Capiulo cuatro; La ultima noche.

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Por lo dicho alguna vez, Evangeline estuvo en cierto lugar por mas de siete años, cambiando su forma de ser tanto física como psicológicamente.

Al cumplir los trece, se le asigno su primer cargo, el cual se debía hacer de noche.

Ella salio, fue su primera noche fuera de el horrible lugar pero no podía huir, sabia que la estaban observando.

Caminando por las afueras de la cuidad, en los lugares más solitarios de la provincia, ella estaba sola. Sentada en un banco a la orilla de la acera, observaba como los autos pasaban cada largo tiempo, y es allí cuando paso su primera víctima.

Un joven, de unos quince años con su teléfono en mano caminaba sin miedo alguno. Evangeline, se puso de pie y se dirigió hacia el, lo saludo "amablemente", su cabeza se acerco a la oreja de el chico y con una pistola dirigiéndose a el estomago de este le dijo

-Dame lo que tienes y nadie saldrá herido.

El joven, asustado le dio todo, su teléfono, sus llaves, su dinero. Estaba sin nada en las afueras de la cuidad.

Evangeline sonrió, un auto paso cerca de ellos y ella subió a este.

Cosas así sucedían noche tras noche en ese territorio. Pronto, a Evangeline le agrado su trabajo, por lo que la dejaron de vigilar.. pero no del todo.

Alguien la estaba vigilando, y no era ninguno de los que la obligaban a hacer tal "trabajo".

Era la primera víctima de Evangeline. Y Como pasaban las noches el observaba como "atacaba" en cierto modo a las personas inocentes que pasaban por el lugar.

Una noche el decidió ser valiente y le saludo, para ser precavido no llevaba ningún objeto valioso.

-Hola. Dijo con voz tímida.

Evangeline hizo su "truco" el cual no le funcionó.

-¿Como que no tienes nada?.

-Revisame.

Evangeline lo hizo y como el dijo, era cierto.

-¿Que quieres?.

-Tu amistad.

-Eres un joven solitario, ¿no?.

-Algo así.

-¿Que haces aquí?.

-Tratando de explicarme el porque una chica tan bella hace cosas tan feas.

-Así es el mundo, y si ni te gusta, muerete.

El joven río.

-Soy Ed.

-Mucho gusto. Dijo sarcásticamente, se puso de pie y ataco a su víctima.

Al terminar, se dirigió hacia el joven anterior, le sonrió y dijo

-Esperó verte mañana, Ed.

Y así las noches transcurrían, el la esperaba, se encontraban, ella hacia su trabajo y se perdía en el bosque.

Una noche, ella no vio a Ed, no podía, ella estaba sola, esa misma noche era año nuevo. No tenia familia ni amigos, se sentó y empezó a recordad todo lo que vivió anteriormente en la casa de el amable joven, en su jardín y se hizo la pregunta ¿Porque me ha de ocurrir esto?, la respuesta no era obvia y sólo una persona la sabia y era la persona que la odiaba.

De pronto, luces llenaron el cielo, avisando de ya era otro año, un año recibido junto a los arboles.

Paso un indigente, ella hizo su trabajo, recogió un reloj, y cuando se iba a marchar, alguien la llamó, ella se dio media vuelta y se encontró con Ed.

Una sonrisa apareció en su rostro, no pudo evitarlo y lo abrazo. Sin entender el porque había ido, le hizo la pregunta, el la miro.

-No quería que estés sola en año nuevo, llegue tarde, pero me quedare contigo hasta que debas irte.

Evangeline con un nudo en su garganta, lo volvió a abrazar, y fueron caminando hasta la casa de Ed.

Llegando, ella se detuvo, observo la casa y negó entrar. Algo tenia esa casa.... Era la casa en la que ella creció, pero ¿porque no ha de volver?.

-No puedo. Decía con voz desesperante -Lo siento.

Y se marcho.

Esa fue la ultima noche en que la vio.

El, noche tras noche, la esperaba. Evangeline ya no hacia ese trabajo, tenia otro en un lugar distinto.

La chica de rojo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora