo su padre, al ser una niña de diez años, todavía no transpiraba por las noches, así que no habían razones para que se bañara cada día

Se cambió y se puso un traje de baño celeste de dos piezas, y sobre eso, una polera morada sin mangas y un short azul que apenas le cubría el trasero.

Fueron a desayunar y por suerte quedaban los waffles que tanto quería. Su papá en su casa no le dejaba comer eso de desayuno, pero como estaban de vacaciones se lo permitía por esa semana.

- ¿Vamos a salir del hotel hoy? -le preguntó cuando estuvieron los dos sentados en la mesa

- Estaba pensando en ir a unas tiendas que hay cerca del hotel, aunque no se si hacerlo hoy o mañana

- Ya

- También vi un tour a una isla que hay cerca -le dijo recordando lo que vio en uno de los folletos que les entregaron en recepción

- Hagamos eso hoy -dijo emocionada por la idea de ir a una isla

- Ahora que recuerdo hay que reservarlo con anticipación, así que si quieres tenemos que reservarlo y lo podremos hacer en unos días

- Bueno -dijo Belén un poco desilusionada, aun que no dejó que eso bajara sus ánimos

- O simplemente nos quedamos hoy en el hotel, el día está maravilloso para aprovecharlo en la playa y en la piscina

- Buena idea -respondió

Terminaron de desayunar y volvieron a la cabaña para ponerse bloqueador. Tomaron las toallas y fueron a buscar unas reposeras cerca de la playa. Estuvieron bañándose por una hora hasta que fueron a almorzar. Belén comió tallarines, y su papá ensalada con carne, tratando de probar también comidas que no habían en su país.

Luego volvieron a la playa. El quería descansar un poco, así que se acostó en la reposera y le dijo a Belén que se quedara al lado, jugando con la arena. Belén protestó ya que quería bañarse, pero a su papá no le importo y le dijo que se quedara haciendo castillos de arena. Belén entonces no tuvo de otra que empezar a jugar a cinco metros de su papá. El pronto se quedó dormido y despertó quince minutos después de la última vez que vio su reloj. Miró a su alrededor y no vio a Belén por ninguna parte. Se levantó inmediatamente y comenzó a buscarla.

- ¡Belén! -gritó asustado, pero no aparecía por ninguna parte

Caminó por la orilla hacia su izquierda por unos diez minutos, mirando al mar en todo momento pero no veía nada. Luego fue devuelta a su reposera y caminó por la derecha. Cinco minutos de caminata y la vio saliendo del agua, con una cara de felicidad que desapareció un segundo después de verlo.

- Papi -trató de decir pero el la giró y le dio diez nalgadas sobre el traje de baño- Auuu

- Hablaremos en la cabaña -le dijo y se la llevó de la oreja

Entraron a la cabaña y ella ya estaba llorando.

- Papi perdonamee

- Te das cuenta de que te pudiste haber ahogado -le grita el furioso

- Es que tenía calor y no me dejabas bañarme -dijo tirándose a sus rodillas

- Y más encima me respondes -gritó su papá desnudándola a nalgazos

Cuando Belén quedó desnuda (cosa que fue rápida debido a su escasez de ropa) su papá la puso en sus rodillas y comenzó a nalguearla.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

Belén se retorcía en las piernas de su papá, esta vez si que lo había hecho enojar.

- Te pudiste PLAS PLAS PLAS haber ahogado PLAS PLAS PLAS y yo no estaba ahí PLAS PLAS PLAS

- Perdooon

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

Cinco minutos después se cansó de usar la mano y sacó su cinturón.

- Por favor noo -suplicó mientras empezaba a llover una tanda de azotes

ZAS ZAS ZAS

ZAS ZAS ZAS

ZAS ZAS ZAS

Belén gritaba y chillaba sin parar.

ZAS ZAS ZAS

ZAS ZAS ZAS

ZAS ZAS ZAS

Finalmente se detuvo, aunque Belén siguió llorando compulsivamente sin poder moverse. Su papá le hacía cariño en el trasero, aunque su castigo todavía no terminaba.

- A la próxima que te diga que te quedes en la arena, me haces caso, ¿entendido? -dijo a lo que Belén asintió. El le pegó cinco nalgadas más, lo que reavivaron sus gritos- ¿Entendido?

- Sii

- Muy bien -dijo levantándola de sus rodilla y poniéndola frente a el- Ahora la parte final de tu castigo

- ¿Qué cosa papi? -preguntó aterrada ante la posibilidad de que su papi la nalgueara de nuevo

- Tiempo muerto -no era lo peor, prefería eso a más nalgadas, pero la idea de que todo el mundo la viera desnuda no le gustaba, aunque todavía estaba en edad así que estaba un poco acostumbrada

Su papá la llevó de la oreja y la puso mirando a la pared. Harta gente pasó, y se fijó en una adolescente, delgada y de pelo negro que se la quedó viendo cuando iba a la cabaña de al lado. Se quedo ahí por lo menos una hora. Su trasero estaba rojo y con moretones, y su vagina estaba a la vista de todo el mundo por la posición en la que estaba. Cuando su papá la entró a la cabaña le puso una crema para aliviar el dolor y los restos del castigo, ya que todavía les quedaba harto del viaje en que ella iba a estar con traje de baño y su trasero a la vista de muchas personas.

En la noche su papá la abrazó y la regaloneó, diciéndole que ya estaba todo perdonado pero que no se le ocurriera alejarse de el de nuevo. Belén prometió que no lo haría, sin saber que tan solo unos días después incumpliría su promesa y recibiría uno de los peores castigos y que volvería al tiempo muerto.

Al cuidado de mis hermanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora